Mientras seguimos avanzando y Tim hace intentos por mantener una charla amena después de que obviamente no lo estoy ayudando en lo mas mínimo, me doy cuenta que ahora sí que estamos en camino a mi casa, parece que se dio cuenta de mi humor, y aunque moría porque insistiera y me persuadiera a ir a la dichosa cita, no lo hizo y eso solo logra enojarme más. Allí está la familiar sensación que tenia siempre que estaba en su presencia.
Apenas esta deteniéndose cuando ya me deshice del cinturón y voy a la puerta, pero él pone el seguro de las puertas.- Detente Grecia
- Abre la puerta – decimos al mismo tiempo.
- ¿Por qué sales como alma que lleva el diablo?
- Abre la puerta – no contesto a su pregunta, no lo hare.
- ¿Me puedes explicar que es lo que te pasa, antes? – suspira profundamente – estábamos bien, ¿Qué es lo que te ocurre?
- Ocurre que quiero salir de este auto, ahora – empiezo a mover incesantemente la manija de la puerta, solo para molestarlo – si no te apuras me voy a llevar la manija de recuerdo.
Sigo moviéndola y mis ojos están clavados en los movimientos de mi mano, me estoy comportando como una niña, pero las niñas siempre consiguen lo que quieren. Jadeo cuando siento sus manos en mi cintura y segundos después estoy en su regazo, me golpeo la cima de la cabeza con el techo, a punto estoy de quejarme por su salvajismo cuando me besa, lo hace como la primera vez, como cuando estábamos en la acera a la vista de cualquier mirón, como lo estamos ahora mismo. Por un instante ese pensamiento me asusta, pero él y su bendita lengua envían mis pensamientos hacia otro lugar.
Trato de separarme para hacerle saber, de nuevo, que no me gustan las lengua ajenas, pero su mano está en mi cabello y me mantiene pegada a él, la otra llega a mi cintura y hace que baje las caderas para estar, literalmente, sentada sobre él. Es una cosa extraña de pensar como alguien puede hacer que algo que antes te parecía repulsivo pueda gustarte, como dice Shakira en su canción y fue por ti que aprendí a querer los gatos. Porque cada vez que su lengua entra y sale de mi boca es menos repulsivo.
Poco a poco la intensidad del beso baja y nos quedamos varios minutos besándonos más lánguidamente, como cuando comer un helado y no quieres que acabe porque es demasiado delicioso, pero tampoco quieres desperdiciar una gota. Sé que si el beso comenzó de esa manera tan cruda fue debido a la frustración que había de ambas partes, pero eso no me hace disfrutar menos este beso.
Nuestros labios se separan y solo permanecemos abrazados, agradezco traer pantalón y no falda o esto sería bastante tentación, tranquilizamos la respiración y luego ya no soy capaz de recordar porque estábamos discutiendo, que era lo que nos mantenía a segundos de lanzarnos lo primer que se pusiera en nuestro camino.
- No es mi intención lastimarte – su voz, aunque baja, suena fuerte en el silencio del auto – a veces no soy consciente de cómo me expreso, pero no me puedes culpar por aun tenerla en mi corazón. Ella fue mi amiga, mi confidente, mi primer amor, todo eso no se puede borrar solo porque ya no está conmigo, solo porque ya no me quiere en su vida.
Lo abrazo y cierro los ojos fuerte, se que aun le duele y es porque no ha dejado ir el sentimiento, se aferra a lo que tuvieron, a lo que fueron, sus recuerdos. Yo sé que hay historia, demasiada diría yo, fueron muchas primeras veces las que compartieron y eso no me molesta, todos tenemos un pasado, lo que me molesta es el hecho de él no queriendo soltarla, de él esperándola cuando su matrimonio no funcione y regrese con él, es el saber que soy solo el intermedio de su relación. Y se lo digo.
- ¿Cómo puedes estar tan segura de lo que pasara? – hace que me separe de él, para que podamos vernos a la cara- yo no estoy seguro de nada ni siquiera acerca de mi.
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Hasta Que Tu Ex Nos Separe (Terminada)
Romansa¿Que es lo que esperas cuando vas a una fiesta? Música, alcohol, baile y muchos chicos lindos. Aunque no era fan de ellas, fui a esta porque era la despedida de la universidad, estábamos a punto de graduarnos. Una celebración era lo justo y no hací...