capítulo tres

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-¡Esto es oro puro! -exclamo, pues claro que lo es imbécil, yo me encargué de hacer esto y por lo tanto lo es. - Podríamos hacer maravillas con todos estos números. -añadió. -

-Pensé que no se, -lo interrumpí por que sabia que iba a seguir hablando. - esos tipos no tienen nuestros números y que sería perfecto para que los engañáramos o para hacerlos creer que somos mas poderosos que Black Hat. -comenté mientras imaginaba como le pateaba el culo a todas esas putas. -

-A veces se me olvida por que es qué trabajas aquí pero, cuando dices esa cosas -comentó y me señaló. - se me pasa, si que eres rebelde y mala. -añadió. -

Puuuffff, claro.

Yo soy perfecta, solo el baboso de Black Hat no mira eso y prefiere cogerse a Amelía y a sus amigas cuando me tiene a mi, a mi que no tengo enfermedades de transmisión sexual ni ninguna adicción a las drogas y que estoy joven.

Realmente no tengo ni una sola oportunidad con él, que triste mi vida.

Maldita sea, enfocare Demencia.

-¿Que procede? -le pregunte, necesito que ese plan se hornee ahorita por que después de que el jefe se tire a Amelía ca a estar jode que jode y ni podremos hacer nada. -

-Tengo una idea. -respondió malicioso. -

Con Flug de mi lado definitivamente vamos a volver loco al demonio y bien, si no nos mata tendrá una dosis de su propia medicina.

Le sonreí de la misma manera, sabia que esto iba a ponerse muy bueno.

-Te escucho.

Tome asiento y el comenzó a hablar emocionado, debe ser la adrenalina de hacer algo malo en contra de su jefecito, escuché cada detalle mientras en mi mente pensaba sobre cada mínimo resultado de esto y aunque algunos resultados eran feos, no me importaba, yo quería que el supiera lo que es ser despreciado y que lo miren como muy poca cosa.

Quiero venganza cueste lo que cueste.

Terminamos de hablar teniendo de resultado nuestro probable despido o sentencia de muerte.

-Desde mañana iniciamos. -me dijo Flug. -

-¿Estás seguro de hacer todo esto? -le pregunté, ósea todo el plan que armó nos saldría cara, Black Hat no iba a perdonarnos esto. -

Gruñio a lo bajo.

No mames, solo preguntaba pitbull, no tienes que portarte tan perro sin que ni para que.

-Claro que lo estoy, -recalcó después de mostrar su instinto animal. - si no ni siquiera te lo hubiera propuesto. -agrego con un tono algo molesto. -

Esta molesto y esta vez no he hecho nada.

Estoy asustada.

Tengo hambre, y esa mosca que entró al laboratorio debe de saberlo.

-Demencia. -me llamó a lo cual dirigí mi mirada hacia él. - Tienes hormigas fritas en la cocina, no tienes que comerte a la mosca.

Retorcí los ojos.

Pero, bueno, sí, hay hormigas fritas, iré a comer eso.

-Como sea, -solté antes de salir y le arrebaté mi teléfono de sus manos. - adiós nerd.

Parece que no ha terminado el romance en la mansión, salí y todo era pura calma.

Me fui a la cocina y retiro lo dicho.

El oso estaba hecho bolita y al lado tenía a una amiga de Amelía, que se llama Britany.

Caray, es que desde los nombres son putas.

Si ganará un maldito dólar por todas las veces que he pensado y dicho la palabra puta en lo que va del día ya tendría suficiente para irme a la mierda en bus.

Pero, a pesar de que me han mandado a visitar a la mierda aun no he ido.

Algún día iré.

-¿Que diablos contigo Britany? -reaccione apartándola del oso, solo yo puedo molestarlo, tú no tienes derecho ni a acercarte a él. -

Soltó una risa mientras jugaba con un chispero.

Básicamente estaba quemando el pelo del oso y como 5.0.5 es tan pacifista no hace nada para defenderse y se pone en posición fetal.

Si las cosas se arreglarán poniéndose en posición fetal ya estaría casada con Black Hat.

En serio que triste es mi vida.

¿Por que no me ama?

-Nada, -respondió aun en risas, parece foca retrasada riendo de esa manera. - solo estábamos jugando.

Solté una risita sarcástica por lo que dijo.

O a lo mejor lo pendeja es contagioso.

-¿Por qué no juegas conmigo? -le pregunté, a ver que tal le va conmigo. -

Guardo su chispero y su sonrisa desapareció de su rostro.

-Me voy. -se limito a responder y se fue de la cocina. -

Si esta la hueca de Britany aquí significa que su hermana Kiaryu (sus padres no la quería, por que ese nombre está del asco) ya esta aquí.

-No te preocupes oso, -le dije poniéndome a su altura. - ellas van a dejar de tratarte así.

-¿Bawwwr?

-Solo espera a mañana. -le sonreí y el me correspondió tiernamente. -

Si no fuera tan tierno les aseguro que estaría loco de tantas travesuras que le hiciera pero, su ternura me llega a detener.

Parece un peluche gigante.

Busque mi panita con hormigas fritas y una salsa barbacoa y que inicie el festín.

No importa lo que los demás digan, esto es riquisímo.

-¡Demencia! -escuché el grito de Black Hat y lo mire ponerse frente mio. -

Me asuste y deje caer por accidente mis hormigas.

Las cosas no se pueden poner peor el día de hoy ¿Verdad?

-¿Que paso? -le pregunte cuando logre controlar el susto que me dio. -

-Nada, -respondió con una sonrisa muy pero, muy amplía. - solo quería asustarte.

Retorcí los ojos y me cruce de brazos molesta.

Soltó una risa descarada al ver mi expresión.

-Apenas hace unos días morías por que estuviera cerca tuyo y ahora te pones así.

-Ve y asusta a tus amigas. -comenté dándole la espalda para irme. -

-¿Celosa? -preguntó. -

Dentro de poco serás tú el celoso.

No le respondí y salí de la cocina.

-No me has respondido. -apareció frente mío de la nada, ¿Que diablos le esta pasando? -

-¿Acaso eso te importa?

Lo rodeé y camine hacia mi habitación, solo esperó que Amelía no quiera nada por ahora.

Ya tuve suficiente de esto

♪Do Re Mi♪ LizardhartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora