Pedacito mío.

Capítulo 11.

Min Ho estaba dando sus primeros pasitos, y quizás eso fue lo que hizo que aceptara a Hee Chul y a Si Won de regreso en su vida, su hijo, aunque su amigo como prometió, volvió a la ciudad y lo primero que hizo fue empezar a buscar en los orfanatos de la ciudad, pero en los pocos que había podido investigar no había ningún bebé con la edad aproximada a la de su hijo, haciendo que cada vez las esperanzas de Ki Bum fueran menos, porque sabía que en el momento que su hijo hubiera sido dado en adopción todo sería más difícil, no podía pedir a su bebé de regreso argumentando que no fue él quien lo dio en adopción, y aquello lo preocupaba.

Ki Bum estaba consciente que Min Ho no era su hijo, éste era cuatro meses mayor a su pequeño Jong, pero tenía un espacio en su corazón, llenando de aquel amor que no podía darle a su bebé, y parecía que el niño estaba acostumbrándose a él, en algunas ocasiones no le importaba quedarse a su lado durante horas si sus papás no estaban y aquello hacía feliz a Ki Bum, pero no a las padres de estos, que parecían molestos sin poder controlar a su hijo, más cuando éste parecía empeñado en avergonzarlos frente a su socio, de quien sus visitas se habían vuelto constantes.

El joven había colocado a Min Ho sobre la encimera pidiéndole que no se moviera mientras le calentaba el biberón que Hee Chul dejó para él antes de irse, había tenido una tarde agradable con el hijo de su amigo, jugaron sobre la alfombra con algunos juguetes, y también a las escondidas, era como si en ese momento su corazón pudiera tener un descanso, aunque también era consciente de que Min Ho no era su hijo, porque estar con él no significaba que lo olvidara, sólo hacía más llevadero el dolor.

Min Ho bebió del biberón y frotó sus ojitos porque tenía sueño, y Ki Bum lo tomó en sus brazos, para llevarlo a su recámara, todavía para que regresara Hee Chul faltaban algunas horas. Sus pasos se detuvieron cuando vio al socio de su padre parado en el marco de la cocina; el hombre tenía una sonrisa que le hizo estremecerse, porque le daba miedo por esas miradas que veía le dedicaba.

—¿Te gustan los niños? —preguntó el hombre entrando a la cocina.

—Lo siento, tengo que irme, Min Ho tiene sueño.

—Es el hijo de Si Won, ¿verdad?

Ki Bum frunció el ceño porque no sabía de dónde el hombre conocía a Si Won, pero sintió como si debiera proteger a Min Ho, por lo que lo apegó más a su pecho, escuchando como éste se quejaba ya que no le permitía seguir bebiendo cómodamente del biberón, y jamás creyó que agradecería que el timbre de la casa sonara, porque Hee Chul llegó mucho antes de lo que había dicho que lo haría, él estaba acompañado de su esposo, y Ki Bum sabía lo que eso significaba, nueva información acerca de su hijo.

—Disculpe, tengo que retirarme.

Min Ho extendió los brazos hacia Hee Chul que lo tomó en brazos y una mirada bastó para que Ki Bum los guiara a su habitación, sentándose en la cama esperando lo que su amigo tuviera que decirle, pero el rostro sereno que éste mostraba en un principio cambió, dejándole ver aquel que decía que sólo traía malas noticias con él.

—No hay nada, ¿verdad?

—No, Ki Bum, ya han investigado en todos los orfanatos de la ciudad, no hay ningún bebé con la edad de tu hijo.

—¿Y en los registros? ¿algún bebé que fue adoptado y que tenga la edad parecida a mi pequeño?

—Ningún orfanato nos ha querido dar ese dato, pero estamos trabajando en eso, además...

—¿Y si nunca encuentro a mi bebé?

—Ki Bum —Hee Chul intervino, Min Ho ya se había dormido en sus brazos —no seas pesimista.