Mambrú se fué a la guerra, que dolor, que dolor, que pena, no sabemos si volverá. -cante con un tono molesto saliendo de la ducha. -
El hecho de que Black Hat me haya obligado a hacer la asistente de Amelía y que gracias a eso hoy tuviera que bañarme hace que mi odio a esa dama de compañía aumente.
La cosa es que por muy exigente y "elegante" que sea la condenada Amelía, YO, YO DEMENCIA, YO, yo nunca me vestiré a como ella lo hace.
Que se moleste y todo pero, yo me vestiré a como yo quiera.
Me puse un pantalón tallado de cuadros escoceses con una camiseta negra y un zapato verde y el otro de color rojo.
Salí de mi habitación para salir a recibir a mi mejor amiga, a mi hermana del alma, el amor de mi vida y mi complemento para vivir.
-No puedo creer que haga esto. -refunfuñe con mi teléfono en mano. -
Aquí en la mansión tenemos permitido utilizar teléfonos inteligentes y también internet pero, muchas funciones están bloqueadas y es algo que odio a morir, quisiera ver algo en Youtube y no, no puedo, por que está bloqueado, quiero jugar un juego y después de media hora de juego no puedo seguir jugando en todo el día por que esta bloqueado y mierda, como lo odio.
Así que básicamente este jueguito para entretenerme y esperar a esa perra solo me dilatará treinta minutos.
No termine de acomodarme en la silla que estaba al lado de la puerta cuando sonó el timbre.
Arrugo el ceño y abro la puerta.
-Hola empleada. -saludo entrando y empujandome a un lado. - ¿Mi habitación? -exclamó ya alejada de mi. -
La perra camina como si la estuviera siguiendo el diablo.
Trate de alcanzarla y al hacerlo me acerque a la puerta del cuarto y la abrí.
Se preguntaran, ¿Por que no he matado a Amelía y a todas las otras amiguitas de Black Hat?
Pues, una vez intente hacerlo y saben que paso, ¿Tienen idea de lo que pasó?
Mi amado jefe me amenazó de muerte y pase tres días encerrada en el garaje, sin comida y sin luz del sol , ni me pregunten donde hacía mis necesidades.
Fue horrible.
Puedo soportar a todas las amigas de Black Hat a excepción de Amelía, esa es como la Prostituta Suprema, ella cree que lo merece todo y es una drogadicta que vive en las nubes literalmente.
-Empleada. -me llamó y retorcí los ojos. -
-Si. -respondí con desgano y con deseos de ponerme un traje de abeja y zumbarme a la verga. -
-Dile a Black Hat que estoy aquí. -me ordenó encendiendo su cigarro. -
No le respondí y me dirigí a la oficina de Black Hat, toque la puerta y escuché un pase desde adentro.
-Oh tan solo mira tu cara, -comentó al verme entrar con mi cara de pocos amigos. - pareciera que te dijeron que tu prueba del SIDA salió positiva. -río al terminar de hablar. -
-Ya esta tu amiga aquí. -le dije tratando de mantener la calma. -
No tengo SIDA, hasta soy virgen por que usted no quiere estar conmigo y no voy a perder la virginidad con Flug, así que es imposible que me de SIDA.
Buena onda y todo el bolsa pero, no quiero nada más que molestarlo cada que pueda.
-Nos vemos en una hora. -comentó, chasqueo sus dedos y me dejo sola en su oficina. -
Esta es una de esas pequeñas veces en que quedo sola aquí.
-Me preguntó que tienen esas mujeres que yo no tenga. -me dije a mi misma en voz baja aun dentro de la oficina. -
Mire unos papeles en el escritorio, me acerque sin miedo por que sabía que ahorita mi jefe estaba muy ocupado y en lo que menos está pensando en que dejo unos papeles aquí.
Papeles de venta, cuentas, nada interesante.
Pero, cual es mi maldita sorpresa cuando miro el celular de Black Hat debajo de ellos.
Ojalá y no tenga contraseña.
Lo tomé y lo desbloqueé.
Se nota que el jefe maneja muy bien esto de la tecnología, tiene de fondo los mismos que cuando lo enciendes por primera vez y el desbloqueo era deslizar.
Entremos a Whatsapp.
Chats de Amelía, sus amigas, mis mensajes acosadores y algunos socios.
El chat de Amelía es tentador.
Pero, no, mejor no, tengo algo mejor para esta perra.
Me envíe todos los números de estas perras y de los socios de Black Hat.
Haré que este pendejo sienta lo mismo que yo siento cuando el esta de súper horny insoportable y nosotros pagamos por sus comportamientos.
Borré los mensajes del chat donde me mandaba loa contactos, cerré la aplicación y ordené todo a como estaba.
Le tengo que contar esto a Flug.
Salí de la oficina y salte felizmente hacia el laboratorio para poder mejorar mi plan.
Entré y encontré a don bolsa probando un rayo.
-¡HOOOLLLAAA FLUUUGG! -le grite y el accidentalmente disparó el rayo. -
-¿Que haces aquí? -preguntó algo sorprendido. -
Ups.
Me acerque a él y le quite el rayo por que sé que solo así me pondrá atención.
¿Por que este pendejo utilizará una bolsa?
Demencia, concentrate.
-¡Dame mi rayo, Demencia! -me exigió tratando de quitármelo pero, no podía. -
-Tengo que decirte algo. -le dije cantadito mientras lo esquivaba. -
Cuando Flug se molesta es tan divertido y gracioso.
-Dilo y no me quites mis cosas. -reclamó. -
-Te lo daré si me escuchas y me dices que tal te parece. -le dije sonriente y el se detuvo a pensarlo por un momento. -
Se cruzo de brazos y soltó un suspiro.
Yei, me va a escuchar.
-A ver. -me dijo. -
Lo levante y lo senté en una silla y yo me puse de frente.
-Adivina quien tiene todos los números de las amiguitas y socios de Black Hat.
Soltó una risa, lo que significa que no me cree.
-¿Tú? -preguntó sarcásticamente, estoy a punto de apuntarle con el condenado rayo. - No lo creo, ¿Como los ibas a conseguir?
-¿Que es esto, entonces?
Le mostré el chat donde tenia todos los contactos, a lo cual creo que se sorprendió, no podría confirmarlo por la bolsa.
-¿Que mierda? -me arrebató el teléfono y se acomodó los googles. -
Demencia eres mejor que el FBI, silenciosa como un conejo y sigilosa como una serpiente.
-¿Que piensas, cuatro ojos?
ESTÁS LEYENDO
♪Do Re Mi♪ Lizardhart
FanfictionDo Re Mi Fa Zorra de Mierda Tic Tac Black Hat sabrás lo que yo sufrí Do Re Mi Fa serás mio quieras o no Tic Tac tu juego yo lo voy a ganar Figurin de Demencia gracias a Camile/Emilie, no estoy segura, me guíe por la firma y no encontré a la artista...