Manipulable [Cyrus y TJ]

Siempre mio

No llevaba mucho dinero consigo, pero al menos si el suficiente para poder comprar un poco de café, y como pensó, si le alcanzó por lo que después de recibir el no muy grande vaso descartable de café, lo llevó con ella sin siquiera probarlo previamente, porque en realidad no era para ella para quien lo compró, fue por esto que lo llevó consigo en todo el viaje desde el ascensor hasta el tercer piso del hospital, cuando llegó a destino, caminó por el largo corredor hasta cruzar las enormes puertas que la llevarían hasta la parte de la institución privada que abarcaba todo lo que era cuidados intermedios, cuando después de no mucho llegó al final del corredor, abrió la puerta de la habitación 122, esa misma habitación que había venido visitando desde los últimos casi dos meses.

Cuando entró, se encontró con la misma escena que se repetía sin falta cada día.

Su ex enemigo, la persona que después de dos meses de conocer un poco más, se encontraba sosteniendo la mano de su amigo Cyrus, quien era el causante de que tanto toda su familia como mejores amigos fueran a aquella habitación sin falta cada día de visita a la hora precisa.

Le sonrió a ambos y le dio los buenos días a su muy querido amigo de infancia, puesto que este acababa de despertar, ya que cuando estuvo ahí hacía poco tiempo atrás este aún permanecía durmiendo.

Le alegraba verlo cada día mejor.

Como ya era costumbre le correspondió el saludo pero no fue de la misma forma que su verdadero amigo lo hubiera hecho, y aunque después de casi dos meses comprendía bien el porqué de esto, le costaba mucho adaptarse. Y es que difícilmente podría acostumbrarse alguna vez a lo mucho que las cosas habían cambiado después de aquel accidente que casi acaba con la vida de su mejor amigo de infancia.

Volviendo a su realidad, le sonrió al de ojos marrones para después entregarle a TJ la bebida caliente que había comprado para él.

El ex capitán del equipo de básquet, aceptó y agradeció aquel detalle de su parte.

Y es que entre tantas cosas que habían pasado desde el accidente que marcó un antes y un después en la vida de Cyrus, se podía decir que lo único bueno que había traído aquella tragedia había sido la buena y muy reciente amistad entre Buffy y TJ.

Y es que el día que el hijo de Leslie había buscado una salida fácil a través de la irremediable muerte, no había hecho más que aumentar en gran medida su desgracia aunque para su consuelo no lo sabía.

Y es que su conocimiento sobre su propia vida sólo se basaban en lo que su familia, amigos y novio contaban, lo cual era una catástrofe si se tomaba en cuenta de que tanto sus amigos como padres sólo terminaban diciendo lo que TJ creía conveniente que él supiera, por lo que nunca terminó por conocer realmente como era su vida antes del accidente.

Nunca supo del turbio comienzo que tuvo su relación con el ex capitán porque nadie más que ellos dos sabían de esto. Y el viejo Cyrus nunca le contó de esto a nadie.

Nunca supo realmente de como fue su relación de pareja con TJ porque este omitió toda información que lo comprometiera, dejando sólo lo buena de esta en cada palabra que salía de su boca para hablar de la misma.

Nunca supo de la crisis que hubo en su relación, nunca supo que el que decía ser su eterno enamorado lo había dejado por lo que fueron unos largos tres años porque su familia y amigos no lo consideraron un dato importante o agradable que debiera saber. Pero aquello no era del todo culpa de quienes los rodeaban, más bien todo era culpa del viejo Cyrus que nunca fue capaz de confesar nada a causa de su estúpido deseo de venganza, el mismo que ahora lo había hecho caer en su propia trampa, y es que la venganza nunca pero nunca era el camino correcto o dejaba algo bueno, y al que ahora se recuperaba en una cama de hospital le tocaría vivir las duras consecuencias de sus malas desiciones, las mismas que ahora lo habían atado a la persona que más daño le había hecho en la vida.