Cuatro, dos, cuatro, uno, cinco, dos, tres, uno. Ese es el orden exacto en que sucedieron las cosas. Primero abstracción, luego realidad y así sucesivamente.
Un total exacto de dieciséis días en los que estuvo alejada del mundo en donde reconoce a Sean y a Logan, y tan solo seis en los cuales podía reconocerlos.
Sean comenzaba a ponerse bastante nervioso. Solo le dejaban apenas un día o dos para encontrar una forma de despertarla, y lo peor de todo era que si lograba hacerlo, tenía miedo de que estuviesen allí dentro con ella, examinándola. Si por alguna razón se enteran de que ella despertó, volverían a drogarla y tendría que empezar desde cero. Pero si ellos se encontraban en el cuarto de control, no tendría nada de qué preocuparse. Ya lo tenía todo cubierto allí.
Por otra parte, Ashley intentaba disculparse unas mil veces con Logan. Al principio él se lo tomó bien, no se enojó pero a medida que los días pasaban y ella se iba alejando cada vez más de él, comenzó a no tomárselo del todo bien.
— ¡Ashley, basta ¿sí?! Te entiendo, estabas ocupada, no tenías tiempo para mí. ¡Está todo bien! Ahora, por favor déjame solo —hizo amago de querer irse pero ella lo detuvo por el brazo.
— ¡No, no está bien! Puedo verlo en tu rostro. Estas enfadado.
— ¡¿Y cómo quieres que se supone que esté?! —le gritó enojado—. Te desapareces y no sé nada de ti por varios días hasta que vuelves y quieres hacer como si nada hubiese pasado. ¡Te he visto! Y haces como si no me reconocieras, ¿Sabes lo duro que es eso? Dices que quieres ser mi amiga pero siquiera lo intentas.
— Logan, yo…
— ¡No quiero escucharte! —le interrumpió—. No quiero saber que tienes para decirme. ¡No quiero! —Se notaba la angustia en su rostro—. Cuando entiendas el significado de ser amigos, búscame…, si no ahórratelo.
Se dio media vuelta y se marcho. Ashley quiso salir detrás de él pero sintió que no era lo correcto. Tenía que dejarlo un momento solo… como lo había estado haciendo todo este tiempo.
El hecho de las abstracciones estaba consumiendo a Ashley por completo. No se preocupaba por Sean, él pensaba en formas para despertarla, por lo que la mayor parte del tiempo estaba ocupado. Dean, él siempre está con ella ya que forma parte de la fantasía que ellos crearon, así que no tiene problemas con él. Con el único que sí tiene problemas es con Logan… Y él es la única persona a quien ella más le importa.
No le importaban los demás, solo quería que todo estuviese bien entre ella y él. ¿Pero cómo se supone que lo haría si siempre se va? Era difícil, muy difícil. No quería perderlo pero ya lo estaba haciendo, y al hacerlo, sentía como iba muriendo lentamente.
Una parte de sí le decía que le estaba haciendo exactamente lo mismo que le hizo cuando se marchó. Se alejó de él sin siquiera decirle por qué, sin darle una explicación.
Las cosas que él le decía… ¿Sería lo que él sentía en verdad? Si llegaba a despertar, ¿Así la trataría el Logan real? Porque si era así, le dolía… y mucho.
Ashley entró a su habitación desganada, arrastrando su bolso de escuela. Tenía la mirada gacha cuando cerró la puerta de un portazo y arrojo su bolso a un rincón de la habitación. Dio un par de pasos al frente, y cuando levantó la mirada, dejo escapar un grito ahogado.
— ¡Sean! —gritó sorprendida—. ¿Qué haces aquí?
Sean estaba sentado sobre la cama de la joven, con sus dedos entrelazados y una mirada desesperada.
— Esto me está estresando. Ya no sé qué hacer.
— ¿Qué?
El joven se levanto y camino hacia Ashley de tal forma que hizo que ésta se asustara un poco.
ESTÁS LEYENDO
E L Y S I U M
FanfictionSi tu vida es una miseria y casi nada bueno pasa en ella, lo más probable es que sea una mentira. Una completa fantasía. Puede que seas un proyecto. Un proyecto de Elysium. Copyright © All Rights Reserved Obra registrada en Safe Creative