Cap. 14

879 113 24
                                    

Todo aquello no había pasado desapercibido por los pobladores de Sunagakure, y por otros ojos azul oscuro que más interesada se había acercado por las sombras y había escuchado atenta aquella información.

-"quizá es por eso que le interesa tanto" - pensó satisfecha la pelirubia, alejandose por las sombras al ver s su cuñada partir con dirección al hogar que compartían.

Ya había caido la noche, y se encontraba haciendo sus últimos mandados, cuando observó una cabellera roja como la sangre a través de una ventana de... ¿Una cantina?

Furiosa, ingreso a aquel local, y observó a su siempre prudente hermano menor, riendo, cantando y sonrojado abrazado de su hermano Kankuro... Furiosa al ver al mediano perdiendo la menor, les tiro con fuerza fuera del lugar, e inmediatamente exigió a Kankuro le explicara el por que de su comportamiento.

-¿Qué demonios te esta pasando Kankuro? ¿Qué le hiciste a Gaara?- gritaba en plena calle mientras golpeaba con su indice el pecho del moreno.

-Shhh shhh no hagas un alboroto Temari-chaaaaan- aquel comportamiento típico de un borracho, inconsciente e irracional, entonces Temari tomo del cuello al menor.

-Deberías sentirte avergonzado, Hinata-chan te espera en casa desde hace horas- pero entonces, algo en la mirada del menor le alerto... Sus ojos fríos y minutos antes enérgicos, se tiñeron de melancolía y tristeza, un sentimiento muy ajeno a el. Le solto y empezo a andar a casa.

-Vamos par de borrachos, la juerga se acabó.-

Al llegar a casa, cada hermano se dirigió a su habitación, pero aquella pelirubia no pudo evitar notar como el menor dudaba por un momento entrar en su habitación...

---------------------------------------------------------
Hinata escucho cuando entraron, y el escandalo que tenía su cuñado que discutía con su cuñada por algo que no alcanzaba a entender, decidió quedarse acostada, resignada a no ver esa noche a su marido... Hasta que sintió una mirada clavada en su espalda, con duda y algo de pena por su ropa en aquel momento, decidió quedarse inmovil. Escucho esos pasos cansados y por una rafaga de viento sintió el aroma al aguardiente mezclado con canela... Sin duda era su esposo y había bebido.

Sintió miedo, recordando las veces que su padre en aquel estado había maltratado a su difunta madre, y llego a creer que correría la misma suerte, pero los gritos, los golpes e insultos jamás llegaron a ella, solo sintió aquel cuerpo cansado entrar a la misma cama que ella, y esos ojos aquamarin viendole fijamente.

Timida, abrió un ojo y allí le encontro viendole fijamente con un semblante triste, lleno de preguntas. Y entonces aquel frío y estoico hombre, aquel a veces muy cariñoso joven (solo con ella), abrió los labios, y con una sola pregunta le descolocó totalmente.

-¿Aún lo amas, cierto?- Hinata no lograba comprender, y le veía con duda mientras procesaba aquellas palabras. -¿Aún amas a Uzumaki verdad? - más directo, pero temiendo la respuesta de aquella ojiluna, formulo la pregunta que se había instalado en él aquella tarde.

Quizá por los murmullos de los aldeanos "pobre chica, la casaron con el moustruo, por no ver con cuanto amor le mira el coronel de Konoha" "seguro planea fugarse con aquel hombre de Konoha" "¿Te enteraste? La esposa del demonio del desierto tiene un amorío con el Zorro de Konoha"

O quizá era su misma conciencia, al haber alterado los pensamientos de Uzumaki y apartarle de su amada ojiluna. Pero aquel día se había entregado por completo al alcohol y a la tristeza, ella jamás le amaría.

-el fue muy especial para mi etto... Pero... -

-¿pero? - aquel comportamiento no era propio de el, tan acelerado, pero deseaba saber la verdad.

-pero, eso esta en el pasado, ambos somos adultos casados y yo me consagro a nuestra unión danna-sama- Aquellas simples pero sinceras palabras, fueron mejores que el ungüento más efectivo de todas las naciones, y sin saber si era el alcohol, una extrema felicidad o una mezcla de ambas cosas... Gaara tomo el rostro de aquella ojiluna y le beso, le beso con agradecimiento, le beso con amor, le beso con tal devoción que para su felicidad, estaba siendo correspondido.

El sabor del whisky aun inundaba sus labios, pero la dulzura de aquella mujer hacia tan perfecto el momento, que a penas se separaban unos segundos para tomar aire y retomar aquella danza de sus labios, tan dulce, tan tierna, tan adictivo.

Empezo a explorar con sus varoniles manos el cuerpo de su mujer, y se deleitaba con lo suave y cremoso de su complexión, cada curva tan femenina y proporcionada.

Ella estaba completamente sonrojada, dejandose llevar inicialmente con el fin de cumplir a su clan y consumar su matrimonio, pero empezaba a disfrutar de los labios y caricias de aquel pelirrojo. Sin querer un suspiro se ahogo en los labios de ambos, y aprovechando aquello, el joven introdujo su lengua explorando con más avidez la calida boca de la ojiluna, sintiendo complacido como ella se retorcia bajo su cuerpo, sin saber en que preciso instante se coloco sobre ella.

Los besos ya no eran suficientes, y empezo el descenso por su cuello, saboteando aquel delicado cou de crayon, saboreando la suave y delicada piel de los hombros y llegando finalmente al nacimiento de sus generosos pechos, escuchar sus suspiros, y notar que no le detenía con el plus se aquel estado etílico, lo llevo a lamer el contorno de aquellos generosos montes que con la bata de botones y tela satin, no le hizo difícil quitar, aquella vista era extaciante, y los pequeños botones rosa que se erguian frente a el le probaban que ella están tan excitada como el.

Lamio, succiono y hasta mordisquio aquellos rosados pezones, y entonces empezó a bajar más, hasta encontrar el elástico de aquella bella y sutil braguita. Sentía su aroma llegar hasta el, y se aproximo a la entrada de aquel suave lugar, para encontrarle totalmente empapada...

-tranquila okusan, arreglaremos esto- desinhibido, caliente y necesitado de ella no sabia el efecto que había tenido esas palabras en ella... Desmayada, sonrojada al borde de explotar, fue devuelta a la vida al sentir aquella calida lengua sobre su intimidad... Y allí estaba su esposo, devorandole por completo, y ella cubriendo su boca para no gritar del placer.

Se entregó al deseo por completo, y sin darse cuenta ya estaba con sus manos enredadas a los rojos cabellos, acercando más aquel rostro a su intimidad, el no mostraba molestia alguna, y succionaba cada jugo que de su amada emanaba, hasta que le sintió contraerse, terminó en su boca y aquel gritillo ahogado llamandole le hizo mella completamente, su miembro erecto a más no poder pedía a gritos hacerle suya... Se despojo presuroso de lo único que llevaba puesto al dormir (un pantalón flojo) y se coloco en aquella dulce entrada, acaricio con su miembro aquel lugar.

-te deseo tanto Hime- ronco, excitado a más no poder, le miro a los ojos buscando negación o miedo, pero le encontró excitada, deseosa y entonces ella le beso, le beso con tanta ternura que el no pudo más que hundirse en ella... Sintió algo romperse y a ella tensarse. Se detuvo, y le dejó habituarse a su masculinidad dentro de ella...

-tan estrecha- susurro el, y empezo a moverse lentamente con miedo a terminar pronto de lo bien que se sentía al estar dentro de ella... Al sentir aquellas cremosas y largas piernas alrededor de su cintura, supo que podía moverse más profundo y más rapido.

Gruñidos, suspiros, gemidos. Y entonces el Demonio de la arena lleno totalmente de su ser a aquella bella ojiluna, cayendo exhausto sobre ella, disfrutando del calor de su femenino cuerpo y la suavidad de su ser.

Luego de un rato, se acomodo a un costado de ella y con sus fuertes brazos la aproximó a el, y coloco la mano temblorosa de aquella hermosa mujer sobre su pecho.

-es poco, marchito, lleno de culpas.- se detuvo un segundo el pelirrojo. -Pero este corazón, es totalmente tuyo Hime- luego de decir aquello, se entregó a Morfeo totalmente, y ella también, disfrutando de la tibieza y seguridad que ambos sabían brindarse.
——————————————————
Les gusto!? 😱
Comenten que tal!!! 🤗 🤗 🤗

Preciada Memoria... (GaaHina) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora