C I N C O

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Capítulo cinco: Príncipes, Bloqueos mentales y Propiedades.

Sabía que él estaba bromeando.

Pero no iba a dejar que gane. Ahora me preguntaba, ¿Era así con todos con los que salía? Tal vez no, ya que es bastante raro rechazar a un tipo como él. ¿También tendría que decirle a dónde iba cuando salía de casa? Ni siquiera sé cómo sabe trabajar de niñero.

Cuando traté de dormir esa noche, tuve un bloqueo mental.

No respondí a los mensajes de nadie, ni siquiera los de Jimin. Simplemente, mi mente estaba centrado en lo que había pasado. Hoseok y el contacto cercano de su cuerpo con el mío, sus bromas y haberse enterado de mi "enamoramiento". Era como si él tuviera una cierta competencia, ¿no? Bueno, en realidad no, ya que JungKook no sabe de mi existencia.

— ¿Por qué no contestaste mis mensajes? —eso fue lo primero que me preguntó Jimin cuando me vio caminando hacia mi casillero

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— ¿Por qué no contestaste mis mensajes? —eso fue lo primero que me preguntó Jimin cuando me vio caminando hacia mi casillero. No es de extrañar tampoco, siempre contesto a sus mensajes. Él sabia que si no lo hacía, era porque había una buena razón— ¿Qué pasó anoche? —Su voz sonaba preocupada y con un ligero toque de sospecha.

Suspiré mientras cerraba los ojos, mirando ligeramente el suelo.
— Muchas cosas. —comenzé. Maldito Jung Hoseok. Él era la persona menos adecuada para que se enterara de algo como eso— ¿Recuerdas cuando ayer estábamos hablando sobre ya sabes quién? —le pregunté, y él asintió. Por su expresión, creo que ya tenía una idea de a dondé iba con todo esto.
— Bueno, él lo leyó.

Los ojos de Jimin se agrandaron.
—¿En serio? —exclamó— ¿Lo descubrió?

— Si. —respondí— ¿Tengo que volver a explicarte lo que pasó?

— ¿Y qué hiciste?

— Hice un trato con él. —le respondí mientras metía mi mochila dentro del casillero— Si le ayudo con inglés, no se lo dirá a nadie, pero tengo mis dudas sobre eso.

— Si necesitas ayuda dímelo, ¿de acuerdo?

Asentí, contento de poder contar con Jimin en cualquier momento.

Habría estado bien si no fuera por culpa de mis padres, era su culpa haberlo contratado a él como mi niñero, ¡Y más aún teniendo 17 años! Ya era responsable.

De cualquier manera, tenía la sensación de que algo nuevo iba a pasar hoy.

La campana sonó, avisandonos de que nuestro período de dos clases había terminado y de que era hora del almuerzo

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La campana sonó, avisandonos de que nuestro período de dos clases había terminado y de que era hora del almuerzo.

Cuando salí de clase, fui bombardeado por una gran cantidad de estudiantes caminando estrepitosamente por los pasillos estrechos; me molestaba que los pasillos de la escuela fueran muy estrechos.

Y cuando divisé mi casillero, ví a Hoseok esperándome.

— No te ayudare en inglés durante el almuerzo. —le dije una vez que estuve frente a él. No mencioné nada de la noche anterior, yo quería olvidar lo que había pasado. Así que sacar el tema no ayudaría en nada— Sólo te ayudaré después de la escuela, además, vamos a vernos todos los días, ¿No? —me había olvidado de la sensación que se sentía mirar a Hoseok, se veía tan...guapo de cualquier lado.

Sus labios formaron una sonrisa, y luego se rió. ¿Qué era tan gracioso?.
— Bueno, sólo quería que me acompañaras en el almuerzo. —dijo, su voz era profunda y muy atractiva— Vamos, Kim, ¿Por qué no te sientas conmigo hoy?

—No. —me negué. No queria involucrarme con él ni con su grupo. Para nada.

— ¿Por favor? —me susurró al oído, enviando escalofríos por mi columna. — ¿Por mí?

Me quedé pensando en ello.
—Esta bien. Pero sólo por esta vez.

Todo lo que hizo fue sonreír y envolver uno de sus brazos alrededor de mi cuello cuado empezamos a caminar hacia la cafetería.

— Ahora eres mí Taehyung.

— ¿Mi? —repetí, arqueando una de las cejas y sonriendo divertido— Desde cuándo soy tuyo? No recuerdo que me hubieras comprado. —aparté su brazo que tenía alrededor de mi cuello. No me sentía cómodo con el haciendo eso y menos delante de la gente. Podrían pensar que soy otro de su lista.

Su sonrisa atractiva e infame apareció de nuevo. — No necesariamente tengo que comprarte para que seas mío.
—respondió, mirando hacia delante; luego me miró— Simplemente eres mío porque tú eres mi Príncipe, Taehyung.



El Playboy es mi niñero © HopeV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora