DESTRUCTION ➢ Yoonmin.

Capítulo sesenta y cinco: Esperanza.

Donde hay esperanza, siempre hay dificultades.

-Sea, BTS. 

Min Yoongi. 

—Yoongi, despiértate. Vamos Yoongi, rápido —Dice la voz de Jimin, y por lo que escucho, se encuentra preocupado, así que lentamente abro los ojos, sintiendo una extraña luz naranja que me quema los párpados. 

Y lo que veo frente a mí, me deja completamente helado. Mi cansancio se esfuma en menos de un segundo, y por la impresión, tengo que acomodarme en el sillón de la camioneta para asegurarme de que estoy viendo bien y no se trata de otra maldita pesadilla. 

La base está destruida. Las cercas están caídas, y la puerta se encuentra hecha pedazos en el piso. Hay fuego en las plantas dentro de la casa, y lo que más me deja aterrado, son los cuerpos calcinados en el suelo, y otros, caminando lentamente por los patios principales. 

—Dios...—Escucho decir a Taehyung, quien está igual de sorprendido que yo. 

Cuando Jin ha dejado de manejar, todos nos bajamos rápidamente para comenzar a caminar hacia nuestra base. Los pocos infectados que están ahí nos ven, por lo que empiezan a caminar hacia nuestra dirección con lentitud. Pero estos no duran mucho tiempo, pues Namjoon y Jungkook comienzan a matarlos con sus cuchillos, enterrándoselos en sus cabezas para matarlos. 

De pronto oigo chillidos, y segundos después, Drago sale de la casa para comenzar a correr hacia nosotros con miedo. Su colita se mueve rápidamente en cuanto nos ve, pero este se desvía hacia Jimin, donde él se levanta en dos patas para poder lamerle la cara mientras chilla asustado. 

—Estás bien, pequeño —Dice Jimin acariciándolo, para que se calme. 

Y mientras él se queda con Drago, yo comienzo a caminar hacia la casa, que también se encuentra con los vidrios rotos, y con sangre en las paredes blancas. Dentro de esta, hay más gente tirada en el piso, muerta y con hoyos en medio de sus cabezas. 

Nuestro grupo está muerto. Ahora somos seis sobrevivientes de un grupo de veintisiete personas.

—¿Todo está bien dentro? —Pregunta Jin, dejando de trotar para asomarse por la puerta. Y volteo a verlo, y él sólo suspira tapándose la cara con frustración —, ¡Me cago en la puta mierda!

—No podemos quedarnos aquí. Arreglar la puerta y las vallas nos costará meses, y estamos expuestos a que los infectados entren sin que nos demos cuenta —Dice Jungkook, quien se acerca con Jin para darle unos pequeños golpes en la espalda —¡Chicos, vengan! —Pronto los cinco restantes entran a la casa, encontrándose con lo mismo que yo. 

—Estoy harto de todo esto...—Murmura Namjoon con enojo —. Todos están muertos, incluso la niña que podía tener la cura en su sangre...Se calcinó con el fuego. 

—Puta madre... ¿Y ahora qué? —Pregunta Jungkook, exhalando con mucha fuerza —, ¡Malditos hijos de perra!

—Cálmate, por favor —Musita suavemente Taehyung —. No vas a ganar nada gritándole al aire. 

—Revisaré que el almacén esté completo —Dice Jimin rápidamente, pasando a un lado de mí para después perderse en la puerta al final de la sala principal. Quiero acompañarlo, pero Jin me detiene mirándome con tristeza. 

—Ve a tu habitación y revisa que estén tus cosas todavía y las de Jimin. Si es así, sácalas...Nos vamos en media hora para buscar un nuevo refugio. Eso también va para todos, ¡Vamos antes de que suceda algo peor!

Jin parece tan decidido, que solamente asiento, subiendo las escaleras rápidamente y en completa alerta para poder ir a mi habitación. Por suerte, ésta parece estar normal, tal como la dejé. Las cobijas destendidas, algo de ropa en el piso, y la ventana entre-abierta.