Cap. 4

1.4K 143 13
                                    

Desperto, ya con la ropa colocada, aquel infernal calor le golpeo de lleno, parecía que todo aquello había sido un extraño sueño.

Empezó a caminar apresurada para encontrar al menor de los Sabaku no, quien según palabras de la servidumbre sería su guía en aquel día.

-etto... Perdón por la demora, yo... Yo no se en que momento me volvi a quedar dormida- escondiendo su sonrojo, esa vergüenza que le carcomia por su torpeza, se dirigió al joven que le esperaba en la puerta.

-hmp- solo eso, y un asentimiento de cabeza fue lo que recibió. -sigueme- y entonces ya se encontraban fuera de las inmensas paredes de la mansión.
-Necesitarás esto... Tu piel no esta habituada.- entonces le extendió una capa gruesa de color crema, que le cubria desde la cabeza hasta los pies, casi al punto de arrastrarla.

-arigato Gaara-sama- dijo timidamente la chica, sintiendo casi asfixiante la presencia del pelirrojo, no podía negar que su aspecto era terriblemente seductor, y su voz un deleite al oído... Pero aquella aura de peligro que le cubría le llenaba de cierta inseguridad.

Fueron de aquí a allá, pasando por ventas de tejido finísimo, hasta dulcerias. Y todo debido al pequeño centro de compras y curiosidades que el padre de aquella mujer quería abrir en su natal Konohagakure, ella se sentia emocionada, la idea que finalmente su padre le confiara una tarea tan importante le hacía brincar de alegría... Y de pronto se encontro frente a un oasis, un pequeño parche verde dentro de la ciudad... Y como si fuera una alucinación del desierto, se observó a si misma, corriendo entre los pequeños pero frondosos arbustos, perseguida por aquel niño de cabello blanco y mirada azulina... Llamando hacia un costado, a una figura que no podía descifrar... Y tras aquella alucinación, su cuerpo se desvaneció.

Justo cuando iba a tocar el duro suelo, unos fuertes brazos la atraparon, y como si su cuerpo fuese más liviano que una pluma, fue cargada como una novia de regreso a la mansión.

Nadie podría creer lo que pensaron ver, creyeron que era una alucinación, o un espejismo del desierto... Pero el rostro de Gaara el sanguinario se lleno de angustia al ver desfallecer a aquella extraña.

La recosto en su propia cama, y allí le observo con detenimiento... Su rostro pacifico, aquella respiración acompasada, y esos labios antes pálidos que lucían rosados y carnosos, tan apetecibles...

No era como si Gaara fuera un pervertido, o un enfermo mental. Pero aquel hombre frío he introvertido había descubierto el significado de aquella marca impuesta de niño, al conocer a esa pequeña.

Su mejor amiga, y luego aquel amor que hizo crecer desde las sombras...

-------------------- Flash Back --------------------

-Gaara-kun!!! Corre Gaara-kun debes alcanzarnos!! - decía la pequeña niña mientras corría junto a aquel otro niño de cabello blanco.

-Gaara-sama es muy lento y enojon Hinata-san, mejor no insista... - dijo sin más aquel muchacho.

-Ken-san no sea tan duro con Gaara-kun, es solo que es timido- repetía energica la pequeña mientras volvía sobre sus pasos para halar al niño pelirrojo 1 año menor que ellos.

------------------Fin Flashback------------------

-Parece que tus recuerdos estan volviendo pequeña... Ya es hora.- beso la coronilla de aquella princesa durmiente y le dejo descansando mientras escribía algo en su escritorio, rodeado de libros y armas...

Continuara....

Si les gusta por favor denme corazón! Y comenten. Es la primera vez que escribo algo y su apoyo es muy motivante 😝😝😝

Preciada Memoria... (GaaHina) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora