Viviendo En La Oscuridad

Cap.6

Cambio el nombre de Ana por Alice.

Narra Alice.

Después de estar en los servicios con Marta, estuve con dos hombres más que pagaron demasiado por mi.

Se portaron bastante bien conmigo y eso es extraño.

El club acababa de cerrar y teníamos que limpiar toda la zona entre todas antes de que llegue Walter.

Ya ha pasado casi una hora y ya acabamos. Marta se le veía muy cansada, yo con lo mismo más un dolor de espaldas horroroso.

Olí al típico perfume de Walter y me alarmé dirigiéndome a donde Marta.

— chicas, muy buen trabajo el de esta noche — dijo sonriendo — Nadie se quejó de ninguna de vosotras y eso me extraña —

Se le veía orgulloso.

Paso por delante de todas nosotras y se paró frente a Marta.

— tú, tienes que espabilar para este club. Tómalo como una advertencia — dijo serio de repente.

— mañana es sábado, con lo cual, más trabajo — pausó — a descansar todas — dijo mirándonos — Isabella conmigo — dijo por último.

Ella contenta se fue a él.

Marta y yo entramos a nuestra habitación, nos desmaquillamos y nos ponemos el pijama para ir a dormir.

Ya en la cama pasó media hora y me di cuenta de que Marta no pegaba ojo.

— ¿quieres dormir conmigo? — le pregunté susurrando.

Ella solo asintió y se metió en mi cama.

La abracé como si fuese la hermana pequeña que nunca tuve y nos dispusimos a dormir.

Al levantarnos a la mañana siguiente nos dimos cuenta de que Isabella no está, bueno, tampoco es la primera vez que lo hace.

Tenía mucha hambre, pero no se puede comer hasta unas horas antes de abrir el club...

Me senté en mi cama junto a Marta para esperar a que pase el tiempo...si, a si de pésima era mi vida y nuevamente la de Marta.

Me di cuenta que no podemos parecer muñecas aquí sentadas...

— ¿porque no me hablas de tu país? — le pregunté animada.

Su cara se tornó a una triste.

— echo de menos estar ahí, ese olor veraniego tan español...esa gente tan amable, los lugares, las pedazos de costumbres...echo de menos pasear por el centro de Barcelona, las tapas, la tortilla de patata, la paella... —

Sonaba tan bien.

— deseo estar ahí, nunca eche tanto en falta a mi país y a mi gente... — dijo por último.

— no te podría decir lo mismo...este club es como mi país, aquí me crié — dije.

— seguro te encantaría visitar a España, iríamos juntas y te enseñaría Barcelona entera, la capital, Andalucía es lo más bello... —

Mis ojos se cristalizaron al pensar en ser libres y andar sin miedos.

Narra Drake.

Me levanté de dormir hace unos minutos y me meto a la ducha directamente.

Bajo en busca de Josep pero no lo veo, voy a las habitaciones, a la cocina, a la mesa... ni un rastro de el.

¿Y si lo deje en el club?