Epílogo.

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|Escuchad la canción de multimedia, e imaginad que quien la canta es Andy,  y se dirige a _____. Puede que la canción no os guste pero fijaros en la letra|

|Leed la nota de autor que está después de este capítulo, está dedicada a cada una de ustedes<3|

_____P.O.V

«Porque te amo, pero debo dejarte ir».  Cerré el libro con rabia, ni siquiera leer ayudaba a sentirme mejor. Sé que actué mal, ¿Pero es necesario que hasta en los libros aparezcan situaciones similares?, como me jode todo esto.

Por mi actitud, deben pensar que no estoy dolida o que me encuentro molesta con todos, pero no es así, creo que con llorar toda la noche y no poder dormir porque la culpa estaba latente, fue suficiente.

Ya es tiempo de afrontar la realidad, y sí obré mal, porque si le amaba  debí haber luchado, pero se hubiesen desencadenado una serie de tragedias que eran evitables, así que opté por lo más fácil, ya saben que sucedió no es necesario que lo recuerde, ya me basta con este martirio y el constante dolor.

Tomé mi teléfono para ver la hora, me puse de pié y fui a buscar mis cosas, no llevaría mis muebles ya que según mi padre dijo ésta mañana mi casa tiene todo, además esta casa pasaba a ser de mi mejor amiga Cass.

Toda la casa estaba en silencio, ya no resonaban risas, sonrisas no aparecían de mi rostro, no tengo deseos de escuchar música, ahora el silencio se transformó en mi único compañero.

Salí al pasillo, con dirección al cuarto de Cass, podía oír como hablaba con Kellin: le contaba que ahora esta casa sería de ellos. Sonreí con amargura, ellos eran tan tiernos, se merecían esto y mucho más.

Toqué la puerta con los nudillos cuando ya no le escuché hablar. Ella abrió la puerta con una sonrisa.

— ¿Me ayudas a bajar las cosas? —hice una mueca.

—Claro. Por cierto, no pidas ningún taxi, te llevaré yo misma.

—Vale, gracias.

En silencio, bajamos las cosas, nada sería como antes, aunque intentara ni mi amistad con ella sería lo mismo, ambas conoceríamos más personas, pero lucharé porque esto se mantenga, al igual que mi buena relación con Logan y mi amiga Ashley.   

Le pedí un cigarrillo a Cass y antes de irnos lo fumé. Subimos a su auto, nadie decía nada, ni siquiera me atreví a posar mis pies en el tablero como era de costumbre y tampoco reíamos por las estupideces habituales.

Un nudo en mi garganta se fue formando, dejaría California, por más difícil que fuera. Cuando estábamos en el aeropuerto el silencio continuaba con nosotras.

— ¿Vendrás a vernos, verdad?—me miró Cass con temor.

—Claro que sí.

Ella me abrazó con fuerza y sollozó en mi hombro.

—No quiero perder a alguien más.

Sus palabras clavaron mi pecho con fuerza, yo pensaba en olvidar todo y me olvidaba del mucho daño que puedo hacer, aquí el problema es con mi padre, no mis amigos, ellos no tienen la culpa de esta situación.

—Pasajeros con rumbo a Ámsterdam, por favor abordar—dijo una voz mujer.

Miré a Cass, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su expresión transmitía dolor. Le sonreí y acaricié su cabello.

—Tú también ven a visitarme—sonreí.

La abracé por última vez y esta vez lloré. Nos quedamos un momento así, pero esta vez ya debía irme.

—Te extrañaré, joder—limpié mis lágrimas.

—Yo extrañaré desde tus locuras, hasta tus enojos, molestarte en la mañana, tu cariño, tu bondad, eres una persona excelente, no pierdas tu esencia y por favor no me olvides.

—Jamás podría olvidar a mi amiga y tampoco te defraudaré con la promesa.

—Eso espero—me abrazó.

—Pasajeros con rumbo a Ámsterdam, último llamado para abordar—resonó la voz de la mujer nuevamente.

Me puse de pie y le sonreí por última vez. Caminé hasta donde revisaban mi equipaje, todos me miraban extrañados, ya que ver a una tía con el maquillaje corrido y llorando, es algo ridículo que no se ve todos los días.

Ahora abordaría el avión. Con esta mudanza decía adiós a todo, a mi primer amor, a mi mejor amiga, a mi hermano, a todos los buenos momentos, aunque quizás encuentre felicidad en Holanda nada podrá reemplazar cada momento experimentado aquí, y por supuesto, jamás podré olvidar Andrew Biersack, el primero que ha logrado enamorarme y al que yo le he roto el corazón.

Andy P.O.V

La primera mañana en que estoy sin ella, vuelvo a sentirme el idiota de siempre, me siento sólo y destrozado. Ella no me quiere y yo soy un estúpido por creer que alguien se podría enamorar de mí.

 ¿Es esto el famoso karma?, yo rompía el corazón de las chicas y esto es lo que recibo, me siento un completo idiota y también me siento débil, no he comido, he fumado todo el día, he bebido toda la noche, mi cabeza duele y ni siquiera ese dolor se puede comparar con el dolor que siento en mi pecho, ardiendo latentemente.

No quiero volver a amar, si tan doloroso se siente, no quiero enamorarme nunca más. Todas son unas zorras, cuando tienen lo que quieren te dejan con todos los sentimientos destruidos y se van, pero ya no volveré a cometer el mismo error, no mientras esté en la secundaria.

Aunque siento rabia las lágrimas se apoderan de mis ojos e intento controlarlas pero es imposible, joder, ¡yo la amo!, no entiendo por qué me ha hecho esto.

Hoy comienza la gira de nuestro grupo musical y estamos a una hora de partir, varios de mis amigos se han burlado de mí por lo sucedido con _____, pero luego dicen que no son más que bromas.

Bajo a ver televisión con los chicos y esperamos la hora de salida; cuando esta ya transcurre, subimos al auto de Ashley y fuimos hasta la productora, donde allí nos esperaba un gran autobús con nuestra foto fuera. Era simplemente increíble, pero aún así no me sentía bien.

Me sentía vacío, me falta ella, estando con ella todos mis miedos desaparecen, todo lo que necesito es estar junto a ella, pero al parecer ella no corresponde aquel sentimiento. La necesito a ella cual enfermo a su medicina, porque eso es lo que soy, un enfermo, lleno de miedos y vacío, y todo lo que necesito es a ella, mi única cura, mi medicina.

Nuevamente lágrimas desbordaban de mis ojos, pero no quería que los chicos me viesen.

—Hey, Andy, ¿estás bien? —me pregunta Ashley.

 Asiento con la cabeza e inhalo con fuerza.

—Ella no vale la pena, no te merece. Ya conocerás a mejores.

Aentí nuevamente. Claro que conocería a otras tías, pero yo la necesitaba ella, a nadie más. Aunque lastimosamente, cada uno ha tomado su rumbo y probablemente nunca nos volveremos a ver, porque para ella yo no fui más que un reto, una simple apuesta; y en cambio para mí significó todo lo que desee, todo lo que necesité para completar mis espacios llanos, pero conoceré a nuevas personas y me reiré de esto. Pero _____ Lerman, dejará una huella imborrable. 

Fin. 

El reto: 365 días en California →  Andy Biersack {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora