Cap 23.

4.2K 296 78
                                    

Narra Alice

Pasaron los días y en por la noche era la gran subasta...tenía miedo, no lo podía negar.

Marta estaba muy triste por que me iba y no iba a saber ni mi paradero.

— Marta se que no tendremos contacto nada más que salga de aquí, quería decirte que tienes que ser muy fuerte y soportar lo que te queda —

Ella asintió llorando.

— mira, yo nunca creí que iba a salir de aquí pero mírame, esta noche me iré...pero no sabré si a algún lugar mejor o peor —

— quiero que te vaya bien — susurro abrazándome — has sido un gran apoyo para mi —

— haré lo posible para estar en contacto contigo —

Asintió.

— te quiero — le susurre.

— y yo — me dio un beso en la mejilla.

Nos levantamos y fuimos a darnos un baño para estar preparadas para esta noche.

Sentía tanto dolor en la barriga por los nervios...

[...]

Tenía una toalla al rededor de mi cuerpo y de repente entro Walter.

— Alice — susurró sonriendo.

— ¿que quieres? —

— que pena que ya te vas... — dijo fingiendo estar triste — creas o no te echaré de menos, te has criado aquí —

— lamentablemente —

— algo bueno te llevas de aquí, aprendiste rápido a ser una mujer —

— para eso no hay que tener prisas —

Empezó a reírse ya que no tenía nada que responder a eso.

— quería despedirme de ti de buena forma, pero no hay tiempo —

Sabía a lo que se refería perfectamente y era lo que menos quería en estos momentos.

— pero eso si, siempre tendrás en mente todo lo que vivimos juntos —

Dicho eso se fue.

Al decirme eso empecé a recordar todas esas veces que abuso de mi y las otras veces tenía que ser sumisa ya que no valía la pena combatir con el.

Mis ojos empezaron a llorar ya que me daba asco y él tenía razón, nunca me olvidaría de aquello.

Me doy asco solo por eso.

Sabía que llorando las cosas no se solucionaban pero lo hacía para desahogarme.

Cada vez quedaba menos tiempo para la subasta y tenía que darme prisa.

La vestimenta era un poco más de lo normal, tenía que ponerme una falta muy corta de color negra con partes trasparentes, un top que enseñaba exageradamente mis pechos, unos tacones color rojo de punta fina y un maquillaje muy simple con mi cabellos suelto.

Walter dijo que iba a ser de las últimas en salir porque lo bueno viene al final, cree que me sentiré orgullosa por eso pero no, me siento como un objeto usado y revendido.

Ya me despedí de Marta y puedo irme tranquila, no creo que nos volvamos a ver, pero su recuerdo siempre lo tendré.

— ¡vendida por 15.000 dólares! — gritó Walter.

Se escuchaban números cada vez más altos y luego él gritaba que estaba vendida cierta chica...no quería que llegase mi momento.

— ahora cederá una chica muy bonita, con mucha experiencia sexual por su largo tiempo aquí, ella es Alice —

Viviendo En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora