Pedacito mío.

Capítulo 5.

Se removió un poco incómodo en la cama, sintiendo calor mientras un brazo pasaba alrededor de su cintura y tal vez debería de estar acostumbrado a eso, porque no era la primera vez que era abrazado de esa manera, y de hecho, le gustaba mucho, le hacía sentirse seguro, pero en esa noche el ambiente estaba demasiado caluroso y hubiera querido tener las comodidades de la casa de sus padres, en donde su cama parecía excesivamente grande para una sola persona pero lo suficiente cómoda para dos.

Con cuidado se levantó y abrió la ventana, suspirando cuando vio la luna en el cielo, y su mano acarició su vientre que ya no era tan pequeño como antes, porque el tiempo pasaba y éste había empezado a crecer, a su parecer demasiado rápido, porque antes de que lo notara su ropa ya no le quedaba y tuvo que ser paciente hasta que su novio tuviera tiempo para acompañarlo a comprar algunas cosas, porque parecía que la condición de sus padres también fue no dejarlo salir solo de casa.

La condición de sus padres fue que dejara el instituto y que nadie se enterase de que estaba embarazado porque querían guardar las apariencias, y era algo que él lo tenía claro, y tuvo que aceptar si quería tener a su bebé, aunque Jong Hyun no se lo dijo así, lo sabía, porque incluso lo habían enviado a vivir con su novio en lugar de permitirle quedarse en casa, porque "es mejor que estés con Jong Hyun porque él tiene tiempo para cuidarte", habían sido las palabras de su madre, las cuales él no terminaba de creer, ya que su novio tampoco tenía mucho tiempo ahora, entre la universidad y el trabajo de medio tiempo que consiguió, a penas y podía estar con él.

Aunque no podía quejarse, Jong Hyun estaba esforzándose mucho porque nada le faltase, ya que sus padres tampoco estaban ayudándole económicamente, parecía haber sido una de las cosas acordadas para dejar de insistir con que no tuviera al bebé, y eso le hacía sentir a Ki Bum como que hubiera muerto para ellos, porque sí, entendía que ellos no tenían que responsabilizarse por su bebé, sin embargo el tan sólo verlos dos veces en los casi tres meses que llevaba viviendo con Jong Hyun lo tenía triste.

Ki Bum de niño se había esforzado para ser un hijo ejemplar, pero sus padres nunca tuvieron tiempo para él, hubo una niñera que lo cuidaba, y cuando creyeron que tenía la edad para cuidarse por sí mismo, dejaron de pagar a una persona innecesaria, y él intentó llamar la atención de sus padres, de cualquier persona que pudiera darle un poco de amor que él estaba pidiendo desesperado, y Jong Hyun parecía haber sido enviado para estar a su lado, lo cuido todo el tiempo incluso cuando se conocieron, y si no lo hubiera besado sin su permiso todo habría sido perfecto, pero no se arrepentía de nada, no cuando lo veía esforzarse por él y su bebé.

También estaba agradecido con los padres de su novio, quienes los estaban apoyando, porque las cosas pudieron complicarse más todavía y estos no permitirles quedarse vivir con ellos, pero estos habían entendido la situación, e incluso Ki Bum se había vuelto un poco más cercano a la mamá de su novio, ya que pasaba la gran parte del día a su alrededor, y parecía entender cada situación del embarazo, hasta cuando se enojaba con Jong Hyun sin razón aparente, porque a veces extrañaba demasiado las comodidades que tenía con sus padres.

Escuchó como Jong Hyun se movía en la cama y con la poca luz que entraba por la ventana, intentó ver a través de la obscuridad, porque lo último que deseaba era despertarlo, no cuando en ese día su novio lucía especialmente cansado, porque al parecer el trabajo fue muy duro para él, que le había sonreído y apenas pudieron hablar antes de que éste se hubiera quedado dormido.

Sintió a su bebé moverse, al parecer no era el único que no podía dormir, y con sus manos acarició su vientre mientras una pequeña sonrisa apareció en sus labios, porque desde la primera vez que pudo sentir a su bebé, parecía que éste cada vez se volvía más inquieto, aunque parecía haber empezado a tener un preferido entre él y Jong Hyun, porque cuando le hablaba siempre solía moverse más, sin embargo, al escuchar la voz de su novio, solía quedarse quieto, y algunas veces pateaba como si le estuviera recordando lo feliz que le hacía escucharlo, aunque parecía que su hijo amaba escucharlo cantar, era cuando más inquieto estaba antes de tranquilizarse.