Capítulo 24 || Miradas incómodas.

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Maratón 1/3

 _______ P.O.V

La estúpida sensación de picazón no desaparecía de mi nariz, ¿Desde cuándo tengo alergia tan repentinamente, y por inhalar el perfume de alguien? La sensación no se pasó sin antes ser liberada por un estruendoso estornudo, y no fue para nada silencioso, según mi percepción el director logro oírlo, y estaba en lo cierto, sus pasos cada vez se oían más cerca. Ya me preparaba para el regaño por parte del director, una nueva meta por parte de mi padre; me preparaba para una catástrofe, y esta vez se me haría más complicado cumplir con todas aquellas exigencias, debo admitir que el director no me interesa, como he mencionado anteriormente si el alumno no tiene deseos de cambiar no lo hará por una boba charla. Por otra parte estaba la complicación del reto, mi padre no me asusta, de lo que tengo miedo es de lo lejos que puede llegar, y me siento más débil en el sentido de cumplir el reto ¿El por qué? Los sentimientos se entrometieron esta vez y no hay remedio.

Repentinamente el sonido de una puerta abriéndose fuertemente interrumpió mis pensamientos e  hizo exaltarme.

—Eh gordo cabeza de condón, ¿Me buscabas? Aquí me tienes, no sabes lo insoportable que es el chillido que tienes por voz—la voz se Logan se hizo escuchar.

— ¡Señor Lerman! —Se oyó la enfurecida voz del director—No tiene el derecho de dirigirme la palabra de esa manera.

— ¿Oh si? Qué lástima, pero ¿No es que todos debemos recibir críticas? Digo, en una de sus charlas escuché esa frase, y luego explicó que nos hacía crecer como personas, con esto usted logrará crecer enormemente, claro si eso es posible porque con ése peso... —Rió. ¿Qué droga consumió mi hermano para actuar así? Me sorprende, pero su actitud me gusta, después de todo le queda menos de un mes aquí en California, en su lugar haría lo mismo, sacarme de encima todo  aquello que aborrecía.

— ¡Es un irreverente e inconsecuente! —Logró articular una frase luego de unos momentos de silencio. El pobre director Walls fue tan astutamente insultado que sólo balbuceaba cosas para amedrentar a Logan, pero este mantenía una actitud firme y segura de sí mismo ¡Ése es mi hermano!

Luego de unos minutos discutiendo, llegó el momento de la huída, un Lerman sabe cuando una situación está desgastada, cuando ya no  hay más vueltas que darle al asunto.

— ¡Joder!, ¿Es usted retrasado? Que no me interesa, a la basura toda su palabrería—Dijo detenidamente la última frase—Y si me disculpa, tengo asuntos más importantes que atender—Finalizó y el ruido de que alguien corría se oyó. Supuse que fue Logan, finalmente y pude corroborarlo.

— ¡Deténgase! —Jadeó el director, se notaba desde lejos que el pobre hombre no tenía hábitos de ejercitarse probablemente llegó hasta la puerta y se rindió, pues su voz sonaba como si corriese una maratón; no es que tenga un problema con el director pero de hecho cualquiera podría cansarse fácilmente, como es el caso de Logan, todo depende de ejercitarse, por eso niños coman toda su comida y hagan caso a sus profesores de gimnasia.

Se preguntarán cómo reaccionamos Andy yo ante ésa situación, pues les diré que fue bastante divertido presenciar —más bien oír—esa situación, no les diré nada más que ambos tapábamos nuestras bocas, pero no con nuestras manos, sino con las manos del otro, ya que el agarre es más firme; y les diré que si hubiese explotado en carcajadas, no hubiese parado, y digamos que mi risa no es para nada delicada, no es como en otras historias donde la chica ríe suavemente, haciendo que su risa sea música para los oídos del chico, ése señoras y señoras, no es mi caso. Estoy segura que si me pusieran un disfraz de gorila —ya saben con el pelaje y todo— y me pusiera a reír, las personas de mí alrededor llamarían al zoológico porque un animal se escapó« ¿Sí?, ¿Con control animal? Tenemos un chimpancé rabioso aquí», bueno tal vez no sería tan exagerado, pero concluiré este pensamiento con que mi risa es contagiosamente estúpida, lo demás déjenlo para su imaginación.

El reto: 365 días en California →  Andy Biersack {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora