Pedacito mío.

Capítulo 16.

Jong Hyun se movió inconscientemente más cerca de Ki Bum cuando vio a Soo Man tomar en brazos a cierto niño que entro gritando la palabra "abuelito", y hubiera querido ser cercano a la familia, o que su ex al menos le prestara un poco de atención para incluirlo en la escena familiar, porque éste no le dedicó ni siquiera una mirada cuando caminó hacia su esposo.

No pudo apartar la mirada de Soo Man y su nieto, pero sabía que no era el único, de hecho, todos los presentes estaban sorprendidos, claro que sus reacciones eran por razones diferentes, ya que Jong Hyun sintió que su pecho se oprimía al ver al niño abrazar con tanta fuerza a su abuelo, y por primera vez en cinco años pudo darle un rostro a su hijo, una voz, porque éste no dejaba de hablar fuerte de lo feliz que estaba de poderlo y podía decir que Ki Bum no se equivocó, su hijo era hermoso.

Quería acercarse y arrebatarle a Soo Man su hijo, y cuando su cuerpo empezó a moverse sin poder controlarlo, una mano se colocó en su hombro, haciendo que se detuviera, y cuando volvió su mirada vio a Samuel, quien tenía su rostro serio y una mirada de éste fue suficiente para hacerlo entrar en razón, porque su amigo sabía que lo mismo que él, que ese niño era su hijo, le había contado todo, porque necesitaba sacarlo de su sistema, e ir y arrebatárselo no era algo prudente, el niño ni siquiera lo conocía.

Se sintió celoso cuando el niño miró a Ki Bum y se lanzó a sus brazos como si lo conociera de siempre, y pudo ver a éste tomarlo con más fuerza de la necesario, como si en aquel abrazo intentara con recuperar el tiempo perdido, porque su ex no pudo evitar sus lágrimas, las cuales no pasaron desapercibidas fácilmente, porque incluso Taemin lo miró con su ceño fruncido y paso sus manos sobre sus mejillas, murmurando una pregunta sobre la razón por la que lloraba, y ante la respuesta que recibió sólo pareció más confundido.

¿Por qué él tenía sólo que ser un espectador de eso? ¿Por qué no podía sostener a su hijo en brazos?, y los celos ya no fueron solo hacia Ki Bum, ni Soo Man, sino al hombre que había entrado junto a Taemin, quien le quitó el niño a su ex, y viendo como éste se abrazaba con fuerza a su cuello mientras su ceño seguía fruncido sin apartar la mirada de Ki Bum, como si todavía intentara entender lo que sucedía, cómo quisiera que su hijo al menos le pudiera dedicar una mirada.

—Jong Hyun, disimula un poco —murmuró Samuel cerca de él.

Sólo en ese momento se dio cuenta que tenía sus puños apretados y el ceño demasiado fruncido, así como mandíbula tensa y lágrimas estaban cayendo de sus ojos, porque aquella escena, el ver a su hijo y ni siquiera poder tocarlo, abrazarlo, decirle lo mucho que lo quería, era tan injusto, porque Ki Bum había podido hacerlo, aunque fuera unos minutos.

No creía que fuera justo, porque Ki Bum tenía el recuerdo de su hijo como bebé, y ahora hasta lo pudo abrazar, pero él, sólo era un espectador, y la escena le olía demasiado, tanto que salió del jardín en dirección al baño, necesitaba calmarse si quería seguir alrededor y poder acercarse a Taemin.

***

Jin Ki estaba sorprendido al ver a Ki Bum llorar, y cientos de pensamientos pasaron por su cabeza, sobre todo la posibilidad de que el joven pudiera estar embarazado y por eso había estado sensible a un reencuentro de él con su padre, ignorando la verdadera razón de eso, en como éste se sintió el hombre más dichoso sobre el planeta al tener a Taemin un pequeño momento en sus brazos, porque había deseado tanto hacer eso y ahora pudo, lástima que Chang Seon se lo quitó cuando él no quería dejarlo ir, pero no podía aferrarse al niño sin parecer extraño.

Buscó a Jong Hyun pero no lo pudo ver, sin embargo una mano tirando de sus pantalones le hizo bajar la mirada, encontrándose con Min Ho que tenía su ceño fruncido mientras estiraba sus brazos hacia él, porque el niño se había sentido celoso de ver a Taemin abrazando a su tío, cuando éste era solo de él, no tenía derecho a abrazar a otros niños, y mucho menos a ese que para él era feo, demasiado delgado, muy blanco, muy querido a su parecer, porque sólo estaba celoso y todo en él era un defecto, incluso aquellos labios que se veían más gruesos de lo normal.