Parte 9: Mi coraza

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9-Mi coraza

**Byakuya**

-Guardad los libros y sacad un bolígrafo. Rápido- observo como mis alumnos de secundaria empiezan a guardar sus cosas en un mutismo general mirándose unos a otros de reojo sin entender mi orden.

-Eh, sensei... ¿hemos hecho algo mal?- una de las alumnas se atreve a contestar y veo como se encoge en su asiento ante mi airada mirada.

-¿acaso tengo que dar explicaciones para poner un examen? Sabéis perfectamente que en mi clase tenéis que estar callados y llevo un rato oyendo un murmullo molesto-

Vuelvo hacia mi mesa dejando que la chica respire tras la presión de sostenerme la mirada y preparo los folios para repartirlos dando un soplido. No sé qué me pasa hoy pero estoy de muy mal humor. He tenido un mal presentimiento con la baja de Ryuken, no sé quién le atropelló, pero si se dio a la fuga es que lo hizo aposta.

-Kuchiki-san ¿te importa que entre un momentito?- veo la estúpida sonrisa de Urahara observándome desde la puerta del aula y hago un gesto para que entre rápido aunque mi rostro enseguida palidece al ver al hombre que le acompaña.

-Solo venía a presentarte al profesor que sustituirá a Ryuken hasta que se recupere. Se llama Kurotsuchi Mayuri, un compañero de la facultad de medicina- siento que todo mi cuerpo está paralizado ante la presencia de ese maldito hombre. Podría reconocerle pasaran los años que pasasen, esa mueca maliciosa, su cabello azul oscuro, sus ojos dorados desquiciados....

-Oh, no te preocupes Urahara, Kuchiki-san y yo nos conocemos-

-¿ah sí? Pues por la cara que ha puesto Byakuya no debíais llevaros muy bien-

-Fui su monitor en un campamento hace tiempo. Lo pasamos muy bien ¿verdad...Byakuya-kun?-

Reprimo un gruñido de rabia y golpeo la mano de Mayuri antes de que se atreva a saludarme. Salgo de la clase sin decir palabra viendo la expresión desconcertada que se le ha quedado Urahara pero me es igual, necesito aire....esto...no puedo estar pasando, este desgraciado no va a quedarse aquí...

**Renji**

Paseo por el pasillo discutiendo con Kaien para ver qué regalo le hace a Ryuken mientras está en el hospital justo cuando veo a Byakuya salir a mitad de su clase con la mano sobre su boca. Veo que al retirarla está salivando y vuelve a dar una arcada haciendo que corra hacia él acercándole una papelera para que vomite.

-¡Byakuya!! ¿¿Qué te ocurre, estás bien??- me quedo mudo al ver que mis compañeros y los niños de su clase están observando la escena incrédulos. Mierda, no tengo que llamarle por su nombre en el instituto, esa era una de las normas de nuestra relación, pero al verle así yo...

Byakuya me aparta para ir al baño seguido por mí y le veo enjuagarse la boca quedándose con la cabeza agachada y los ojos cerrados.

-Byakuya....-

-Estoy bien, no es nada- me gruñe molesto y siento que tengo que abrazarle para intentar calmarle, pero en cuanto hago el amago de tocar su rostro él me da un manotazo mirándome con unos ojos fríos como el hielo.

-¡No me toques Renji! ¡Vuelve a tu clase!- me empuja para salir fuera del baño y veo como vuelve a su clase totalmente malhumorado mientras que Urahara sensei y otro tipo extraño de pelo azul le observan sin cortarle el paso. Éste último está sonriendo con maldad y no me gusta ni un pelo. Hay algo o alguien que ha alterado a Byakuya, jamás le he visto perder los estribos como hasta ahora.

Intento concentrarme en clase pero mi miedo se duplica cuando a la salida veo que Byakuya se ha ido en coche sin esperarme. Por una parte le maldigo en mis pensamientos pero por otra estoy deseando llegar a casa para ver qué coño le ha pasado ¡yo no tengo la culpa de su cabreo! No es para que me deje tirado como un perro abandonado. Tch!...de solo hablar de eso ya me siento mal.

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