Sin pensármelo dos veces, le pego un morreo de esos de película, deposité todo mi sentimiento hacia ella en aquel beso tan bonito, ella me lo devolvió, y empezó a llorar, no se muy bien porque ¿habrá sido por el beso? ¿tan mal beso? Si es que desde que ella no esta he perdido la práctica.
Le pregunté que porque lloraba, al mismo tiempo que le secaba las lágrimas con mis manos, y la miraba fijamente, esperando una respuesta que no doliera.
- te he echado mucho, muchísimo de menos... No vuelvas ha dejar que pase esto... Me da igual si discutimos, y si nos enrollamos, me da igual lo que pase, pero quiero que pase contigo... No se que tienes, pero cuando te ríes el mundo se paraliza... Y solo me importas tú, el mundo se queda al margen... Que cada día te quiero mas, y que si no me quieres perder, tienes que permanecer a mi lado, siempre... Te quiero. -dijo Ali muy sinceramente, yo la abracé muy fuerte, como señal de que no la dejaré escapar nunca más.
- No cometeré el mismo error dos veces... Yo te quiero, te quiero con todo mi corazón y si para eso tengo que pelear una y otra vez, lo haré... Porque te quiero, y porque me importas, más que cualquier otra persona... Eres la chispa de mi vida, sin ti, la vida es triste, aburrida y sin sentido... -la beso.- te quiero.
- y... Ahora ¿que?
- Alicia Sanz, ¿me concedes el honor de ser mi pareja? -le dije a la misma vez que me levantaba y le tendía mi mano.
- seria todo un honor. -me coge de la mano, y se levanta.
- ¡¡que se entere todo el parque esta chica de aquí es mía, sólo mía, que quede clarito!! -dije gritando a los cuatro vientos.
- estas loco. -dijo riendo.
- sí, estoy loco, pero de amor.
Al rato de estar en el parque, nos fuimos a casa de Sergio, a ver como estaban, y digo estaban porque seguramente estarían los demás también. Pasamos antes por casa, para dejar las cosas del picnic, y para arreglarnos un poco, que parecía que nos acabáramos de despertar.
Llegamos a mi casa, no había nadie, estábamos completamente solos, yo la miraba cómo un ciego miraría el mundo por primera vez, estaba preciosa, ese instante, y siempre. Ella se estaba peinando, en el espejo de mi habitación, a ella le encantaba verse en ese espejo, y a mi el echo de que estuviera en mi cuarto.
Me acerque a ella, la cogí de la cintura, y le bese el cuello, olía tan bien, me encantaba esa olor, y ya estaba mas que acostumbrado a oler a ella... me encantaba y me encanta... Finalmente los besos me llevaron hasta sus labios, y me era imposible no besarlos, así que lo hice. Me encantaba estar así con ella, tan, como diría yo... acaramelado. Ella me abrazo y beso mi cuello acariciando mi pelo suavemente... Le encanta tocarme el pelo, le gusta tanto, que es imposible que me mire, y no lo acaricie, es como su costumbre.
Nos aseamos un poco, cogimos la moto, y nos fuimos a la casa de Sergio. Cuando llegamos allí, aparcamos la moto, y tocamos la puerta, y de mientras que esperamos a que abra, Ali se pone detrás mía, tarda un rato en abrir, y cuando abre, sale sorprendido.
- ¡Adri! ¿Estas mejor? -dijo Sergio.
- estoy mejor que nunca tío.
- y ¿eso?
- ¡Sergio! ¡Cuanto tiempo! -dice Ali al mismo tiempo que sale de detrás mía, y le abraza.
- ams... ¿Que esta pasando aquí? -dijo Sergio sorprendido.
- ¡esta todo mejor que nunca!
- ¿que... ha... pasado? -dijo Sergio extrañado.
- una historia larga... -dijo Ali.
- ah, bueno ya me lo contaréis otro día...
- estas... ¿ocupado? -dije.
- ams... Si, ahora mismo no, no puedo hablar...
- am... bueno vale, lo sentimos ya nos veremos.
- gracias, y lo siento.
Ali y yo nos extraño mucho el comportamiento de Sergio, y nos alejamos, hasta donde estaba la moto aparcada...
- ¿has visto a Andrea verdad? -dijo.
- si, es un cabrón. -dije riendo.- voy a llamar a Dani a ver si esta en casa -continuó.
- vale, y yo a Maia. -cogemos el teléfono, y les llamamos.
- ... lo tiene apagado.
- ... Maia también -dijo mostrando una bonita sonrisa.
- estos están juntos muy juntos -dije riendo.
- ¡ala bruto! -río.
- y en vista de que nadie esta "libre", ¿que hacemos?
- no se... Vamos a ver si alguien esta operativo, y vamos a la piscina, ¿te apetece?
- vale, me parece bien llevo días queriendo ir.
- vale. Les voy a escribir...
- vale, haré lo mismo...
Ali y yo "escribimos" a los chicos, a ver si algunos podían quedar, y digo "escribimos" porque en verdad no escribimos a nadie, lo hicimos a postas para estar los dos juntos, pero ni yo se que ella lo hace a postas, ni viceversa.
- ¿te contestan? -dije finalmente.
- no, ninguno... ¿Donde se habrán metido?
- a saber... Si quieres nos vamos a mi casa, y estamos allí, o vamos tu y yo a la piscina.
- me da igual, lo que quieras, mientras esté contigo.
- ¿vamos a la piscina y después a casa?
- vale.
Cogemos las cosas, y nos vamos andando a la piscina, cuando llegamos, vemos que estaba llena de gente, dejamos las toallas, y enseguida nos metimos en la piscina, estuvimos un buen rato en el agua; echáramos carreras, nos "ahogábamos" el uno al otro, y nos besábamos... Salimos de la piscina, para tomar un rato el sol, estuvimos como 15 minutos, después recogimos, y nos fuimos a casa.
Llegamos, y le dije a Ali que si se quería duchar, que lo hiciera, que ésta era su casa. Yo de mientras hacia palomitas, y buscaba películas para verlas después con ella...
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Y es que el amor todo lo puede...
Genç KurguYo jamás creí en los finales felices, de hecho, jamás me los he imaginado, pero ahora sé que todo es posible, y que si el amor que tú sientes hacia esa persona es de verdad, nada ni nadie podrá con eso. Por que, como ya sabéis, el amor todo lo puede...