Quédate Conmigo #5. Atrévete a quedarte (Completada) Wattys 2020

La guardería

Joe.

Los llantos, risas y ruidos de niños me despiertan de mi siesta. Respiro hondo, cuando le dije a Alejandro que me quedaría en su casa, unos días, no esperaba tener que compartir la casa con Ricitos de oro y con varios niños.

La verdad los dos primeros días, me había divertido en molestar a Ali, ella siempre fue muy odiosa desde que nos conocemos, ahora es una tradición llevarnos mal, nunca hemos podido aguantarnos. Pero, luego ella siguió tratándome con indiferencia, hablándome educadamente, y todos mis dioses sabían que odiaba eso.

Me levanto de la cama y me arrastro a donde se escucha el ruido. En cuanto abro la puerta el ruido se incrementa y me doy cuenta que todo el escándalo viene de la habitación de al lado. Rechino los dientes y me golpeo contra la puerta.

- ¿Qué esta pasado? - abro la puerta donde vienen los gritos del infierno y veo a seis niños corriendo por todos lados, pintando, derramando leche con chocolate, mirando la televisión a un extraño mono y cantando a todo pulmón como si estuvieran en un karaoke.

- Buenos días, retrasado. - Ali esta detrás de mi, riéndose de mi frustración. - Ponte una playera, los niños no querrán ver algo tan asqueroso. - sonrío para mis adentros, al menos ahora no me habla como a un niño pequeño al que tiene que cuidar.

- Estos niños tienen padre, no es la primera vez que ven a un hombre sin playera- Ali me da un empujón para que la deje pasar. Aun anda con pijama, trae una taza de café y camina hacia los niños con una enorme sonrisa. Lo que no me deja de sorprender en su belleza, aunque corto su cabello, solía tener un largo cabello liso rubio, pero ahora su cabello le llegaba hasta los hombros, sigue siendo una mujer muy delgada, sencilla, pero aun así espectacular.

- Hola mis amores, miren quien esta aquí, el Tio Joe- los niños voltean a verme y corren hacia mi. Telma y Andrés son los primeros en abrazarme y es que son mis únicos sobrinos, los hijos de Cristina y Alejandro.

- Tio Joe, ponte una playera, por favor- Dice Telma quien hace una cara de asco que me hace sonreír, miro a Ali quien también tiene una enorme sonrisa.

- Tio Joe, ¿quieres ver las caricaturas conmigo? - me pregunta Andrés, es mas pequeño que Telma, es un niño muy sentimental, llora por cualquier cosa, Cristina estaba frustrada por sus llantos. Aunque lo que tenia este niño, es que esta muy chiflado y no le gusta que le digan que no.

- Claro, iré a ponerme una playera y en seguida regreso- camino hacia la puerta, cuando noto que Alejandro me estuvo mirando todo el tiempo.

- Es extraño ver que estas despierto a esta hora- me sigue a mi habitación, entra sin pedirme permiso. Busco entre mi ropa sucia una playera. - Hay reglas, Joe. - lo miro de reojo.

- ¿A que te refieres?

- Ali tiene un itinerario muy pesado, a veces la vemos muy cansada, entre su escuela, clases extras, cursos de fotografía, su novio y el ser la niñera de los seis niños de la manada. - levanto una ceja. - necesito que le ayudes, que el tiempo que vas a estar aquí, necesito que la ayudes con los niños.

- ¿todo el día?

- Ali solo cuida a los niños en la mañana, pero tenia ayuda de Tim, ya que esta en su luna de miel, no estaría de mas que tu le ayudaras y ya por la tarde los cuida Ashley. Ashley vendrá por ellos mas tarde, de ahí Ali se va a la escuela y sus otros deberes, llega aquí hasta las diez de la noche, así que, como veras, tiene mucho que hacer. - me siento en mi cama. - tal vez, el que la ayudes, haga tus días mas interesantes.