El Playboy es mi niñero © HopeV

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Capítulo uno: Mejores amigos, deportistas y Playboy's.

- ¿Qué clase tienes? -me preguntó mi mejor amigo, Jimin, mientras guardaba su mochila en los casilleros.

Como somos mejores amigos, elegíamos casilleros que estuvieran juntos.

Para mí, Jimin era un chico hermos. Tenía el pelo rubio, un cuerpo de infarto, y unos ojos bellos, que cuando sonreía se volvían dos líneas finas.

Luego estaba yo.

Con el pelo color castaño claro, mis ojos eran de color avellana. Mi sonrisa era cuadrada, algo que la gente, no tenía. Pero de igual manera me sentía alguien común y corriente.

- Inglés -respondí, después de mirar mi horario que estaba pegado en la puerta de mi casillero- ¿Tú? - pregunté.

- Historia -suspiró y gimió con molestia mientras inclinaba la cabeza. Siempre supe que era la materia que más odiaba- TaeTae, ¿no ibas a decirme algo? Estabas bastante alterado anoche cuando me llamaste... -Dijo, haciendo una pausa, mi corazón comenzó a bombear más rápido de lo normal, sentía que se me iba a salir del pecho- ¿Quién es tu niñero?

Dudé por un momento en contarle, ¿cómo se lo tomaría? Mi niñero era un Playboy que se acostaba con una chica o chico diferente cada semana, y si le gustaba luego, tal vez dos veces, y nunca en su vida había tenido una relación con alguien, Sus amigos eran... iguales, o incluso peores que él ¿Quién sabe? No sabía mucho sobre Hoseok, pero los rumores que oía alrededor de la escuela eran suficientes para saber lo básico acerca de él.

- Bueno... -me callé- sabes que mis padres viajan constantemente, ¿no? -Jimin asintió- ¿y que contratan una niñera cada vez? -le pregunté.

Él abrio los ojos, como si estuviera viendo alguna película de terror.
- ¿Quién es? -me preguntó- ¿Es alguien horrible? Jackson...

Apoyé la mano sobre sus labios para hacerle callar, y negué con la cabeza mientras reía. - No, no es Jackson, pensé que podía ser peor, pero... -me callé- Es Jung Hoseok.

Los ojos de Jimin se agrandaron.

- ¿Jung Hoseok? -repitió su nombre. Jimin tambien sabía acerca de la reputación de Hoseok.

Asentí y apreté los labios.

- Espera, espera -dijo rápidamente, agitando las manos- Jung Hoseok, uno de los chicos más populares de la escuela, y el Playboy de la escuela, ¿será tu niñero por ocho meses? -su voz creció ante la sorpresa.

- Sabes, cuando lo dices tú suena peor de lo que debería sonar.

Él sonrió. -¿Sabes lo que pienso?
-dijo- Lo deseas.

- ¿Qué? -pregunté, ahora él sorprendido era yo.

- Es una broma, Tae. -dijo, mientras reía- Tengo que ir a clase, sólo mándame un mensaje si pasa algo, o necesitas ayuda, puedo ir en tu búsqueda cuando sea. -se ofreció con su sonrisa descarada- ¡Ah! Y una cosa, debes tener cuidado -dijo lentamente, mirando a su alrededor, y levantó una ceja- Es un Playbloy -dijo con total naturalidad- No quiero que te hagan daño.

Le sonreí y asentí. - Lo sé. No es que vaya a suceder algo entre nosotros. No voy a enamorarme de un deportista como él.

-Eso es bueno -dijo-. Me tengo que ir, ¡Adiós!

Con un supiro, cerré mi casillero y de repente me asusté cuando escuche una voz a mi izquierda, muy cerca de mí.

A mí lado había un chico de diesiocho años, pelinegro y con unos ojos tan oscuros como la noche, un perfil perfecto y un cuerpo tan caliente, que parecia que lo tallaron los mismos dioses.

Llevaba una sudadera con capucha normal con pantalones anchos y zapatillas de deporte. Una palabra era la que describía a este chico tan perfecto: SEXY.

Sobra decir: hablando de deportistas...

- ¿Sí, Hoseok?