EPÍLOGO

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Seung Hyun sonrió a medias mientras entregaba la última boleta de calificaciones, y aunque había algunos que parecían no estar de acuerdo, la mayoría parecían en verdad estar conformes. Suspiró profundamente antes de cerrar su portafolio y luego de simplemente despedirse de los que aún continuaban en el aula, salió de ésta y caminó por el extenso pasillo, mismo que para esas fechas ya no estaba tan abarrotado y bullicioso como de costumbre.

Pasaban de las cinco de la tarde del jueves cuando el apenas estaba abriendo la puerta de su auto para regresar a casa. Había sido una semana dura, pero finalmente él había terminado sus clases de la semana. Condujo hasta la casa que compartía con Ji Yong mientras veía en el asiento del copiloto las flores que planeaba darle. Una docena de rosas rojas atadas con un listón blanco.

Sabía que Ji Yong no era una mujer y que probablemente el detalle pareciera fuera de lugar, sin embargo, al menor parecían gustarle las veces en que tenía esos ataques de ternura. Además, le encantaban las rosas.

Sonriendo, estacionó el auto fuera de la casa y se sorprendió al notar que un auto extraño estaba aparcado justo adelante. Tomó sus cosas antes de bajar y caminó el resto de camino hacia el pórtico. Al entrar en la casa, escuchó risas dentro, junto con un peculiar balbuceo que provenía de la sala. Apresurándose, llegó a la sala tan sólo para encontrar a su pareja, sosteniendo una pequeña niña de cuatro o cinco años, vistiendo un bonito vestido de hada rosado, con zapatillas, corona y alas a juego.

-Seung Hyun, llegaste...- sonrió el castaño mientras pasaba a la pequeña de una de sus piernas a la otra. Frunció el ceño al notar a una mujer de cabello cobrizo removiéndose en el sillón a su derecha. Prestando atención, se tensó al darse cuenta de quién se trataba- Mira quién vino a visitarnos.

-Hola Seung Hyun...- ella le saludó mientras se ponía de pie- Ha pasado en verdad un largo tiempo desde la última vez.

-Lo sé, ChaeRin...- carraspeó- Creo que es mejor que los deje solos.

-No, espera...- luciendo en verdad tímida, volvió a donde se encontraba el castaño y tomó a la niña en brazos- Creo que jamás nos presentaron adecuadamente, pero creo que eso ahora es un poco irrelevante, ¿No? -rio- Vine aquí porque me enteré de que habían vuelto hace unos meses, y tan sólo quería ver a mi viejo mejor amigo.

-Puedes ver a Ji Yong cuando quieras. Es su decisión al fin y al cabo.

-Sí, claro. - sonrió- Escucha, creo que fui muy dura al juzgarte. Creí que quizás no serías bueno para mi amigo. - suspiró- Si soy sincera, me deje llevar por todo lo que mi hermano decía. Y la verdad es que nunca te conocí en verdad.

-No, no lo hiciste. Y no estoy seguro de que quiero que lo hagas ahora.

-Seung Hyun...- le reprendió el castaño, poniéndose de pie y yendo a su encuentro, colgándose de su brazo entonces.

-No, está bien. - le concilió ella mientras una sonrisa tensa le cruzaba los labios- Está en todo su derecho. Además, ni siquiera fui amable contigo cuando todos creíamos que habías muerto. -suspiró- Si puedo decir algo en mi defensa es que estaba dolida. Young Bae había muerto y todos te lo atribuimos. Necesitábamos hacerlo. -sus ojos se cristalizaron- ¿Cómo podría saber que mi propio hermano...?- suspiró mientras trataba de tranquilizarse- Él le arrebató a mi hija la posibilidad de conocer a su padre...- sonrió sin humor, mientras finalmente una lágrima se le escapaba.

-Todos lo juzgaron como impulsivo y quizás hasta poco racional, sin embargo, se cometen las mayores atrocidades cuando la cabeza está caliente.

-Espero que algún día puedas perdonarme por haberte juzgado tan mal...- sonriendo, se atrevió a acariciar con una de sus manos la mejilla del profesor mientras que con su otro brazo sostenía a la niña. Apenas unos instantes después, se alejó- Despídete, mi amor.

-¡Adiós! - chilló la chiquilla, agitando sus brazos en dirección de Ji Yong, quien sonrió le besó la mejilla. Minutos después, ambas se marcharon.

Seung Hyun no dijo absolutamente nada, simplemente dejó el ramo de rosas sobre la mesa de centro y se echó sobre el sofá mientras se aflojaba la corbata. Mientras tanto, Ji Yong simplemente se sentó a su lado y se dedicó a acariciarle el pecho.

-No es su culpa. Ella simplemente estaba desesperada por encontrarle un rostro al hombre que se lo arrebató todo.

-Lo sé. Pero por mi parte, no quiero saber sobre nada que tenga que ver con él. Como dije, si tú quieres verla es tu decisión. - el castaño simplemente se recostó sobre el pecho del mayor.

-¿Sabes una cosa? - al cabo de unos minutos, Ji Yong sonrió mientras se apoyaba contra el amplio pecho, mirándole- Al ver a esa niña, todo en lo que pude pensar fue en, ¿Cómo sería si hubiese un niño o dos aquí?

-¿Hablas en serio? ¿Niños? - lucía sorprendido.

-Sí, tan sólo imagínalos. Corriendo por toda la casa, riendo y llamándonos papá. ¿No te gustaría?

-Cariño, no creo que eso sea algo fácil de conseguir.

-Ya lo sé, pero no perdemos nada en intentarlo. - sonrió mientras uno de sus dedos delineaba los labios del mayor- Además, ya te he demostrado que soy perseverante.

-¿Cómo podría olvidarme de eso? - acariciando la mejilla de Ji Yong, Seung Hyun lo atrajo hacia sus labios- Te quedaste incluso cuando no tenías que hacerlo.

-Hemos hablado de eso, es porque eres un hombre con suerte y yo uno muy enamorado. - ambos sonrieron antes de besarse- ¿Esas son para mí? - dijo varios minutos después, señalando las flores sobre la mesa. Seung Hyun simplemente asintió- ¿Puedo saber por qué? No es nuestro aniversario, ni tampoco es mi cumpleaños.

-¿Qué mayor motivo tengo para consentirte que el simple hecho de que estés aquí?

-Sigue diciendo cosas como esa, y podría conservarte. - rieron.

-Te amo, cariño. Te amo en verdad.

-Oh, sí. Definitivamente voy a conservarte. - sonrió mientras se sentaba a horcajadas sobre él- Sigue hablando y podrías conseguir una noche que sacudirá tu mundo.


#LosAdoro ❤

Esperen pronto AMOR POR CATÁLOGO

THE BROKEN ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora