Narrado por Darrow.
Si pudiera regresar el tiempo y golpearme, lo haría.
Regresaría al momento exacto en el que pedí al gerente de aquel bar que detenga a la banda de Amelie. Gracias a mi jodido humor de mierda alargué este momento.
Escucharla cantar fue una de las mejores y pocas cosas que me ha pasado en la vida.
Escuchar su dulce voz hizo que mi corazón latiera con mayor velocidad, hizo que mi rostro mostrará una sonrisa constantemente, una que sigo manteniendo hasta ahora, aún cuando ya ha terminado. Las personas aplauden y provocan sonidos de alabo por ella.
No puedo hacer nada más que aplaudirle, es simplemente perfecta.
Puedo notar su respiración agitada justo en el momento en el que me ve avanzar hacia ella. Sus manos se remueven entre si y noto como muerde su labio inferior, me parece realmente tierna.
Los presentes abren paso por instinto propio y de esa forma me facilitan el poder llegar hasta el pie del escenario.
Amelie me observa atenta por lo que yo le ofrezco una sonrisa que sigue con tranquilidad.
Elevo la palma de mi mano para ayudarla a bajar y ella apresura su caminar para tomar mi acto.
Desciende lentamente y es entonces que sujeto su cintura para unirla a mi en un cálido y lento beso. Tomo su mejilla con delicadeza mientras una sonrisa se encierra en el toque en medio de continuos aplausos.
Nos separamos costosamente, su respiración se haya lenta y forzosa. Llevo mis labios por debajo de su oreja y beso su piel haciendo que ella se estremezca.
— Hora de irnos... — susurro y la melena asiente con rapidez.
Entrelazo nuestras manos y ambos caminamos hacia la salida. En medio puedo ver a Hade, le discute a Dimitri de algo que yo no llego a oír, él sin embargo solo le sonríe en burla.
Puedo esperar todo de Hade, pero no responsabilidad. Camino hacia ellos con seriedad y es entonces que Dimitri se torna serio.
— Dimitri, cuidala. No dejes que esta — miro a Hade — tonta se vaya con cualquier idiota, ¿Entendido?
Él sonríe y asiente.
— ¡¿Serás idiota?! — pregunta ella con indignación.
Sonrío de lado me doy vuelta para retomar camino.
— Disfruta de la atención, Hade. — me doy vuelta y le muestro una sonrisa ladina que segundos después ella sigue.
Las personas de la fiesta dejan de tomar atención y vuelven a disfrutar del ambiente con total normalidad.
Amelie está roja, como un tomate, eso hace que suelte una risa.
— ¿Estás bien? — pregunto sin parar el paso.
Ella asiente.
— Si... Estoy bien... — baja un poco la cabeza.
Frunzo el ceño, tiene un comportamiento extraño. Asiento sin rechinar y continuamos, estamos a pocos pasos de la salida cuando una mano sujeta mi brazo y hace que pare.
Giro sobre mis talones y doy con mi madre.
— ¿Se van tan pronto? — inquiere con preocupación.
Carajo.
— Eh... Si, Amelie... — aclaro mi garganta — Amelie se siente un poco indispuesta...
— ¿Es verdad? — pregunta curiosa.
No madre, solo quiero ir a follarmela con tranquilidad.
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Suite Francesa ©3
RomanceDarrow Ackermann. Muchos lo conocen por ser el hijo del rey de la mafia, sin embargo, la mayoría lo conoce por ser el príncipe de la fragancia. A sus 30 años el codiciado magnate ha sido reconocido por su exitosa empresa "FraGWorld". Todo se hace a...