Cap. 1

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Era difícil describir aquellos sentimientos que le embargaban. Esa dulce nostalgia y aquellas memorias difusas. Estaba en aquel lugar, que aun que muy familiar, le resultaba imposible recordar de forma precisa.

El calor era sofocante, arido, carente de vida... Pero su padre insistía que ella debía vivir en aquellas aridas tierras, y ser finalmente de utilidad a su clan.

Proveniente de una familia acaudalada, de una tierra prospera y llena de vida Hyuga Hinata, una mujer hermosa de tan solo 17 años, con una cabeller larga y sedosa, de color azul, tan profundo azul que se confundía con el cielo nocturno; y aquella gentil mirada gris, tan vacía a los ojos poco observadores, pero tan profunda para quien supiese apreciarle.

-Hyuga-sama, es un honor tenerle en nuestro humilde hogar- decia una mujer cortez y hermosa, sobre su nada humilde hogar, así es: Sabaku no Temari, la joya más bella del desierto le estaba dando la bienvenida.

-Etto... Muchas gracias Temari-sama- dijo tímidamente la ojiluna, mientras se inclinaba levemente. -Espero no ser una molestia durante mi estancia-

-Claro que no! Para nosotros es muy importante la presencia de tan importante familia, sientase en su casa- así Temari empezo a guiar a Hinata a través de la hostentosa mansión, donde habitaba la familia más poderosa de Sunagakure.

Hinata, siempre observadora; no pudo evitar vislumbrar una cabellera roja como la sangre en una de las habitaciones, sintió como aquellos ojos aquamarin se clavaban en ella, pero luego desaparecían ¿habría sido un espejismo del desierto? Quien lo podría saber...

-Hemos llegado Hinata-sama! - anunciaba Temari mientras la servidumbre acomodaba en una lujosa habitación las pertenencias de la princesa Byakugan. -Te pido disculpas por la ausencia de mis dos hermanos, Kankuro se encuentra en una reunion del consejo y Gaara, pues... El es un tanto taciturno, no prometo le veas durante tu estancia- Temari le restaba importancia al hecho de que su hermano menor no hiciera el menor esfuerzo por aparecer. Hinata sonrio gentilmente y fue dejada en la alcoba.

-*Me pregunto quien era ese joven de cabello pelirrojo*- y como si alguien leyera sus pensamientos, al levantar la mirada a la chimenea pudo observar un cuadro meticulosamente elaborado... Un joven de rebeldes cabellos rojos, con una mirada implacable e inexpresiva... El cuadro parecía observarle, y su piel entera se herizo... Era el, sin duda... -*Sabaku no... Gaara*- con este pensamiento se rindió al profundo cansancio que el largo viaje le habría causado, sin notar que los ojos de aquel cuadro se movian... Alguien había notado su largo contemplar de aquella imagen...

Continuará...

Preciada Memoria... (GaaHina) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora