Capítulo 7.

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                                Capítulo 7:

                             “Estás Ebria”

 

_____.

 

—Hola, _____.

—Andy—Sonreí de una manera extraña, definitivamente el alcohol surtió sus efectos en mi cuerpo.

— ¿Qué tal todo?——Sonrió.

—Pues aquí me ves—Reí— ¿Desde cuándo estás acá? 

—No mucho.

—Ah…—Reí nuevamente—Acompáñame a beber—Le tome la mano y fui riendo.

Andy al ver esto reía, a la vez que negaba repetidas veces.

— ¿No estás muy ebria ya?—Arqueó sus cejas.

—No—Sonreí con una expresión de triunfo.

Estar nerviosa me hacía beber en exceso, no medía las consecuencias, pero esto de conquistar a Andy y los problemas con Logan me hacen estar así.

Tomé un par de vasos más, perdí la cuenta y luego no recuerdo que pasó.

Andy.

_____  estaba muy ebria, pero aun así se veía linda; su manera de actuar me causaba risa, pero aún así era tierna aunque siempre con ese toque de rebeldía.

En un momento se puso mal, estaba pálida y su expresión no era muy linda.

—_____, que estás muy mal—Esbocé una mueca.

—No te preocupes por mí—Dijo apenas.

No la dejé hablar más y la recosté en el sillón; me dirigí donde Cassandra —que por cierto estaba ebria— y le pregunté la dirección de la casa de _____. Me costó un poco conseguirla pero finalmente lo supe.

Tomé a _____ en mis brazos y la subí a mi coche, en instantes estaba dormida; se veía muy mona, era perfecta como estuviera.

Antes de bajarla toqué el timbre de su casa pero nadie abrió, así que comencé a buscar sus llaves en los bolsillos y bingo, ahí las encontré.

La volví a tomar en mis brazos y la llevé hasta la habitación que decía «_____» en la puerta; le acosté y traté de sacarle el collar, la camisa y los zapatos,  para que durmiese más cómoda.

Ya me iba a poner de pie, pero _____ me toma del brazo.

—Quédate conmigo—Dijo en un susurro.

Se fue acercando hasta mi cuello y depositó un beso.

Luego intentó sacarme la camiseta.

—Estás ebria—Musité

— ¿Y qué importa?—Preguntó con total desinterés.

—A mí sí me importa, no quiero intentar cosas contigo sin que tu estés en buen estado; sé que no recordarás esto mañana así que lo diré: te quiero y te respeto mucho como para hacerte esto mientras tú estás ebria y no mides lo que haces, no eres como las demás chicas, te lo puedo asegurar, al igual que sé que si algún día llegáramos a estar juntos,  tú no me mentirías y tampoco me harías daño—Reí un poco, con algo de nostalgia— No sé que me has hecho porque cada vez me gustas más, algún día me atreveré a decirte esto, y no estarás ebria cuando te lo diga.

—Andy—Susurró débilmente—Yo… también te quiero, pero…—No terminó la frase porque se encontraba dormida.

Antes de quedarse dormida me pidió que me quedase, lo pensé un rato y me acosté a su lado y la abracé. Qué bien se sentía, me gustaría estar siempre junto a ella, joder… me estaba volviendo un tío romántico, pero ¿Qué más da?, todos deben sentir amor alguna vez. Aunque esto es tan minúsculo que sería ridículo llamarle amor.

Dentro de unos minutos me había quedado dormido.

_____.

Me desperté con un horrible dolor de cabeza, no recuerdo mucho de ayer ¡Qué fiesta!

Los rayos de sol inundaban mi cuarto y ya tenía que ir a desayunar. ¡Agradezco a los sábados por existir! Al intentar moverme me di cuenta que unos fuertes brazos me tenían envuelta; ¡Joder! ¿Qué hice anoche?

Me  voltee y vi el tranquilo rostro de Andy a mi lado, que mono se veía. Pero no debo pensar en quererle, porque saldría aún más lastimada, ¡Pero qué ganas de quererle tengo, es perfecto!

Supuse que no llegamos a nada porque ambos estábamos vestidos, así que me moví de su agarre suavemente y me lancé sobre él.

— ¡Despierta!—Dije remarcando la «a»—Ya es sábado y tu aún durmiendo—Reí.

Comenzó a abrir sus preciosos ojos y sonrió.

—Qué molesta eres—Sonrió con un toque de pereza—Eras más simpática ebria—Dijo divertido.

—Hey—Dije riendo y le lancé una almohada—Mejor bajemos a desayunar—Sonreí.

— ¡Qué sucia tía, sales de fiesta y ni te bañas!—Dijo riendo.

—Oh sí, muy sucia. Aunque hay cierto invasor de privacidad en mi cuarto—Reí.

—Ve a bañarte, yo preparo el desayuno y luego entro yo, ¿Vale?—Sonrió tierno.

¡Pero qué tierno era!... ¡Coño!, Debo dejar de pensar esto o terminaré perdiendo el reto.

Y desde ahora comenzaba mi mentira, el plan para enamorarle.

—Perfecto, guapo—Besé su mejilla.

Vi como la sangre ascendía hasta las mejillas de Andy, luego de que mis labios se posaran en su mejilla.

—Entonces… Ya voy—Rió levemente, fue más un gesto nervioso que tímido.

Comencé a desvestirme y abrí el grifo de la ducha. Me encantaba la sensación del agua recorriendo mi cuerpo, me relajaba por un momento.

Luego de terminar, puse la toalla sobre mi cuerpo, y fui a mi cuarto a buscar ropa. Al terminar, bajé y Andy sonreía.

—Hermosa camiseta—Señaló el icono de Batman plasamado en esta

—Gracias, precioso—Dije riendo.

—No soy precioso, tampoco guapo—Dijo haciendo un puchero.

—Uhm, no la verdad no lo eres, sólo me das pena—Reí y el también.

—El desayuno se está cocinando—Dijo—Iré a bañarme.

—Está bien.

Pasaron unos minutos y alguien toca el timbre. La verdad, fue extraño, no esperaba a nadie.

Abrí la puerta, sonreí al verle ahí, sonrió igual.

  

El reto: 365 días en California →  Andy Biersack {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora