Ella me encontró

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Ali.

Yahir y yo ni siquiera hemos podido hablar, después de decirle que me quería ir, su madre nos separó para seguir con la celebración. Martin me llevo de regreso a la casa, en donde permanezco sola en mi habitación. No sé cómo sentirme al respecto, odio tanto sentir que no soy suficiente, que nunca podre tener una vida estable en Estados Unidos y menos lejos de mi familia, rendirme así de fácil nunca fue mi idea.

Miro mi celular, no sé si deba de decirle a Joe lo que acaba de ocurrir, tal vez solo sea mis miedos hablando, puede que solo sea que estoy abrumada por toda la familia de Yahir. Me dejo caer en la cama, aun con mi vestido puesto, ni siquiera tengo ganas de ir a quitármelo, ni desmaquillarme, solo quiero abrazar mi almohada y quedarme dormida, pero no lo hago, me lastimo con la galería de mi celular, viendo foto tras foto de mi familia, de mis niños que me esperan en España, de repente entro a mis mensajes y miro la foto de perfil de Joe, la miro a detalle, se ve tan feliz en la foto, tiene un aire de egocéntrico, eso me hace sonreír, realmente es guapo y egocéntrico, sin embargo esa sonrisa no la tiene a menudo, al menos no desde que llego a México, puede que la foto sea desde antes de la tragedia que paso con su madre. Respiro hondo, al menos él tiene lindos recuerdos de su madre, en cambio yo, cada vez que intento recordarla, solo venía a mi mente una habitación oscura, húmeda, un olor fuerte muy desagradable, y en una cama a los lejos mi madre acostada, a la cual nunca me puedo acercar para intentar verla, pero lo que sí puedo ver es una jeringa en el suelo.

A veces, cuando estoy a solas, me obligo a llorar, me obligo a recordar por lo que pase cuando era una niña, me digo que es necesario, que necesito recordar lo malo de esos años, porque así apreciare mi presente y me doy cuenta lo agradecida que debo de estar con la vida y con la familia que ahora tengo. Sé que me pasaran cosas terribles, en la vida no siempre habrá felicidad, eso me hacía recordar a Joshua, mi primer amor, el primer joven que me hizo entender la vida.

Sigo mirando la foto de Joe, no puedo creer que de alguna manera lo extraño, tal vez porque los días que pase cerca de él, siempre me hizo reír, tenía con quien pelear y porque aunque lo niego, con el siempre bajo la guardia y me comporto de otra manera. De repente, noto que tengo notificaciones de mi correo, he estado evitando verlos, porque sé que algunos deben de ser la universidad, nadie entiende porque deje de ir a clases y mis pocos amigos cercanos no dejan de escribirme y de mandarme tareas para que no me atrase. En algún momento tengo que verlo, empiezo checando cada mensaje, primero los conocidos, luego de verificar que sin son tareas los cierro sin responder, hasta que noto uno que dice "¿sola?", me hace suponer que es algún correo de propaganda o algo por estilo, miro de que correo viene y solo dice "Madredelmal" eso es lo que me termina convenciendo de abrirlo, en cuanto lo abro y noto que son algunas fotografías que comienzo a descargar, al final solo hay un pequeño texto que en seguida enfría mi piel.

"No es tan difícil, en Estados Unidos también te puedo encontrar"

Cuando las fotos terminan de descargarse, me quedo sin aire, son fotos mías, de cuando llegue a Estados Unidos, fotos donde estoy saliendo del aeropuerto, tomada de la mano de Yahir, hay una donde estoy subiendo a la camioneta, otra donde Yahir y yo estamos huyendo de los flash fuera del restaurante en donde quedamos para comer con su madre, y por ultimo una foto mía entrando a la casa de Yahir. Aviento el celular, me levanto de la cama y camino de un lado hacia el otro, no sé qué hacer, lo único que pasa por mi mente es "ella sabe dónde estoy", no puedo dejar de repetir eso, una y otra vez.

Tomo mi celular de nuevo, cierro las fotos y marco apresuradamente al único que sé que puede consolarme y sacarme de Estados Unidos en un par de horas.

-¡Alejandro!- y empiezo a llorar, porque no sé qué más hacer, porque siento escalofríos, porque tengo miedo.

- ¿Qué sucede? Tranquilízate, cuéntame lo que ocurre – respiro hondo e intento controlarme, mi comportamiento no ayudara en nada- ¡Ali!- su miedo y desesperación me despierta de mi trance y empiezo a contar todo sin detenerme ni siquiera para respirar.

Quédate Conmigo #5. Atrévete a quedarte (Completada) Wattys 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora