5 años después...
Narrado por Amelie.
— ¡Adam! ¡Cole! ¡No me hagan llamar a su padre! — me pongo de rodillas y busco debajo de la cama. No encuentro nada.
Me pongo en pie y voy hacia el armario, abro las puertas y tampoco tengo logro.
Suelto un suspiro desesperado y masajeo mi sien. Estos niños si que van a matarme del cansancio.
— Niños por favor, se nos hace tarde...
Froto mis rostro con ambas manos y es entonces que escucho dos risitas a mis espaldas. Giro sobre mis talones y doy con la puerta que da hacia mi estudio.
Camino hacia allí y abro la misma de par en par, rápidamente dos niños salen a toda prisa del lugar.
— ¡Oh no, vengan aquí! — salgo tras ellos y logro tomarlos a los dos.
Los tres caemos sobre el piso y ellos comienzan a carcajearse. Les encanta hacer travesuras.
— ¡Mamá juega con nosotros! — grita Adam.
— ¡Si mamá, juega con nosotros! — insiste Cole.
Ser madre de dos gemelos no es nada fácil, para nada. Son como dos recipientes de adrenalina pura, son dos cómplices a los que les encanta verme correr de aquí para allá todos los días.
— No podemos jugar mis amores...
Me pongo en pie y sujeto sus manitas para ayudarlos a ponerse de pie igualmente. Ellos llevan sus deditos a la boca y me miran molestos.
— Recuerden que hoy tenemos un día especial. Este evento es muy importante para su papi y debemos ponerlos presentables. ¿Quién va primero? — pregunto con una sonrisa.
Ellos se apuntan mutuamente y yo ruedo los ojos.
— Bien serán los dos — los cargo sin problema alguno — ellos se remueven.
— ¡No mamá! ¡No a la ducha! — Cole se remueve, en cambio a Adam no parece molestarle.
Entramos en el baño y cierro la puerta con cuidado. Ellos comienzan a quitarse sus poleras llenas de chocolate, Cole termine más rápido y se deshace de sus pantalones para posteriormente entrar a la tina.
Adam no puede quitarse el suéter por lo que me apresuro a ayudarlo. Eleva sus manos y yo logro quitarsela.
A los pocos segundos entra a la misma tina donde Cole ya juega con sus juguetes. Adam sopla la espuma mientras yo hago una cola con mi melena, remango mis manos y me pongo de rodillas para alcanzar los materiales necesarios.
Tomo el enjuague de Cole y comienzo a masajear su cabeza con cuidado. Él esta totalmente centrado en jugar con sus super héroes sobre el agua.
Miro de reojo a Adam y él sigue distraído con la espuma. Cole lo mira maliciosamente y le lanza agua a la cara.
Adam se queja y comienza a frotar sus ojos con nerviosismo.
— ¡Arde mamá! — reprocha.
Limpio mis manos y me dirijo hacia él, lavo su rostro con agua tibia y soplo ambos ojos con cuidado. Al final sus azules se abren completamente y me sonríe.
— ¿Mejor? — beso su mejilla húmeda y él asiente.
— Si mami — continúa jugando.
— ¡Eres un llorón! — Cole le saca la lengua.
— ¡No es cierto! — Adam repite su acción — ¿Verdad que no soy un llorón mamá? — pregunta.
Voy hacia Cole y continúo con su perfume en liquido. Repaso sus manos y noto su molestia.
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Suite Francesa ©3
RomantikDarrow Ackermann. Muchos lo conocen por ser el hijo del rey de la mafia, sin embargo, la mayoría lo conoce por ser el príncipe de la fragancia. A sus 30 años el codiciado magnate ha sido reconocido por su exitosa empresa "FraGWorld". Todo se hace a...