capítulo diez

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-¿Cuando planeas sacarme la bala? -refunfuñe sentada en la camilla mientras me quitaba los bendajes, sentía algo molesto al mover el brazo y me estresaba. -

Es como tener una piedrita en el zapato, molesta.

Se me han acabado las canciones estupidas, así que que creo que cantaré la macarena.

-Ni se te ocurra cantar tus pendejadas. -comentó Flug al verme, ya conoce mi cara de enojada muy bien. -

¿Por que Flug tapa su cara?

¿La tendrá deformada o quemada?

Es una de mis mayores dudas existenciales en mi vida, y ni crean que no he intentado quitársela pero, es igual a Black Hat.

Se quita un sombrero y debajo hay otro y así.

¿Black Hat será calco o tendrá tentáculos por pelo?

Ugh.

Demencia, ya es suficiente, ya divagaste mucho.

-Obligame, perro. -le respondí. -

Se saco una cinta adhesiva plateada de la bata y me lo pudo en la boca lo más rápido que pudo.

Maldito estúpido.

Le arañe la bata para que me quitará la cinta de encima pero, no me hizo caso.

Estaba distraída tratando apartar a Flug de mi cuando sentí un puntazo en mi brazo, maldito animal ya me está durmiendo.

-¡Idita Fluh mirda pindijo! -trataba de hablarle con la cinta adhesiva encima mío. -

Es cierto que soy media animal pero, no es para tanto.

¿Desde cuando cara de bolsa flota?

Que lindas estrellitas, que bonita es la vida, todos flotamos.

Todo se volvió oscuro, lo que significa que ya me hizo efecto la droga, el paralizante, el silicon o lo que sea que sea lo que me inyecte.

Despierto y estoy.... ¿Estoy en la mansión de Black Hat?

Pero, ¿Que diablos hago aquí?

Me levante del suelo y mire alrededor, parece que soy la única con vida aquí.

Es hora de hacer lo que siempre quise hacer en esta casa.

¡Fiesta de peluches!

Y les voy a quitar el relleno y el pelo, los voy a descuartizar y luego me acostaré encima del desastre sin preocuparme de que 5.0.5 se vaya a poner a llorar por lo que hice.

Salte por el pasillo hasta llegar al lugar donde está la habitación donde están los juguetes y peluches del oso.

Me dirigí a la montaña de peluches y sin querer pise uno.

Este me gusta, a este no le voy a hacer nada.

Es un lindo muñeco de trapo, basado en quién, no sé pero, lo miro y es super tierno.

Es un hombrecito de pelo negro con ojos de botones negros, con un traje elegante y un sonrisa bien dibujada y cuando lo abrazas chilla.

-Te voy a robar. -dije abrazando el peluche haciendo que suelte un chillido, me encanta. -

Logre mirar que cerca estaba un peluche de Black Hat y otro que era igual que yo.

¿Por que todas mis cosas están en lugares en los que yo no los dejé?

Me senté en el piso y dejé a un lado el muñequito y tome los peluches.

¿Como pude ser tan babosa?

Él no tiene corazón y si lo tiene esta podrido y nunca estaré dentro de su podrido corazón.

Escuche que la puerta del cuarto se cerró con llave y el peluche de Black Hat Se levantó de mi mano.

Oh, no, no, no, esto no esta pasando, esto no puede estar pasando.

Me levantó del suelo y corro hacia la puerta desesperada, tengo las manos sudadas y estoy temblando, tragame tierra y escupeme en un lugar donde Black Hat.

Ni siquiera lo había visto aún pero, de que esta aqui, siento que me estoy muriendo de los nervios.

Espera un minuto, estoy llorando.

-¿Por que me haces esto? -murmure apoyando mi cabeza en la puerta y mis manos tapando mi cara, nunca había sentido tantos nervios en mi vida. -

Me quedé ahí, llorando y no se escuchaba nada más en el lugar.

Es como si no estuviera aquí.

Me quite las manos de la cara por un momento y mire al muñequito flotando al lado mio, lo tome y lo abracé casi de inmediato.

-Quiero que vuelvan.  -escuche su ronca voz detrás mio. - Quiero que tu vuelvas. -añadió. -

Abrace un poco al muñequito y soltó un chillido, quería desaparecer.

-Sólo piénsalo. -escuché. -

De repente abrí los ojos y estaba en el laboratorio.

Todo fue un sueño pero, de sentía tan real.

Me ha pasado como unas dos veces desde que Black Hat vino a la casa, he soñado que estoy en algún lugar y el aparece sólo que en los otros No me dijo ni hizo nada, sólo lo miraba cerca y ya (me daba nervios pero, nunca había pasado nada).

Note que mis brazos estaban cruzados y ahí estaba el muñequito.

Lo mire bien, estaba nítido, sin ningún rasguño.

Al menos si pude robarlo.

Creo que nunca podré entender a Black Hat.

No se si es que el actúa raro o yo soy muy estúpida para descifrar lo que me quiere dar a entender.

♪Do Re Mi♪ LizardhartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora