Poco a poco, el chico abrió los ojos cerrándolos al instante que vio las luces blancas. Volvió a abrirlos acostumbrándose a lo brillantes que eran las luces. Sus ojos viajaron por la habitación buscando algo, más bien, a alguien. A ella. Pero no veía nada más que máquinas, en eso, un hombre de pelo gris entró. Cuando lo vio despierto, le grito a las enfermeras y estas entraron a la habitación, comenzaron a revisarlo mientras el soló se dejaba, estaba tan dólido y confundido.
—Harry, estas en un hospital, sufriste un choque pero estas bien. —dijo el doctor cuando término, las enfermeras lo miraban preocupadas.
—Lo sé, recuerdo todo. Soló... ¿dónde ésta mi mujer?
—¿Porqué mejor no comes algo? No has despertado en cuatro semanas.
—¡Me importa una mierda! ¿Dónde diablos ésta mi mujer?
El doctor lo miró sabiendo que Harry no haría nada más que preguntar por ____, así que tenía que decirle.
—Harry, ____ aún no despierta.
—¿Qué? —sus ojos se cristalizaron poniéndose rojos.
—Su cabeza fue golpeada contra el otro auto, al parecer se arriesgo por ti, ya que la encontramos cubriéndote.
—¿Dónde esta?
—En el tercer piso, en la habitación 312.
—Necesito verla.
—Tú no estas en condiciones para...
—No fue una pregunta.
Harry salió de la cama halando con fuerzas los cables que tenía conectados a su cuerpo, empujó al doctor fuera de su camino, otros doctores y enfermeras trataron de detenerlo pero el fue más rápido y entró al ascensor. Cuando este presionó en el botón 3, escuchó un ruido, era una alarma.
Al salir del ascensor, lo estaban esperando pero el empujó a todos y corrió siendo halado por su ropa, miraba las puertas mientras corría y buscaba la correcta. Hasta que al final del pasillo vio el número 311, después de esa puerta había un nuevo pasillo, Harry corrió más rápido y dobló la esquina allí encontrado la puerta con el número 312. La abrió con fuerzas y puso el seguro dejando a todos los doctores atrás.
Se quedó frente a la puerta tratando de controlar su respiración, y entonces se giró. Ahí la vio, tan delicada, tan frágil. Aunque quería, no podía estar enojada con ella. Se arriego para salvarlo a él. Los golpes en la puerta lo hicieron reaccionar, con lágrimas en sus ojos, la abrazó con fuerzas llorando en su pecho.
—No me dejes por favor mi amor, te amo. Eres mi vida entera, tienes que despertar, piensa en nuestro hijo. Por favor, no nos dejes, te amo joder, yo no puedo vivir sin ti...
—Harry...
Harry giró rápidamente viendo al doctor de hace rato, se abrazó mucho más a ____ y lo miró con sus ojos cargados de lágrimas. El doctor miró a todos que estaban en la puerta con una mueca, ellos salieron y la cerraron.
—Ya sé que tengo que irme pero por favor, soló necesito estar a su lado unos minutos más...
—No Harry, no vine a sacarte, soló te vine a decir una cosa, porqué tienes todo el derecho en saberlo.
—¿Qué cosa?
—Harry —lo miró con pena y lástima— _____ tenía dos semanas de embarazo.
Harry soltó un grito de tristeza, se escondió en el pecho de _____ y comenzó a llorar y gritar mucho más que antes. Un hijo. Otro hijo que ella iba a tener con él, pero murió. Y eso era la peor noticia que le pudieron haber dicho.
—Harry, sabíamos que tú ibas a despertar pronto pero tu esposa esta más delicada.
—¿Qué?
—Hay un cuarenta por ciento posibilidad que despierte...
—¡No! Ella va a despertar. —gritó con los dientes apretados de furia.
—Ésta bien... pero...
—Y mi hijo esta vivo, tiene que estar vivo —gritó con las lágrimas cayendo por sus mejillas.
—Lo siento mucho pero el falleció, no pudo aguantar el dolor deja choque Harry. Ahora, necesitas ir a la delegación para dartú parte de lo que pasó.
—No... yo sé muy bien quién fue y de que pague, me encargaré yo.
Dio un beso en los labios de la chica que estaba inconsciente en la cama y salió de la habitación ignorando al doctor llamándolo. Con toda prisa salió del hospital corriendo hasta que reconocía alguna calle, llegó a su casa de la playa y los recuerdos de el haciéndole el amor a su esposa lo atraparon haciendo que no pudiera pensar en nada más que eso. Se limpió los ojos sintiendo las lágrimas quemándolos. Tomó el teléfono de casa y le marcó a su madre, seguramente estaba preocupada y necesitaba el apoyó de ella, que le asegurará que todo iba a estar bien, y quería saber como estaba su hijo, tenía un mal presentimiento.
—¿Harry? ¿Están bien? —pregunto, Harry notó que había llorado.
—Mamá, ¿cómo esta mi hijo?
Hubo un silencio en ka otra línea, Harry sintió su corazón doler. Esperó pero Anne no contestaba, entonces escuchó un sollozo.
—Mamá
—Harry, ¡lo siento! —ahí Harry suspiro.
—Dime que esta bien mamá...
—No lo sé Harry.
—¡¿Cómo qué no sabes?!
—El niño ha estado desaparecido desde hace un mes.
El teléfono cayó de las manos de Harry hasta el suelo, Harry cerró los ojos con fuerzas sintiendo las lágrimas caer como locas. ¿Porqué estaba pasando esto? ¿Porqué le pasaba eso a el? Su pequeño hijo, lo que más amaba en la vida, aparte de su esposa.
—¿Harry? —escuchó la voz de su madre, levantó el teléfono.
—Te odio. —dijo antes de colgar.
Se dejo caer al suelo otra vez gritando y llorando por rodó lo que le estaba pasando. Entonces alguien tocó a la puerta. Harry quejándose y limpiando sus ojos se levantó a abrirla.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó al ver a todos esos chicos ahí.
—Harry, alguien quiere hacerles daño... ¿dónde esta ____? —dijo Daren.
—Parece que han llegado tarde. Mi esposa esta en el hospital.
Los siete chicos abrieron los ojos como platos, Harry dejo que todos entrarán, Zayn se le acercó dándole palmadas en la espalda. Harry había comenzado a llorar otra vez sin importarle que Zayn, Niall, Liam, Louis, Daren, James o Drew lo vieran.
Después de explicarles todo lo que pasó, todos sabían muy bien quién lo hizo, trataron de convencer a Harry que su mamá no podía tener la culpa de su hijo siendo desaparecido, pero el no quería hacer caso.
Hizo un par de llamadas a Chicago para encontrar al pequeño Eddy. Con soló pensar en que algún extraño lo tenía y sin saber nada de el, se le hevía la sangre, haría lo que sea por su hijo.
Pero entonces Drew le dijo todo lo que sabía. Rachel le había dicho que con Sandra pensaban secuestrar al niño para vengarse, Harry sintió que en cualquier momento explotaría de la furia.
Los ocho chicos harían todo lo que fuera posible para vengarse de todos pero no contaban que había alguien más que también quería vengarse de Rachel y Sandra.
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