Narrado por Amelie.
— Darrow calmate — pido con total seriedad.
Él bufa y continúa sujetando con fuerza el puño de Nicholas, este continúa quejándose por el dolor que le esta causando.
— ¿Calmarme? ¡Ja! ¿Cómo pides que me calme cuando este cabrón te levantó la mano? — su voz esta llena de enojo, su mueca da tanto miedo que creo que en estos momentos nada va a poder tranquilizarlo.
— Darrow... — lo llamo.
Ni siquiera me mira, su mano continúa apretando aún más el puño del idiota de Nicholas.
—¡A la mierda! ¡No me voy a calmar! — con su otra mano se da la libertad de sujetar el cuello de la camisa de su víctima.
Siento desesperación al ver que no voy a poder con su enfado ¡Dios esto es mi culpa! ¡Yo y mi boca suelta!
— Darrow... Por favor... —miro a Deine. Ella observa a Darrow con tanta intensidad que me hace sentir insegura de lo que ha dicho hace unos cuantos minutos.
Capto a Darrow esperando alguna reacción y siento como mi pecho se contrae en el momento en el que él suelta a Nicholas.
Aprieto mi labios ante la impotencia, le ha hecho caso a ella pero no a mi...
Darrow empuja a Nicholas con fuerza haciendo que este retroceda con amenaza de caer, al final logra estabilizarse.
— Saca tu culo de este lugar de inmediato a menos que quieras que yo mismo te saque a patadas — respira con alteración. Nicholas lo mira confuso al no creer lo que ha dicho — ¡Ahora! ¡Largo! — levanta la voz haciendo que su víctima de un respingón.
— ¡Me las vas a pagar Darrow Ackermann! — le reta.
— ¿Es una amenaza? Porque si es así desde ya te digo que me encanta ese juego, pedazo de mierda... — hace ademán de acercarse para golpearlo.
— ¡Darrow! — levanto la voz en un tono estricto y carente de sentimiento — Para ya.
Nicholas sale del lugar a toda prisa con el humor ardiendo en enojo.
Darrow me mira fijamente pero nuevamente siento ese dolor de no haber podido ser yo quien lo haya calmado.
¿Cómo puedo llegar a ser su complemento si ni siquiera eso puedo hacer?
Darrow trata de acercarse a mi y tomar mi mano con lentitud pero evado su tacto con indiferencia.
— Disculpen, voy al sanitario.
Tomo los costados de mi vestido y salgo de allí a toda prisa, él ni siquiera se molesta en detenerme y se lo agradezco, ahora mismo no quiero verlo.
Paso por en medio de toda la pista hasta llegar hacia el sanitario. Entro en el lugar y agradezco que no haya nadie.
Miro mi reflejo en el enorme espejo y trato de inhalar y exhalar sin sentir esa pesadez en mi pecho.
Por más que trato no puedo evitar recordar la mirada que Darrow ponía sobre ella. Era demasiado intensa que dolía a profundidad.
Es obvio que contra ella jamás podré competir. No trato de bajarme el autoestima, solo yo sé cuanto valgo, solo yo sé de que soy capaz y de que no.
Pero ella es realmente importante...
Mi mano llega por instinto hacia mi peineta y me la quito con cuidado para verla. Una sonrisa aparece en mis labios al recordar el momento exacto en el que él me lo dio.
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Suite Francesa ©3
RomanceDarrow Ackermann. Muchos lo conocen por ser el hijo del rey de la mafia, sin embargo, la mayoría lo conoce por ser el príncipe de la fragancia. A sus 30 años el codiciado magnate ha sido reconocido por su exitosa empresa "FraGWorld". Todo se hace a...