~Chocolate Candy~ (Hyunmin) (CandyLike #2)

Capítulo 8: Hoping for the better.

Y acá estamos again(? 😂

Espero que les guste, y perdón por los errores 🙏❤️

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Fue un día de la última semana en su tercer mes de embarazo, cuando las cosas sobrepasaron a Seungmin. Porque a pesar de mantener una distancia casi dolorosa, él y Jeongin continuaban sentándose juntos. Pero aquella mañana, él estaba sentado junto a Jisung. Ambos llevaban un gesto serio, y parloteaban sin parar.

Quizás fue un rejunte de todo: esa situación, su cansancio, los síntomas que parecían no querer dejarlo, el casi haber dejado de entregar tareas. Su paciencia estaba en un claro tope, y no sabía si rompería algo a golpes, o se largaría a llorar en medio de un pasillo. Probablemente ambas.

Dejó sus cosas junto a Felix, y se sentó con rapidez.

-Tranquilo -susurró el mayor, apretando su hombro con suavidad.

-Esto no está para nada bien, Felix. Esto está fuera de control, y es ridículo ¿A caso hice algo mal? ¿Es tan malo que quiera intentar hacer las cosas de la mejor manera posible?

Sintió sus ojos llenarse de lágrimas, y dio un golpe a la mesa. Llamando no solo la atención de bastantes alumnos, entre ellos Jeongin y Jisung, sino que también la del profesor. Este frunció el ceño en su dirección.

-¿Algo que compartir con la clase, señor Kim?

Seungmin sintió casi una ira asesina. Volvió a colocarse su mochila, y caminó hacia el profesor.

-Sí. Todo es una puta mierda -gruñó, antes de salir del lugar.

Caminó sin rumbo aparente, como paseando por los vacíos pasillos. Por lo menos, antes de detenerse en la cancha de fútbol. El equipo practicaba, y si lo hacían a primera hora, era porque algún partido importante se acercaba. Tenía el vago recuerdo de Hyunjin mencionando algo sobre ello. Últimamente entrenaba bastante.

Se sentó en las gradas, y observó en silencio, hacia bastante frío aquel día. Por supuesto, nadie lo notaría, así que tenía la libertad de quedarse allí en silencio, e intentar calmar su enojo con la vista de un montón de chicos corriendo alrededor de una cancha. Parecía razonable.

-No tener a Jeongin, se siente extraño -susurró-. Me gustaría que el pudiera hablarte ¿Sabes? Él lo haría. Es un charlatán de primera.

Suspiró y se recostó contra los asientos.

-Los dos somos un poco cabeza duras y cobardes. Prometo mejorar, mereces un padre mejor.

-¿Seungminnie?

Su nombre lo sacó de la ensoñación. Levantó la vista, encontrándose con Hyunjin, llevaba un gesto preocupado, que Seungmin tardó en comprender.

-¿Qué haces aquí en horario de clases? -preguntó.

-Ey... ¿Me das un abrazo?

Se sintió estúpido a penas las palabras dejaron sus labios, pero Hyunjin no lo observó extrañado ni se alejó.

-Estoy todo sudado -dijo con gracia.

-No importa realmente.

El mayor asintió, y sentándose a su lado, lo abrazó.

Sí, eso se sentía bien. Los abrazos de Hyunjin eran casi como un sedante.

-Luego tienes que decirme que está sucediendo ¿Sí? -susurró.

-Solo si me consigues más del postre de tu padre -susurró.

-Pero mira que chantajista me has salido -soltó con gracia.