Parte 4: Mi oscuridad

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4-Mi oscuridad

**Zangetsu**

Miro hacia delante notando un molesto zumbido en mis oídos al oír un griterío infantil proveniente del edificio que tengo ante mis narices. Vuelvo a mirar hacia atrás donde Kuchiki Ginrei está cruzado de brazos asintiéndome con la cabeza y vuelvo a mirar al frente bajándome un poco las gafas de sol. Me las subo de nuevo por el puente de mi nariz carraspeando sin girarme.

-¿me estás tomando el pelo?-

-En absoluto, es aquí-

-Mm....- giro sobre mis talones con la intención de volver al coche hasta que la gélida mirada de Ginrei me detiene.

-Como intentes escapar, te arrancaré la barba pelo a pelo-

-Joder Ginrei....de veras que esto no es para mí-

-¿y que es para ti si puede saberse? No tienes edad para jubilarte aún-

-Acabo de añorar mi patria ahora mismo-

-No te va a servir esa excusa para ponerte a trabajar. Tienes mucho talento, Zangetsu, no te permitiré que sigas desperdiciándolo-

-Esto...es un nido de bichas. No pienso enseñar a unos mocosos como respetar a sus mayores-

-Vas a dar cultura y arte, lo llevas en las venas, eres un personaje famoso-

-En mi país lo era, pero por eso me vine aquí precisamente. Para no hacer nada-

-No me creo que esté hablando con el mismo que compartió armas conmigo una vez en el ejército-

-Compartimos más que armas, Ginrei...- saco un puro de mi abrigo y el encendedor pero no llego a fumar cuando éste me arrebata el vicio de la boca en un movimiento casi imperceptible a la vista.

-vas a entrar ahí y demostrar quién eres. Estos chicos necesitan expandir sus horizontes, conocer otras lenguas distintas a la nuestra y tú eres el indicado perfecto-

-¿Qué has puesto en mi currículo?-

-Todo. Están deseando tenerte como profesor ¡haz un esfuerzo!! –

-Eres un cabeza dura. Odio a los niños-

-entra si no quieres que te lleve a rastras-

-Me debes más de una botella de sake con esto, te lo advierto- le fulmino con mi mirada quitándome las gafas y vuelvo a mi oscuridad cuando me veo obligado a caminar por el jardín que flanquea los edificios de todo el recinto deteniéndome donde pone la placa de "profesores". Entro en el edificio encontrándome varios departamentos y desemboco en la sala donde suelen reunirse todos los educadores, encontrándome por suerte a algunos.

-U....usted... ¿es el nuevo profesor de español?- un hombre de mi edad o más avanzada me dirige la palabra y capto enseguida su acento inglés. Parece nervioso y sorprendido por mis pintas, venir todo de negro al estilo "el cuervo" no es muy recomendable para estar en un ambiente estudiantil, pero mejor, así me echan antes. Asiento con la cabeza y me acerco hasta la mesa viendo el horario de todos los profesores, intentando buscar mi nombre por algún sitio.

-¡¡Ey que pasa amigo!!!! ¡Ya tenemos otro nuevo en la plantilla!! ¡Hola!!- veo a un hombre moreno grande, de ojos castaños alegres y de vestimenta blanca con una bata que se acerca a mí dándome una palmada en la espalda a modo de saludo. Si no llega a ser por el bastón que siempre llevo para apoyarme por mi inútil cojera, me habría desequilibrado y le habría soltado una ostia.

"Ellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora