Viviendo En La Oscuridad

Cap 8

Llegamos al club y el olor a fiesta me inundó.

Hoy íbamos ha pasar la noche bastante bien ya que queremos celebrar el dinero obtenido.

Pase mi vista por todo el club en busca de alguna chica, pero mi consciencia solo quería encontrar a Alice.

— ¡buenas tardes señores caballeros! — se oyó una voz en los altavoces.

Todas las miradas se dirigieron al gran escenario.

— lo que haremos hoy será algo que hacemos pocas veces — dijo.

El escenario era de lujo, tenía sofares de cuero rojo, barras para que las chicas bailen...

Todo el club era lujo y los hombres que suelen venir se ven grandes empresarios de trajes.

— hoy haremos que conozcáis más a nuestras Bellas mujeres del club — dijo el a la vez que suena una música sexy — luego, será una subasta y estaréis con ellas las horas que queráis —

Todo el mundo empezó a aplaudir y ha ponerse alegres por la noticia.

— bien, empecemos con Caroline —

Entra una chica de pelo rizado rubio, ojos marrones, piel morena.

— ella es una pedazo de mujer que viene desde Brasil, ya os podéis imaginar lo sexy que es en la cama... —

Todos empezaron a decir cifras de números hasta llegar a una cifra intermedia.

— ahora vamos con Lucy — prosigue — tenemos a nuestra Bella princesa de cabello largo castaño, ojos como la miel y realmente tranquila con sus clientes... —

Pagaron por ella un poco menos.

Me giré a ver a Josep y él estaba algo nervioso.

— ¿estás nervioso? — pregunté.

El me mira y vuelve la vista al escenario.

— si es por Gina... — no me dejo terminar.

Fruncí el ceño.

— solo...espero que salga una chica, que...conocí ayer...y no soportaría que otro se la llevase por mi —

Reí.

— ¿te enamoraste de una prostituta en una noche? Por favor... — dije riendo.

— no imbecil, solo que me gusto estar con ella y es diferente a las prostitutas que tú conoces — respondió.

¿Se refiere a Alice?

— os es que no me dirás que no te gusto estar con la chica de ayer, ya estuviste dos veces con ella seguidas —

— ya ya...no seas exagerado —

Tenía razón, pero tampoco me ponía nervioso de que otra se la llevase.

— consíguela, hay bastante dinero —

Pasaron 5 chicas.

— y aquí dejamos lo mejor para lo último — dijo el feliz.

Pasó una chica rubia mientras movía sus caderas exageradamente.

— ¡aquí tenemos a la Bella Isabella, origen italiano, muy salvaje a la hora de estar en la cama! —

Todo el mundo parecía que se la comía con la mirada.

— no está mal Josep... — dije sonriendo.

Pero no era lo que buscaba.

Llegaron a pagar por ella 1.200€

— siguiente — dijo el.