¿Amigos?

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Ali.

¿Qué hice? ¿Por qué lo hice? ¿Acaso me volví loca? ¿Por qué bese a Joe?

Solo puedo culpar a mi mente, tuve un pésimo día, tuve muchos altibajos todo el día, los recuerdos no me dejaron en paz, hablar con Jim me hizo vulnerable, no se que fue, pero simplemente lo único que se, es que fue una locura y que no debí de besarlo. Sin embargo lo hice, y ahora no se que pensar, nunca creí que me atrevería a besar al hombre que consideraba un enemigo.

Respiro hondo, solo puede ser la presión, solo me sentí acorralada y Joe estaba ahí, hubiera intentado besar al primero que viera... el no es especial, es un idiota.

-Yo soy una idiota- susurro.

Estaba a punto de derrumbarme en mi cama y dejarme llevar por la depresión, cuando sonó mi celular, resople cuando vi un mensaje de Joe.

"Deja de pensar en eso" – eso me hizo sonreír.

"¿Cómo sabes en que pienso?"

"Comienzo a conocerte, no a la Ali de hace unos años, a esta Ali, que vive preocupada, hace locuras de repente y le importa lo que los demás piensan de ella, por eso, se en lo que piensas"- el sabe como una exasperar a una mujer.

"¿En que pienso?"

"En que fue un error el besarme, no logras comprender porque besaste a tu archi enemigo"

"Puede que tengas un poco de razón"

"Ali, solo estabas vulnerable, es solo eso. Jamas te fijarías en alguien como yo, soy todo lo contrario a ti, me odias y piensas que soy un idiota"- eso me hace reír.

"Bien, eso es muy cierto"

"¿Significo algo para ti ese beso?"- respiro hondo, lo pienso un segundo y contesto sin realmente pensarlo bien.

"No"

"Para mi tampoco significo nada"- no entiendo lo que me hace sentir eso, pero al menos mi orgullo comienza a sentirse mejor.

"Bien, entonces lo olvidaremos, nunca paso"

"Nadie se enterará por mi"

"Gracias. Buenas noches"

"Descansa, ricitos de oro"- hablar con el, si que me ayudo a tranquilizar mi mente.

Al siguiente día, estoy encerrada en mi habitación, tengo prohibido salir sola, así que no puedo hacer otra cosa que solo estar acostada mirando mi techo, esperando en tener alguna idea de que hacer con mi vida, desde hace años no he tenido días sin tener nada planeado.

Tim me había despertado temprano para avisarme que nadie de la manada iría a trabajar hoy, algo ocurría pero nadie quería decirme y eso era exasperante, deje de insistir cuando mi padre me dijo que regresara a mi habitación a dormir, que nadie saldría de la casa, se que rogué pero nada funciono.

Estaba a punto de quedarme dormida, cuando escuche la risa de Aarón en la sala, al menos no seria un día tan aburrido, me levante de un salto, y busque ropa lo mas rápido posible, aun seguía en pijama, estire mi blusa de gatos para quitármela de un estirón, pero se atoro con el broche de mi brasier, comencé a brincar esperando que el golpeteo hiciera que se soltara.

-Me fascina estar aquí, justo en el momento indicado- escucho la voz de Joe y tiro un grito, maldigo como hace mucho que no hago, suelto mi blusa para que regrese a su lugar.

-¡Sal de mi habitación!- estoy furiosa, ni siquiera tocó, solo entro como si fuera su casa.

- Oye, tranquila, solo venia a saludar, la mayoría de la manada esta aquí- odio que este recargado en mi puerta con los brazos cruzados, mirándome de pies a cabeza- A parte no es la primera vez que te veo con tan poco ropa.

Quédate Conmigo #5. Atrévete a quedarte (Completada) Wattys 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora