Manipulable [Cyrus y TJ]

Disculpa aceptada

Su día no había comenzado como le hubiera gustado, ¿Y es que cómo era posible iniciar un día perfectamente bien si ni bien comenzaba el mismo y los reclamos de su novio ya comenzaban? Y es en el fondo sabía que así sería, después de que por mero capricho se negó a atender cualquiera de sus llamadas o mensajes pese a la gran insistencia del otro. Juraría que había recibido más de 20 llamadas por parte del otro, y en cuanto a los textos, ya había perdido la cuenta de cuántos habían sido. Y es que bueno, simplemente no había tenido deseos de responder porque no sentía deseos de hacer tal cosa después de que le tocó verlo con aquella rubia, que casualmente no era de su agrado por haber sido testigo de cómo torturó a su amiga en un pasado.

Amber era una mala persona, eso lo daba por hecho y nada lo haría cambiar de opinión, claro que pese a todo debía admitir que se moría de curiosidad por saber la razón por la cual TJ, estaba junto a la rubia ese día ¿Por qué exactamente estaban juntos? ¿Por qué parecían tratarse con tanta familiaridad? ¿Por qué? Quería tanto preguntarle todo aquello. La duda estaba acabando con él, pero cada vez que tomaba la iniciativa, una vocecita en su cabeza, le recordaba que no tenía derecho a reclamarle nada cuando no eran nada. TJ, era perfectamente dueño de gastar su tiempo con quien lo quisiera y él no podía hacer nada para evitarlo.

Ambos no eran realmente una pareja y le avergonzaba mucho pensar en la posibilidad de ser un estorbo para su amigo, ya que por fingir estar con él, no podía hacer pleno uso de su libertad como se le viniera en gana.

Quería decirle que ya no era necesario continuar con aquella farsa, y que podría estar tranquilo ya que su amistad no se vería afectada si esta terminaba, quería poder dejarle libre y dejar de ser una carga para él, quería poder terminar con TODO de una buena vez pero no podía hacerlo, pese a que sentía que le estaba jodiendo la vida a TJ, no tenía el valor que necesitaba para alejarse de su lado. Era un cobarde, como siempre, alguien que se había acostumbrado demasiado a la compañía de otra persona y que ahora no podía estar sin ella.

Era un ser miserable por aprovecharse así de TJ, lo sabía y le dolía no poder detenerse, pero al final de cuentas no importaba todo el esfuerzo que hiciera, tarde o temprano el otro se cansaría de él y lo dejaría de lado, y sin embargo no se atrevería a hacer nada cuando aquello pasará porque sería lo menos que merecería por jugar así con alguien que sólo buscaba ayudarlo.

—Lo lamento, no volverá a pasar.

En ese momento se encontraban en los sanitarios del colegio.

—¿Y crees que con una estúpida disculpa se soluciona todo? 

Vaya que gracias a que Cyrus había ignorado sus llamadas y sus mensajes había pasado una noche de mierda, no había podido descansar en toda la noche, mientras trataba de justificar de una u otra manera, que su “novio” no respondiera. Y para rematar, por primera vez en su vida había sido el primero en llegar a la institución educativa, incluso había llegado antes que las personas del servicio de limpieza, para averiguar qué había ocurrido con Cyrus, para que esté venga y simplemente le dijese una excusa realmente mala de porqué no sé había comunicado con él, ¿Acaso quería volverlo loco? Porque si ese era su plan, estaba funcionando perfectamente.

—No vuelvas a hacerlo—ordenó a punto de perder la paciencia.

Cyrus iba a continuar pero unos labios ajenos sobre los suyos lo interrumpieron.

Y fue entonces cuando TJ, se percató de lo mucho que había extrañado aquella pequeña boca rosa, y fue por lo mismo que no consiguió contenerse por más que lo intentó, y terminó transmitiendo en aquel intenso beso toda la necesidad que tenía por el otro.