capitulo veintitrés

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Maldición, soy mi propia perdición.

¿Qué hice? ¡Corta la llamada! ¡ME LLEVA LA QUE NO ME TRAJO!

Me metí ese pequeño cuadro brillante en el brassier, para que por lo menos si abrían la bolsa, no miraran la cosa esta que hizo Flug.

Por un momento deje de escuchar las pisadas.

-¿Demencia? –escuche salir del aparato ese. –

Hasta que por fin contesta, por poco me mata tu tío el raro y tu ni cuenta te das.

-¿Dem? –pregunto de nuevo, no quería contestar en voz alta y yo tengo el aparato ese metido entre los senos. –

Es una buena noche para estar viva.

-Shhhhhh, espérate pendejo. –lo regañe en voz baja, ojala y me escuche, tantas explosiones que ha vivido pudieron dejarlo medio sordo. –

¿Por qué no se sale esta cosa?

Me levante la blusa y saque la cosa esa tratando de no perder la atención a cualquier sonido que escuche cerca.

-Habla bajo. –le ordene y estaba conteniéndome las ganas de gritarle por dejar que me secuestraran. –

-¿Dónde diablos estas? –pregunto ya con la voz un poco más baja. –

-El tripleihueputa de tu tío me secuestro y tú y ni el peluche azul se dan cuenta. –solté, estoy molesta y a la vez nervioso de que alguien entre y me ahorque. –

-Calmate, que nos drogaron a ambos. –se justificó y la verdad, ahí ya tiene sentido de por no nos dimos cuenta de nada y por qué yo me dormí tan pesado. – El apartamento esta hasta donde no es de un humo raro y estamos afuera del edificio con los vecinos, -comento y de repente tosió, esta fuerte la droga. – ¿Dónde estás? –pregunto, si, ven a sacarme antes de que salga en un video de snuff de la deep web. –

No, no quiero eso, yo mato, no me matan.

Y eso no va a cambiar.

-Estoy en la mansión de Black Hat. –respondí y justo en ese momento escuche pasos y estos eran fuertes. – Mierda. –murmure. – Métele nitro, que me matan. –ahora, sí, estoy muriendo de miedo. –

¿Cómo cortas esta llamada maldita?

Me van a cachar.

-Resiste. –fue lo último que escuche de Flug y corto la llamada. –

Me volví a meter la cosa esa en mis gemelas y a rezarle al señor de los cielos para que me salven a tiempo.

Ven por mi Aurelio.

-Para tu suerte, –escuche la voz de ese idiota que es familia de Flug. – aun no te matare. –pues, que bueno, tu no me vas a matar pero, la falta de aire si lo hará. –

Sentí que me agarro, ni idea de a donde me va a llevar, con que no me ponga en un lugar tan escondido de la casa o donde me tenga en vigilancia.

Solo a mí me pasan estas cosas.

¿Qué me costaba aguantar la temporada de Black Hat en celo?

Bueno, me costaba mucho, el demonio se ponía insoportable.

Pero, ¿Cómo putas iba a imaginar que todo esto pasaría?

Nunca imagine que Brittany y Kiaryu me quisieran cuatro metros bajo tierra y nunca tuve más ganas de sacarles las tripas por la boca, malditas.

Me sorprende que Black Hat se terminara juntando con ellas, al menos Amelia es más sensata, nos caíamos mal pero, nos tolerábamos un poco.

Apenas tenga la oportunidad, apenas sea libre, me tendrán el mismo miedo que tiene una gallina al ver que se llega el día del festín familiar.

-Preciada lagartija de Black Hat, –hablo el desdichado este. – tu serás mi soborno perfecto. –increíble, me va a utilizar como un objeto. –

Maldito enfermo de mierda, ojala todo lo que hagas te salga mal.

Flug, espero y te apures, sino, cuando vengas o estoy tiesa o quien sabe que hará tu tío para, no sé, no sé qué pueda ganar este tipo teniéndome aquí en la mansión, no tengo la más mínima idea de cómo cree que va a terminar sobornando a Black Hat y hacerle caer en una trampa.

-Tú te quedaras en mi habitación con seguridad avanzada y no habrá manera de que puedas salir sin que yo lo permita. –comento y con esto me ayudo, pedazo de tarado, te has condenado tu solito. –

¿En dónde diablos me tenía este tipo que aún no hemos llegado a su habitación?

O ¿En dónde diablos es su habitación?

Escuche como se abrió una puerta y entramos a ella.

Me estoy asfixiando.

Si este tipo no me saca no me va a poder usarme como quería.

A menos que sea necrofilico y espero no sea así.

SACAME POR FAVOR.

Por mucho que intentaba, ya no podía respirar, estoy igual que cuando Black Hat sin querer la gripe malvada y todos morían por que no podían respirar.

Creo que ahora lo llaman corona virus.

No se acerquen a la gente con gripe, la gripe malvada es más fuerte que la gripe normal.

AH, MI PRECIADO OXIGENO.

Comencé a tratar de rasgar la bolsa aunque ya sabía que no podía pero, al menos lo intentaba, ya estoy desesperada.

Sentí que ya estaba en el suelo.

¿Qué espera este imbécil para sacarme?

Se abrió la bolsa y por supuesto, yo, que estoy desesperada salí de manera errática, así como mis amigas iguanas.

El desgraciado tío de Flug estaba de cuclillas, me tomo del pelo y me acerco a él, su cara y la mía estaban demasiado cerca, solo con Black Hat me gusta estar así, después estar tan cerca con alguien es feo, además que ¿Para qué te vas a acercar a ver más de cerca a la gente fea?

-Más te vale no tratar de salir de esta habitación, –me amenazo, uy, mira como tiemblo, yo no soy Flug que de todo se muere de miedo, ubícate. – este lugar es aprueba de escapes pero, si llegas a dañar algo para escapar, no vivirás para contarlo.

¿Cree que eso me da miedo?

Pobre iluso.

Le habla a la asesina personal de Black Hat.

Bájate de la nube antes de que te duela más la caída y el rostro te quede aún más arruinado y horroroso de lo que lo tienes ahora.

Me reí en bajo.

-La última vez que tuve a alguien tan cerca le saque los ojos. –respondí, a mí no me amenazas, no, no. –

Yo mato, no me matan, tengan eso en mente siempre.

Gruño molesto, así como cuando le quieres quitar la comida a un perro.

Me tomo con ambas manos el pelo, yo de inmediato le tome las muñecas, se puso de pie y yo quede de puntas, me superaba en altura por poco, pero, ya era algo.

Las alturas de los demás no me dan miedo, he matado tipos de dos metros que envés de ser villanos deberían de ser jugadores de la NBA.

Tomo impulso y me arrojo a otro lado de la habitación.

-Maldita perra. –maldijo, lo arañe fuerte cuando me utilizo como pelota. – Te mato si sales de aquí. –me recordó como si yo tuviera Alzheimer. –

Trate de ponerme de pie, y el salió dejándome sola.

Creo que esta es la habitación de Flug.

♪Do Re Mi♪ LizardhartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora