Manipulable [Cyrus y TJ]

De regreso a ti

Amber, tomó el broche de perlas, que Kid le había obsequiado dos semanas atrás, y se lo colocó sobre el rodete que anteriormente se había realizado, mientras que delicadamente unos pocos cabellos caían sutilmente a cada lado de su rostro. Y sumado a esto su costoso vestido rosa y su suave maquillaje podía decirse que era lo más parecido a una barbie humana, una sin duda muy bonita.

Sentada sobre la orilla de su cama, se terminó por colocar los zapatos de tacón alto escogidos para esa noche, para después mirarse una vez más en el espejo de su habitación. Ya cuando lo hizo sonrió satisfecha ante lo que el reflejo mostraba y es que sabía que este no mentia, se veía muy bien, como una de esas princesas de cuento, excepto que ella era mejor que una princesa.

Tomó su cartera-sobre, guardó en ella su labial junto a su móvil y bajó a la sala de su hogar para encontrarse con sus progenitores y con la cámara de fotos en las manos de estos mismos, mientras que los dos chicos que la acompañarían esa noche tan importante para ella, se encontraban también esperándola pero aunque así era la distancia entre los dos chicos era notable porque después de lo que había pasado en la tarde no se volvieron a dirigir la palabra ni por mera casualidad y de momento y dado la tensión que había entre ambos era mejor así.

Era la noche de Amber y ninguno quería o tenía intenciones de arruinarle tan importante noche o probablemente no sólo perderían su amistad si no que también había mucha posibilidad de que amanecieran muertos al día siguiente, ya bastante paciencia les había tenido a ambos al final de cuentas.

La cámara disparó una y otra vez hacía la hermosa chica, y es que no sólo era un momento único para ella si no también para sus padres.

Ya cuando su madre perdió la cuenta de cuántas fotografías había tomado, le pidió al amigo de su hija y a la cita de esta que se acomodaran junto a Amber para tomarles una foto juntos, pero la ex novia de Jonah, se negó antes que los chicos si quiera se movieran, poniendo de excusa de que sería mejor tomar una foto por separado con cada uno y sus papás la complacieron, claro que fue inevitable que Kid no se molestará cuando después de que se tomará una fotografía con él, en donde parecía no querer tenerlo cerca, se tomará una foto junto a su mejor amigo mientras apoyaba su cabeza en el pecho de este, como si TJ fuera su cita y no él, claro que si supiera sólo un poco más de la rubia, sabría que esta en realidad lo quería como si fuese un hermano, pero él no lo sabía y Amber no planeaba decírselo tampoco.

Cuando llegó el momento de que Amber fuera fotografiada junto a sus papás, Kid realmente sentía que estaba sobrando en el lugar porque los padres de su cita le pidieron al idiota de TJ que se uniera a la foto y no a él, pero es que el de ojos color verde, tampoco era un desconocido en esa casa como sí lo era él.

Y después de que el papá de la rubia le advirtiera que quería de regreso a su hija temprano sana y salva, y la mamá de esta la llenará de abrazos y buenos deseos, consiguieron por fin salir de la casa.

Ya fuera de esta, el rubio recordó que aún tenía el ramillete en forma de pulsera, en su bolsillo cuando se suponía que debía entregárselo a su cita en la primera oportunidad. Estando un poco avergonzado y antes de que llegaran a su coche se lo entregó, ganándose una hermosa sonrisa y un gracias por parte de su pareja de baile mientras que TJ miró el momento como diciendo “ya era hora”, y es que después del mal momento que habían vivido parecían incapaces de poder llegar a tolerarse pese a que todo lo hacían en nombre de la rubia.

Ya arriba del auto, con Amber en el asiento del copiloto y con un desinteresado Kippen en el asiento de atrás, Kid puso el vehículo en marcha, dirigiéndose así a su actual escuela, ya que el baile de graduación se llevaría a cabo en el polideportivo de la misma.

Y aunque todo parecía estar en orden, dentro del vehículo la tensión entre los tres ahí presente era mucha, incluso resultaba incómodo estar ahí, fingiendo que nadie había golpeado a nadie esa misma tarde y que por lo tanto nadie estaba enfadado con nadie.