Epílogo - Max

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Estaba tirado en el suelo de mi nave con un tiro en el corazón. Por mi cabeza pasaron todos los momentos de mi vida pero los más importantes fueron el nacimiento de mis hijos y el día que me senté junto a mi mujer en las escaleras de nuestra casa. Puse mi mano en su cintura como siempre lo había hecho, toda una vida y pensé en lo bonita que era, en lo feliz que esa mujer me había hecho.

Recordé el día que nos casamos por segunda vez, los nervios que sentía cuando le pedí matrimonio, esa vez si que lo hice bien.

Llevaba días sabiendo que algo me ocurriría, y me despedí bien de cada uno de mi familia pero sin darles a entender lo que me sucedía.

A Ángela le dije a cada momento que la quería y que nunca lo olvidase. Que me había hecho muy feliz y que gracias a ella tuve a mis tres maravillosos hijos. También le dije que se tenía que perdonar, que el hecho de no tener una niña en nuestras vidas no fue su culpa, fue la misma vida que no quiso bendecirnos con otro bebé más. Fue la vida la que decidió separarnos de nuestros padres, por que antes o después lo hicieron.

Matteo fue el que recibió una suma de dinero para investigar el cáncer y el día de mañana quizás salvará alguna que otra vida. Le dije también que debía cuidar de su mujer y de sus cinco hijos, cuatro niñas y un niño.

Max, mi heredero. Era igual que mi padre duro y autoritario. También tenía una familia y el único que tardó tanto en casarse. Pero la vida le había dado dos niñas gemelas de las que ahora mismo estaba disfrutando en México.

Hugo fue la oveja negra de la familia, el que más dolores de cabeza nos dio y el que se fugó siendo tan joven pero que había vuelto hace poco a presentarnos a sus tres retoños, las dos niñas y un niño. Sinceramente creo que había vuelto porque su mujer le había abandonado y necesitaba de nuestra ayuda y como cualquier padre, lo recibimos con los brazos abiertos.

Cerré los ojos, el tiro que Matteo me había pegado en el corazón se llevaba mi vida. Sí, fue mi hijo mayor el que me había matado y el que planeaba también la muerte de Max. Creo que nos equivocamos con él, creo que le hicimos sentir celos de los hijos que Ángela y yo tuvimos en común pero se equivocó, lo cuidamos, amamos y apoyamos como a los otros dos.

Hijo de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora