◈ BELLATOR |MARVEL [2]

15. the sword of summer

—¡ME HAS OFENDIDO frente a tus guerreros!

—No quise ofenderte, pero necesito tu espada y si es necesario la sacaré a la fuerza—respondió Freya entrando a la habitación, era mucho más pequeña que la suya, había un escritorio y frente a él dos sillas, era mucho más rústico que su castillo.

—Eso es declararme la guerra.

Freya sonrió.

—Oh, Lord Frey si empezáramos una guerra ¿quien cree que ganaría?—ante la pregunta su hermano se quedó callado, su hermana suspiró y se agarró el puente de la nariz, cansada—. Escúchame Frey, dame la espada, mató a ese monstruo y te la devuelvo pulida y en su funda.

El hombre se quedó en silencio y se sentó.

—¿Por que pedir mi ayuda y no a Asgard?

—No necesito que Thor arregle mis desastres—gruñó ella.

—Así que es tu culpa—apuntó su hermano, ella rodó los ojos.

—Freyja—Frey la vio son seriedad—. No nos vemos desde hace años, pero te conozco bien, eres mi gemela, ahora ¿quien es este monstruo?

—Es la Angrboda—al decir eso, el rostro de Frey se volvió palido y vio a su hermana horririzado y...lo ir antes hubiera estado impresionado ahora parecía decepcionado. Y como no? La Angrboda era el monstruo con la que amenazaban a los niños que se portaban mal, o no se iban a dormir. Su pelo tan largo y gris como sucia nieve, la mitad de su cara desfigurada, sus ojos inyectados en sangre y la otra mitad de la cara lechosa.

—¿Que diablos hiciste Freya?—por primera vez en años la joven mujer se sintió como una niña de nuevo enfrente de su hermano.

—Tú no te acuerdas...ella fue una de las muchas—Freya fue hasta un retrato de los príncipes de Asgard junto con ellos—. Yo fui la única que no fue ciega, como todos ustedes. La única que tuvo las agallas para hacerlo, aunque si no hubiera sido yo, hubiera tenido un mejor destino.

—¿Cuantos años tenías? ¿Y quien era ella?

Freya se mordió la uña.

—Mira conozco cuando me mientes, y cuando no quieres decir algo, no queria rebajarme a esto, pero si no me dices que ocurre tu amigo Star Lord no saldrá bien de aqui.

Ella se tensó pero trato de no perder la cabeza.

—El esta bajo mi proteccion, atacarlo a él sería atacarme a mi, y no queremos una guerra cierto? Basta de comportarte como un niño,¡ y dame la maldita espada!

—¿QUE LE HICISTE?—le gritó Frey ya harto.

—¡LA MALDIJE!—Freya le gritó de vuelta.

Ambos se quedaron callados por unos segudnsoa antes de que Freya tomara uno de los alcholes mas fuertes que tenía su hermano sobre la mesa y bebiera desde la botella, antes de caer en una de las sillas.