Parte 2: Mi suerte

375 18 2
                                    

2-Mi suerte

**Sen**

Repito otra nueva inspiración para controlarme y no dejarme llevar por el pánico. Puedo hacerlo....solo es cuestión de entrar allí, decir lo que quiero, pagar e irme....dios... ¿porqué es tan difícil?

Miro el letrero de "farmacia" frente a mí y todo mi cuerpo tiembla. Ya soy mayorcito para hacer estas cosas solo ¡tengo que demostrar mi orgullo!! Entro pisando fuerte aguantando la respiración cuando la puerta se abre automáticamente y cierro los ojos ignorando el rubor de mis mejillas para simplemente gritar.

-¡Buenos días!!! Necesito un....- abro los ojos de par en par al no encontrarme con el farmacéutico, sino con su pareja. Un hombre enorme y peludo, de cabello largo castaño ondulado amarrado en una coleta cutre rosa al igual que el haori que lleva echado sobre sus hombros cubriendo su yukata negro. Tiene una ramita entre sus dientes y su boca se abre en una exagerada sonrisa a modo de saludo.

-Hai, hai, Sen-chan ^^ ¿Qué te trae por aquí??-

-Kyoraku.... ¿dónde está Ukitake-san?-

-Ha ido a la trastienda a organizar unos productos nuevos que han venido, pero estaré encantado de ayudarte en su lugar ¿Cómo te va el cole, pequeño?-

-No es un colegio, es un instituto-

-Ah, que recuerdos...yo también fui niño no hace mucho-

Y lo sigue siendo. El tic en mi ojo no ha hecho más que aparecer y eso que el tío vago no ha abierto la boca demasiado aún. Veo como se incorpora y su yukata se abre insinuante mostrando esa gran masa de vello que tiene en el pecho. Joder, es un oso, que asco.

-Yo...volveré otro día si eso...-

-¿necesitas algo para ti o para alguno de los tuyos?-

-¡No es nada! Me marcho-

-Espera, espera....- Kyoraku sale del mostrador para ponerse a mi altura y trago saliva al ver lo que me supera en altura, aunque no tanto como su padre. Ese no tiene rival en estatura en todo Karakura. Ni en físico, ni en porte, ni....suspiro sintiendo como mi cuerpo se está erizando solo con esos pensamientos. Veo que Kyoraku no ha dejado de mirarme y puedo notar la diferencia clara que tiene con su progenitor. La tontería.

-Mm a ver. Tu padre ya vino a por su medicación la semana pasada, tu abuelo vino ayer para controlar su tensión, tu hermano hace un montón que no le veo pero debería pasarse a por unas pastillas anti mal genio, tu tío...-

-¡Basta!! No me interesa saber lo que ellos compran ¡es para mí!!- maldigo al haber hablado de más y Kyoraku sonríe al ver mi rostro ruborizado.

-Uy uy, Sen....no me digas que quieres "eso".....-

-¿qué...qué es "eso"?- Kyoraku se acerca a una estantería y saca una caja de preservativos echándola sobre la mesa.

-Estos serán de tu talla. Qué bonito ^^ ya vas a desflorar a tu primera mujer, enhorabuena-

-¡¡NO ES NADA DE ESO!!!!- golpeo la mesa perdiendo la poca paciencia que tengo y me avergüenzo al ver cómo me están mirando otros clientes que han entrado en la tienda. Justo aparece Ukitake-san preocupado por los gritos y veo como sus ojos castaños se suavizan al verme. Este hombre es un santo, no solo por la pureza que tiene con ese cabello largo blanco recogido en una baja coleta, sino por su carácter en general. Es el mejor amigo de mi padre y cuando quedan juntos, todos quedan eclipsados por el halo que les envuelve.

-Sen-kun, bienvenido, no sabía que estabas aquí ¿todo bien?-

-S-sí....yo ya me iba...-

-Eh Jushiro, este chico va a estrenarse, es el único que quedaba de los Kuchiki-

"Ellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora