DESTRUCTION ➢ Yoonmin.

Capítulo cuarenta y ocho: Noche tranquila.

Min Yoongi. 

—Chicos, encontré una casa y no hay infectados fuera —La voz de Hoseok en el Walkie Talkie me hace despertar, por lo que lentamente me estiro sobre el asiento después de unas cuantas horas dormido. Una vez que abro los ojos por completo, fijo mi vista en el reloj de mi muñeca; Son las doce y media de la noche y aún no hemos parado.

—Te sigo, Hobi —Contesta Jungkook antes de dejar el Walkie Talkie sobre su lugar para seguir poniendo atención hacia el frente. Poco después, noto que él y Jimin son los únicos que se encuentran despiertos además de mí, por lo que comienzan a platicar sobre cosas que no pongo atención, puesto ésta se encuentra en el paisaje boscoso al lado de la camioneta.

—Eh, chicos —Digo fingiendo voz somnolienta. Jungkook me mira por el retrovisor, y Jimin se voltea para verme con una pequeña sonrisa, por lo que lo imito en respuesta —, ¿En dónde estamos?

—Aún seguimos en Washington, en un par de horas ya estaremos cruzando Virginia —Dice Jungkook sin quitar la vista de la carretera —. Aunque, Hoseok encontró una casa y ahí vamos a descansar antes de seguir nuestro viaje.

—Perfecto, gracias —Digo una vez más antes de voltear de nuevo hacia la ventana, viendo como árboles se mueven rápidamente debido a la velocidad en la que vamos. Sin embargo, poco a poco esta disminuye, hasta que la camioneta da vuelta hacia la derecha para estacionarse en el patio de una casa de aspecto rural y un poco descuidada.

—Llegamos —Dice Jungkook apagando el motor de la camioneta y quitándose el cinturón de seguridad para voltearnos a ver —. Chicos, despierten, hemos llegado.

—¿A Atlanta, tan rápido? —Pregunta Taehyung aún dormido, por lo que río en voz baja.

—No, a la casa donde vamos a descansar. Vamos, bájense —Ordena una última vez antes de bajarse de la camioneta y abrir la puerta de mi lado. Rápidamente salgo de ahí y ayudo a mover el asiento donde me encontraba para poder bajar a Jin con cuidado.

Este se encuentra ya despierto, por lo que Jungkook entra para tomarlo con cuidado y ayudarlo a bajar. Estoy a punto de ayudarlo también, pero Jungkook niega con tranquilidad hasta que los dos se encuentran afuera de nuevo.

Todos los demás comienzan a bajar, hasta que el último, quien es Elena, baja de la camioneta para después cerrarla y acercarse a nosotros en silencio.

La casa frente a nosotros es de dos pisos y está llena de macetas y plantas secas; Todo parece estar abandonado, al igual que el enorme patio con pasto igualmente seco y un poco largo detrás de esta. Se nota que la casa era de alguna persona granjera, pues a unos veinte metros de nosotros hay varios establos vacíos y carretas con vegetación cortada, la cual se nota que fue hace mucho tiempo.

—Vamos a revisar la casa, por si acaso —Dice Jungkook sacando su pistola de cinturón de su pantalón —, ¿Quién me va a acompañar?

—Yo lo hago, vamos —Digo caminando hacia él, tomando el mango de mi cuchillo. Jungkook asiente y mira a los demás.

Después de varios segundos, Namjoon, Jungkook, Hoseok y yo ya estamos dentro de la casa revisando habitación por habitación. Pero parece que esta fue desalojada hace unos meses, pues no hay nada de comida en la cocina y todo está lleno de polvo y hojas secas a los lados de las únicas ventanas abiertas.

—¡No hay nada, entren! —Exclama Hoseok en la puerta una vez que todo ya ha sido revisado. Mientras que los demás se acomodan dentro, Namjoon y yo nos encargamos de cerrar todas las puertas y tapar las ventanas con tal de que la luz de las linternas no se vea por fuera. Una vez que lo hacemos, los dos regresamos a la sala principal donde todos se encuentran descansando sobre los sillones.