—Tu. Tú me quieres volver loco, ¿verdad? —exclamo Harry mirándola con deseo.
Recorrió su cuerpo con la mirada otra vez antes de posar sus labios contra los de ella, besándola tan apasionadamente que ella sentía su cuerpo temblar, sus rodillas se pusieron frágiles, sentía que iba a caer. Harry la sostuvo contra su cuerpo impidiendo que eso pasara, le acarició la espalda bajando su mano por ella hasta llegar a su trasero que apretó. Al final cuando noto que a ella le hacía falta el aire, rompió el beso pero sus labios querían más de ella, los bajo hasta su cuello besándolo y lamiendo. Una hora alejado de ella, lo afecto más de lo que pensó.
Tenían que recuperar esas noches pérdidas que él, por idiota, hecho a perder, había salido con aquellas chicas de diferente color de pelo excepto negro, jamás las tomo por la mano, ¿por qué?, extrañaba a _____, nadie más podía lucir ese color de pelo tan bien como ella lo hacía, solo con ella podía ser él y portarse como en realidad quería sin ser rechazado, y para serse sincero a sí mismo, no tuvo sexo con ninguna de ellas, si trato, pero cada vez, se imaginaba a _____ con Austin, si él se buscaba a alguien más, Austin tendría el camino libre para estar con ella. Harry no podía permitir eso, ahora no, ahora no que estaba que se moría por estar con ella, por sentir su calor, por despertar y ver su bella sonrisa, porque con ella podía ser él, porque ella lo estaba enamorando.
—_____, te ves bellísima. —dijo sobre su cuello haciéndola sonrojarse más de lo que ya estaba.
—Tu también Harry, pero ahora tenemos que irnos, Sandra nos espera.
—Lo sé, ¿todavía iras conmigo a la entrevista, verdad? —preguntó recargando su frente contra la de ella.
—Por supuesto, ya vamos, ¿sí? —dijo acariciando unos rizos que estaban en su oreja.
—Solo unos besitos más... —dijo Harry cerrando los ojos y acerco su boca una vez más a la de ella.
_____ rodeo su cuello con sus brazos profundizando más el beso, y Harry no se quedó atrás, rodeo su cintura pero esta vez, la alzo en sus brazos haciendo que sus piernas abrazaran la cintura de él. La abrazo con fuerzas por la emoción que sentía de estarla besando, jamás en su vida había besado a una mujer así. Se separaron unos segundos para respirar, se miraron sonriendo y se dieron un beso más corto. Con cuidado, Harry la dejo en sus pies y tomo su mano, salieron del cuarto y se dirigieron al de grabación. Como la puerta estaba abierta, solo entraron, todos dejaron de hacer lo que hacían y miraron sus manos entrelazadas. _____ se incomodó y tosió.
—¿Ya empezamos? —preguntó mirando a Sandra.
—Claro, claro, ¡todos a sus lugares! —grito aplaudiendo. —Por cierto chicos, he cambiado un poquito el script, solo hagan lo que digo. —añadió guiñándole un ojo a _____.
Harry beso a _____ en los labios por un momento sin importarle que los vieran y después soltó su mano para irse a su lugar. _____ quedo sorprendida, pero lo ignoro y se fue hacia la pantalla verde. Sandra empezó a decirles a todos que hacer, empezaron a grabar, hubo varias veces donde tuvieron que detenerse, y cuando al fin todos lo tuvieron bien, grabaron más.
«La cancha estaba llena. Todos estaban gritando. Su pie golpeaba contra la pelota suavemente, estaba esperando que el entrenador dijera la palabra. Al fin lo dijo, ella miro por todos lados, vio sus amigos, su padre, junto toda su fuerza, su pie pego fuertemente contra el balón, y este fue directo a la derecha en la esquina. Escucho los gritos de todos, sintió brazos rodeándola, claro, eso es lo único que les importaba, que hayan ganado. Pero no habían visto, que ese gol había sido el mejor de todo el año, claro, a nadie le importaba eso, y le dolía.
Se alejó de ellos lentamente, las demás del equipo la llamaba diciéndole que regresara pero ella ni siquiera volteaba a verlos. Se quitó los zapatos de fútbol y empezó a correr, se tropezó con una pierda, su calceta se había roto, y ahora su pie sangraba, empezó a llorar, pero no por el dolor de la herida, sino por el dolor en su corazón. Nadie la quería por ser ella, la querían por lo que ella sabía hacer, el futbol era el amor de su vida, su pasión, no le importaba si era bueno en ello o no, en su cabeza esta la voz de su padre siempre le decía "Ser bueno no es suficiente, tienes que ser perfecta. No quiero una hija que se pase todo el día en una cancha sucia nada más para ser buena, no, tiene que ser la mejor."»
—¡Corte! —grito Sandra sonriendo.
_____ la miro fulminándola con la mirada. ¿Cómo ella le había hecho eso? ¿Cómo sabia ella de eso? Salió corriendo del cuarto, todos miraban a Sandra confundidos, ella solo se encogió de hombros y empezó a ver lo que habían grabado. _____ aun corría por los pasillos del edificio, bajo las escaleras corriendo limpiándose furiosa las lágrimas, ya casi estaba por salir del edificio, sintió algo impidiéndola, Harry la había seguido y la estaba abrazando. Ella soltó un sollozo y se abrazó a él mojándole la camisa. Harry la apretó más frunciendo el ceño, le acarició el pelo con una mano y con la otra su espalda.
—_____, vámonos... ven, vamos a mi coche preciosa. —dijo separándola a fuerzas, ella asintió aun llorando y recibió su mano que Harry le había tendido.
La llevo hasta su coche, aun preguntándose porque había salido así llorando, todo había salido muy bien durante la grabación. Condujo un momento hasta llegar a un parque, la ayudo a bajarse, ella aun lloraba, su boca estaba en un puchero, y él le dolía el corazón por solo verla llorar así. La llevo al fondo, entre los árboles, era una parte secreta que solo él conocía, donde iba a pensar, se fue hacía la banca y se sentó con ella, abrazándola. Le besaba la cabeza mientras ella seguía llorando y balbuceando cosas.
—No entiendo porque me hacen esto... yo... era mi sueño... porque me lo tienen que recordar... la odio... la odio... y mi padre era el que lo arruino... los odio... los odio a todos... —decía ella mientras golpeaba el pecho de Harry.
—_____, preciosa, dime que te pasa. —suplico Harry.
—Pasa que ella, me odia. Debí suponer que algo tramaba, no sé qué quiere hacerme...
—¿De qué hablas? —preguntó separándola para mirarla, ella entrecerró los ojos, dejando una última lagrima caer.
—Cuando tenía nueve años, había un parque cerca de casa, estaban haciendo audiciones para entrar a su equipo de fútbol. Sin preguntarle a mi padre, Dustin y yo fuimos para que pudiera entrar. En cuanto empecé a patear el balón, el entrenador había dicho que podía estar en su equipo. Pase así meses jugando en partidos, Dustin siempre era el que me acompañaba, cuando mi padre se enteró, no estaba muy contento pero con el tiempo empezó a entender pero no del todo. Me despertaba a las cinco de la mañana solo para practicar y repitiéndome esa frase, esa maldita frase de el...
—"Ser bueno no es suficiente, tienes que ser perfecta. No quiero una hija que se pase todo el día en una cancha sucia nada más para ser buena, no, tiene que ser la mejor." —dijo Harry al fin entendiendo todo.
—Exactamente. Cuando yo metía algún gol, mi padre jamás se levantaba como lo hacía Dustin, jamás se sentía orgulloso de mi, en lugar de escuchar un "buen trabajo" escuchaba un "para el otro partido trata de meter más". Siempre que empezaba algún partido, todos gritaban mi nombre, diciendo que yo metería todos los goles, pero a mí no me importaba eso, lo único que me importaba era divertirme, yo amaba el fútbol, era lo único que me gustaba. Ya después me canse de todo, de solo ir a practica y escuchar que siempre me pasaran el balón, y en casa, escuchar a mi padre maldiciendo que porque no tenía una hija que le gustara algo más que patear mugre en una mugrosa cancha, así que, a los quince años, deje de jugar fútbol, empecé a audicionar en obras de la escuela, supuestamente empecé a interesarme en la actuación. Mi padre estaba más que feliz con mi decisión.
—¿Por qué lo hiciste?
—Para hacerlo feliz... —una lágrima
—Ya no llores preciosa —dijo Harry volviendo a abrazarla.
—Es que no entiendo porque esa... esa estúpida mujer, decidió cambiar la película así.
—¿Por qué lo haría? ¿No te llevabas bien con ella?
—En verdad pensaba que sí. Algo trama... no sé qué... pero me quiere hacer sufrir.
—Entonces no dejes que lo consiga. —dijo Harry besándola dulcemente en los labios. —Hablaré con los chicos esta noche, los convenceré que renuncien su papel en la película.
—No. Claro que no. Necesito averiguar qué pasa con esa loca, porque quiere herirme.
—¿Estas segura que podrás fingir que no te afecta?
—Lo he hecho durante dos años, puedo hacerlo por uno más. —dijo bajando la cabeza.
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