Good Girls. |L.H.| (Girls #1)

No Faith In Brooklyn.

Las 4 chicas llegan a la entrada del edificio y en los pequeños muros que indican la entrada, están 4 chicos, honestamente, jodidamente sexys, totalmente diferentes pero muy, muy, muy sexys.

Tienen el mismo uniforme pero de 4 maneras distintas, los 4 llevan pantalones negros y camisas blancas con corbatas, todos tienen las camisas afuera, botas negras y están apoyados sobre los muros.

Uno con el pelo negro lleva la corbata amarrada de el bolsillo de su pantalón, el otro tiene el pelo verde, su corbata esta completamente guardada en su bolsillo, tiene su camisa abierta por la parte de abajo y muestra un poco sus pequeñas pero marcadas entradas, el único castaño esta amarrando su corbata a su cabeza, usándola como bandana y su camisa solo tiene un botón desabrochado.

Y luego esta el otro.

Rubio, ojos azules que se ven a la distancia, la camisa desabrochada y la corbata guindando de su cuello, sus pantalones tienen un hueco en la rodilla y tiene una franela de cuadros blanca y negra amarrada en su cintura, sus piernas parecen diseñadas por un arquitecto, es alto, muy alto.

Kat observa su maleta tratando de disimular su atracción hacia el moreno de pelo negro que parece algo asiático pero se puede notar que no lo es, Staxe no le quita los ojos de encima al castaño el cual la observa casi o igualmente tan embobado como ella, Lay no parece interesarse en ninguno y bueno, Jess esta ahí parada mirando al rubio, mordiéndose su labio sin disimulación alguna.

Se quedan ahí unos cuantos segundos haciendo el reconocimiento del terreno y luego agarran sus respectivas maletas y empiezan a caminar hacia adentro.

-Brooklyn.- dice el rubio de repente.

-¿Disculpa?- responde Jess.

-Apuesto a que son de Brooklyn.- explica este.

-Sueñas.- comenta Staxe.

-¿Qué tienen contra Brooklyn?- pregunta este burlón.

-Nada, pero en San Francisco se fabrica lo mejor, cariño.- contesta Jess.

-San Francisco, que bueno, no tengo fe en Brooklyn.- dice el.

-¿Dónde esta nuestra cordial bienvenida, Australia?- suelta Jess a lo que sonríe el rubio haciendo que Jess sonría ya que sabe que acertó.

-Búscame en mi cuarto luego y te doy todo lo que quieras.- contesta este acercándose a Jess.

-Dime con quien debo hablar y posiblemente me pase luego.- dice ella acercándose más a él hasta que sus labios casi se rozan.

-Señoritas, vengan conmigo.- ordena una voz a las espaldas del chico, haciendo que se separen.

Ahí se encuentra una señora de unos 55 años que no se ve muy contenta, tiene un vestido hasta las rodillas azul, muy feo.

-¿Lucas no tienes clases a las que asistir?- pregunta la señora dirigiéndose al rubio, el cual ahora tiene nombre.

-Luke y sí, si tengo clases, ya vamos saliendo.- contesta este y hace un gesto con la cabeza a lo que los otros 3 se levantan y lo siguen, las 4 se voltean y los ven caminar hasta que doblan a la izquierda y se dirigen hacia el edificio del medio, mucho más grande que los otros dos, Luke le guiña un ojo a Jess y esta voltea a ver a la señora delante de ella.

La señora empieza a caminar y las chicas la siguen hacia una escalera en la mitad del largo pasillo lleno de alfombras rojas, caminan hasta una oficina, pasan y la señora cierra la puerta detrás de ellas.

-¡Bienvenidas al St. Charles Internado de Los Ángeles, California, espero que su vuelo haya sido excelente y estén listas para empezar su tiempo aquí de la mejor manera!- dice entusiasta la vieja.