Hasta Que Tu Ex Nos Separe (Terminada)

Buscando un nuevo nido

- No puedo creer que seas amigo de ese imbécil – seguía enojada con ese cretino, después de tallar por varios minutos la mancha, me di por vencida y tuve que darle la razón, la mancha no se quitaba con nada. Así que pedí comida  a domicilio y me encerré en el cuarto de Jhosh a esperar que despertara, lo que tomo unos pocos minutos ya que me aburrí y tuve que hacerlo yo misma. Ahora estamos sentados en su cama comiendo arroz chino.

- Bueno, no es tan amigo mío – hace una mueca – es mas amigo de José, él fue quien lo menciono cuando decidimos ir a vivir juntos, sé que es un idiota, pero es bastante divertido cuando esta borracho.

- Sí, bueno, no quiero topármelo de nuevo. Le dijo apretada a Lena – pongo en puños mis manos – el muy…  ¡ARG! Ya ni sé que apelativo despectivo utilizar con él.

- No lo repitas de nuevo por favor – suspira y se pasa las manos por el rostro – no quiero tener que ir por él y romperle la cara al muy idiota. No hablo de él sobre mi vida privada, pero José lo menciono el otro día y desde entonces parece que lo que haga le interesa, no quiero problemas con él, pero tampoco lo dejare que haga o diga estupideces con respecto a Lena.

- Así se habla, defiéndela de los patanes – le doy un golpe en el muslo – por cierto… ¿no te gustaría… mudarte?

- ¿Mudarme? ¿A dónde?

- Pues conmigo, recuerdas lo de anoche ¿no? Mi decisión está tomada, me mudare y sería mejor si lo hago con un compañero y como yo lo veo a ti te vendría bien mudarte también.

- ¿Quieres que vivamos juntos Grey? – me da una sonrisa sínica.

- Hablo enserio Jhosh – me acerco para intentar morderlo, pero me esquiva.

- Está bien, tranquila. Aunque es una idea demasiado tentadora debo decir que no se si podre hacerlo.

- ¿Por qué?

- Este par dependen mucho de mí, yo pago la mayoría de los servicios, por no hablar de la renta y la comida, si me voy no se que será de ellos.

- ¿No están ya mayorcitos como para que estén prendidos a ti como sanguijuelas? – Va a decir algo, pero yo aun no he acabado – se que tan noble es tu corazón, pero no puedes seguir alimentando su pereza, en algún momento tienen que hacerse responsable de su propia vida, ¿no te parece?

- Sé que si, pero ninguno de los dos tienen un empleo formal, hacen unas cosas aquí y allá, pero nada que los ayude a sobrevivir.

- Velo de esta manera, mi mudanza tampoco es de inmediato, cuéntales de lo que vas a hacer para que empiecen en la búsqueda de un empleo formal mientras encontramos un lugar y preparamos todo. – junto mis manos al frente – di que si, tu sabes que quieres decir que sí.

- Es que…

- Jhosh, quieres hacerlo, somos perfectos para vivir juntos.

- Eso sonó muy extraño – se ríe – veo tu punto y sí, quiero decir que sí, pero ¿tu mamá no tendrá un problema con el hecho de que te vayas a vivir con un chico?

- Pues no creo que haya problema, ella te conoce, además de que nosotros somos muy buenos amigos, no tenemos dobles intenciones ocultas.

- Tu sabes eso, yo sé es, pero ante los demás eso se verá extraño, ya no hablemos del hecho que todos siempre han insinuado que algo pasa entre nosotros, eso sería darles la razón.

- No sabía que te importara tanto lo que los demás opinaran de ti, o de nosotros.

- Me importa por ti, eres mi amiga y no quisiera que por culpa de las habladurías nuestra amistad se fracturarse.

- No pasara eso y mucho menos cuando se den cuenta que estas saliendo con Lena – entiendo lo que él dice, pero realmente no me importa lo que diga la gente que no nos conoce. – tranquilo, entonces, ¿aceptas?

- Eres terca Filomena.

- Ya vas de nuevo… - estoy a punto de morderlo, pero sus palabras me detienen.

- Está bien, vayamos a vivir juntos.

- ¡Sí! – me pongo de pie y empiezo a saltar en la cama

- Oye, tranquila o romperás mi cama. – trata de levantarse, pero el rebote de la cama se lo dificulta – la necesito para dormir ¿sabes? – logra pararse y pone sus manos sobre mis hombros – tranquila.

Me detengo y lo observo atentamente, es realmente guapo, y aun así todos los sentimientos que albergo para él es un enorme amor de hermano, el anhelo que siento cuando lo veo es el de haber querido un hermano mayor.

- ¿Por qué no te tuve a ti de hermano? – me acerco y lo abrazo – como anhele tener alguien para molestarme, aconsejarme, protegerme, para estar conmigo.

- Y a mí me hubiera encantado ser tu hermano, por ejemplo ahora tendría todo el derecho de llegar con ese tal Tim y decirle de que va a morir y después partirle la cara – me acaricia el cabello –aunque si se da la ocasión, lo haré.

- Eres tan tierno – froto mi mejilla en su pecho como un gato – te agradezco por todo de lo que haces por mi y si en el futuro necesito tu fuerza, no dudes que te la pediré.

- Eso me parece muy bien – se aleja un poco y me besa la frente – de ahora en adelante seré tu hermano y tu mi hermanita.

- ¿De verdad? – sonrió, eso me encantaría.

- Sip, y por ende vas a hacer caso en todo lo que te diga – sentencia, pero… sí, claro, como no.

- Y yo hare lo que toda hermana haría – atacándolo por sorpresa le muerdo el brazo.

- ¡Filomena! ¡duele! – trata de alejarme, pero no lo suelto, se lo merecía desde antes. - ¡filomena, ya basta! – lo suelto y miro con orgullo mis marcas de diente en su brazo, creo que esta vez sí le dejare una marca – que asco, me dejaste tu saliva.

- Ya te lo dije, haré lo que una hermana normal haría, no hacerle caso a su hermano, vamos a tener toda la experiencia.

- Muy bien – sus ojos brillan con malicia – que conste en acta que tú lo dijiste, luego no quiero quejas o reclamos.

- ¿En que estas pensando? – eso me hace pensar en cosas malas, desconfió completamente de Jhosh.

- Nada, nada, solo no bajes la guardia, porque no se… - inocentemente se mete las manos en los bolsillos del pantalón – cualquier cosa te podría pasar.

- ¿Sabes qué? Creo que mejor me voy a mi casa, seguro que mamá debe estar preocupada por mi – lentamente me bajo de la cama y corro fuera del cuarto hacia el baño, Jhosh es un diablillo y ahora tengo que mantener la guardia alta, quien sabe que se le ocurrirá para vengarse.

Trato de arreglar mi cabello como puedo y vuelvo a hacer un intento de limpieza bucal con mi dedo, me pongo mis lentes y un poco de labial y salgo, aunque desafortunadamente me topo con quien no quisiera volver a ver.

- Nos volvemos a encontrar – no le contesto y lo paso en mi camino al cuarto de Jhosh –  oye, no tienes que ser grosera, después de todo vamos a vernos a menudo.

- ¿Y quién dice eso?

- Pues ya que estas con Jhosh… pues…

- Ya te dije que entre Jhosh y yo no pasa nada y afortunadamente para mí, no tengo porque volver a verte a ti y a tu cerebro retrógrado. – su risa hace que quiera darle un puñetazo en la cara, pero trato de calmar mi genio, que hombre tan despreciable.

- Algo me hace pensar que te gusto – oigo su declaración antes de cerrar la puerta y me arrepiento de no haberle dado un rodillazo en la ingle. Después de todo soy una experta en eso.