Capítulo 14.

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Que Jong Hyun lo abrazara no significaba que hubieran arreglado todo entre ellos, que las palabras del pasado desaparecieran o que el dolor lo hiciera, fue más compartir lo que sentían, la pérdida de su hijo sin culparse el uno al otro, no hubo palabras de reclamo, sino miradas de comprensión, que expresaron más de lo que hubieran podido decir si hablaban.

Hubieran podido estar así toda la noche, pero Hee Chul los interrumpió, porque las personas buscaban a Ki Bum, y él se encargó de que luciera lo suficiente presentable para poder seguir con lo que quedaba con el tiempo de la celebración, aunque ya no necesitaban aparentar, ya habían tenido la información que necesitaban, la cual no servía de mucho.

—Ki Bum, ¿qué vas a hacer cuando ésta farsa termine?

El joven miró al hombre que era su esposo, ¿por qué no podía ser un viejo de esos que se quedaba dormido cuando daban las ocho de la noche?, hubiera sido muy útil, porque ahora era capaz de pensar en lo que suponía que debía de suceder esa noche, y su cuerpo se estremeció al pensar a Soo Man tocándolo, no quería eso, prefería que lo colocaran en a la autopista en un día y hora transitada y que todos los autos pasaran sobre él antes de dejar que éste lo tocara.

—¿Qué piensas de los somníferos? —dijo Ki Bum.

—En una cantidad alta podrías matarlo, está muy viejo.

El chico se sorprendió de ver a So Dam a su lado, a su parecer ella se había vuelto más bonita con el pasar de los años, así como que su mirada ya no pareciera tener odio hacia él se sentía mejor, pero eso no fue algo que le preocupara mucho cuando había algo más, o alguien más que se acercaba a ellos sonriendo, como si se sintiera rejuvenecido, y que hizo que quisiera esconderse detrás de Hee Chul, o de Si Won, incluso la tierra abriéndose bajo sus pies y él cayendo en un abismo profundo le parecía una buena opción.

—Es hora de ir a casa —habló Soo Man.

Ki Bum miró a sus amigos por algo de ayuda sin que estos pudieran hacer nada antes de que tuviera que irse de la mano de aquel hombre, que colocó todo su cuerpo tenso, incluso cuando subieron al auto y el chofer empezó a conducir, porque él esperaba que Soo Man en cualquier momento se abalanzara sobre él, y empezaba poco importarle si le daba demasiado de algún somnífero, podía decir que no fue su culpa, pudo haber pasado sin que él estaba ahí, hasta estuvo preparando su defensa frente al juez cuando fuera acusado de asesinato.

Al llegar a la casa el chofer abrió la puerta para ambos y el cuerpo de Ki Bum se colocó más rígido, al menos no tuvo que tomar la mano de Soo Man mientras caminaban al interior de la casa, pero cuando la puerta se cerró, parecía que la fachada de matrimonio perfecto se terminó, porque el hombre lo miró duramente y aquello hizo dar un paso hacia atrás al chico, preparándose para correr.

—Puedo dormir perfectamente sin somníferos —dijo como una advertencia —serás llevado a tu habitación.

Ki Bum estuvo un poco confundido en un principio cuando fue llevado a una habitación que parecía no ser usada muy seguido porque no había artículos personales ni en la recámara, ni en el baño, sólo sus maletas empacadas a un lado, las que parecía que sus padres no demoraron nada enviar a esa casa como si les estorbara en la de ellos.

A pesar de que esa noche no parecía que Soo Man pretendiera dormir a su lado o ir más allá, colocó el seguro a la puerta, además de que una silla contra ésta por si necesitaba más seguridad, habría movido incluso el ropero si éste no estuviera pegado a la pared.

No pudo decir que esa fue una noche en la que pudo dormir muy bien, de hecho, casi no lo hizo antes de que una empleada estuviera llamando a su puerta para que bajara a desayunar, y tuvo que esforzarse para bajar porque "el señor Soo Man requiere su presencia", y creía que nunca antes le había parecido tan molesto el nombre como en esa mañana.

Pedacito mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora