~Chocolate Candy~ (Hyunmin) (CandyLike #2)

~EXTRA 1~

Todos estos capítulos extras consisten en distintas "escenas", narradas de forma cronológica, que toman parte a penas finaliza la historia principal, y recorren alrededor de 5 años.

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Oyó el gruñido casi sobre su oído; una mano del mayor, apretándolo contra su cuerpo.

-Hyunjin, suelta -murmuró.

-Nooo -gimoteó contra la almohada.

-¿Quieres que despierte a tus padres?

Lentamente, la mano que lo aprisionaba, lo dejó ir. El llanto aún se oía a través del pequeño parlante, y era bastante fuerte en contraste de la silenciosa noche.

-Tú duerme, en dos horas tienes que levantarte -advirtió hacia el mayor.

Hyunjin hizo algún tipo de sonido que sonaba a protesta, pero Seungmin ya estaba caminando hacia la habitación frente a la suya. Allí, un muy molesto Taehyun, lloraba con toda la fuerza que sus pequeños pulmones le permitían.

Seis meses, era la edad de su pequeño hijo. Pero bien podía tener los pulmones de un adulto, porque no creía que cualquier bebé pudiera llorar de aquella manera.

-¿Qué? ¿Qué? -preguntó suavemente hacia su hijo; el cual notó su presencia de inmediato, estirando sus pequeños bracitos-. ¿Por qué lloras tanto, amor?

Lo cargó, haciendo uso de las pocas fuerzas que tenía, después de ser despertado abruptamente. Y Taehyun se acomodó contra su cuello, casi de inmediato; su llanto frenando lentamente, mientras Seungmin lo mecía.

-¿Solo querías atención de appa? ¿Eso pasaba? -preguntó en voz baja, casi un susurro-. Quizás has tenido un mal sueño.

Pero cualquier otra idea fue descartada, cuando Taehyun apoyó la boca contra su cuello, claramente buscar de donde alimentarse.

Seungmin rió suavemente y negó con la cabeza.

-¿Es que eso soy para ti? ¿Una máquina productora de alimento? -preguntó con gracia.

Se dirigió hacia el sofá que descansaba en una esquina de la habitación, y dejándose caer allí, dejó que Taehyun se alimentara con tranquilidad.

Se veía tan pacífico entre sus brazos, sus pequeños ojitos abiertos, su ceño algo fruncido, y una de sus pequeñas manitos, golpeando despacio contra el pecho de Seungmin.

No iba a mentir; desde el nacimiento de Taehyun, se sentía mucho más sensible emocionalmente. A veces se veía como un terrible desastre, sobre todo en madrugadas como aquella, en la que sus ojos se llenaban de lágrimas con la simple imagen de Taehyun alimentándose.

Pero podía aceptar el desastre que era, sobre todo cuando pensaba en lo mucho que su vida habría cambiado.

Dios, adaptarse era un infierno.

Por supuesto, jamás hubiera pensado que tener un hijo sería fácil. Pero la cantidad de paciencia y voluntad que debías manejar a diario, eran casi inhumanas.

Dormir, casi había desaparecido de su agenda. La cual parecía llena de pañales, juguetes, llantos y miles de cosas más, que giraban en torno a su hijo.

Agradecía contar con la ayuda de sus suegros, porque no se creía capaz de aprender todas esas cosas nuevas, por su cuenta. Sobre todo, sabiendo que Hyunjin se hallaba tan perdido como él.

Y pobre Hyunjin. Porque Seungmin iba a la escuela cuando sentía las ganas suficientes. Pero Hyunjin iba a la universidad cada mañana, y trabajaba con sus padres en la clínica, casi todas las tardes.