El Playboy es mi niñero © HopeV

D I E C I N U E V E

Capítulo diecinueve: Una acción, Jung Hoseok y Kim Taehyung.

Y así fue.

Rocé el brazo de la chica rubia (lejía) y besé a Jung Hoseok, conocido como uno de los Playboy's más grandes del instituto, y por no hablar de uno de los más sexys. La sensación de los labios de Hoseok contra los míos era...

Emocionante.

Mucho más que cuando besé a Jungkook.

Esta vez no sentí ningún tipo de remordimiento al besarlo, nunca, y nunca lo haría.

Y lo más emocionante de todo era que después de darle el beso a Hoseok, él me lo devolvió una milésima de segundo después.

Jungkook tenía razón. Yo había estado completamente ciego desde el principio.

Estaba ciego de no ver en lo que se había convertido Hoseok. Él no había estado con nadie durante semanas, desde esa fiesta, y diablos, también estaba ciego para ver lo que sentí al rechazarle hoy en su práctica de básquet.

Me dí cuenta de que había cambiado... mucho, cuando le rechacé, pensé que quizá no le importaría, que me miraría con sus ojos sin emoción alguna, y que actuaría como si nada hubiera ocurrido entre nosotros.

Pero cuando lo miré a los ojos antes de darle el beso, me dí cuenta de que eran los mismos después de nuestra conversación en el campo. Nuestros labios se movían en sincronía, y eso me hizo sonreír un poco durante el beso. Hoseok envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me besó con cuidado y amablemente. Jimin, la chica misteriosa (que esperaba que se hubiera ido ya), y su amigo, Namjoon,
eran borrosos para mí. No quería saber nada.

Sólo quería concentrarme en el beso.

Hace apenas unos meses, yo era un ignorante.

Lo único que me importaba era aprobar los exámenes con un diez, y finalmente inscribirme en una Universidad, apenas notaba a la gente a mi alrededor, excepto a Jimin.

Después de que nuestros labios se separaron, y nuestros cuerpos a una pulgada el uno del otro, me dí cuenta de que la chica misteriosa ya no estaba en la escena, haciendo que sonriera triunfalmente.

Podía parecer travieso, pero no me arrepentía en absoluto.

Cuando le miré, me sonrió, notando cómo sus ojos no estaban llenos de tensión ni de nada parecido a una carga sobre sus hombros.

— Bueno, Hoseok. —comencé, aclarándome la garganta torpemente.

Siendo sincero, ¿quién demonios era yo para decir que tenía experiencia en hablar con alguien a quien acababa de besar? Mi situación con Jungkook no fue buena, ya que literalmente, huí después de besarnos. Pero esta vez, no iba a huir.

— Has ganado. Ya tienes lo que querías desde el principio. Y si tienes planeado ir  por la otra chica...

Pero Hoseok me interrumpió ahuecando sus dos manos en mis mejillas, besándome por un breve momento.

— Taehyung, no quiero. ¿Crees que quería estar con esa rubia? Mierda, no. Y lo que quería era...—se interrumpió, rascándose la parte posterior de la cabeza— Ponerte celoso.

Le miré boquiabierto, sin darme cuenta de que había hecho todo eso sólo para ponerme celoso.

— No lo voy a negar —respondí sonriendo de nuevo, mirando hacia el suelo, recordando los últimos acontecimientos— Funcionó muy bien. —me reí, mirándole una vez más.

Y ahora que me acordaba.

Jimin estaba detrás mío.

Oh Dios mío.