Confianza

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-Señor Wayne, ¿se encuentra bien? -preguntó el joven Linterna, observando como el vino dentro de la copa parecía querer salir de su encierro con tanta "marea" que se generaba en ese pequeño objeto de cristal.

- ¡Claro que sí! ¿Por qué no habría de estarlo? -respondió el millonario con una sonrisa en los labios y con la voz ligeramente una octava por arriba de lo normal, bueno lo normal en Bruce.

-Mmm... quizás porque parece que está un poco pasado de copas, algo raro en usted, quizás debería ir a casa, quizás su esposo lo esté esperando.

-No lo creo, él ha salido de viaje y no sé cuándo regresara, ¿Qué caso tiene estar solo en casa? Aunque bien podría usted hacerme compañía -comentó de forma sugerente, acercándose peligrosamente a su interlocutor.

Hal estaba anonadado, ¿Cómo era posible que Bruce estuviera insinuando eso a un descocido? Ok, ok, no era un desconocido, pero él no sabía que era Linterna Verde, lo cual si los volvía "desconocidos" al menos para el punto de vista del piloto, tomó una bocanada de aire, se relajó, quizás era tiempo de contarle a su esposo que era más que un simple piloto de pruebas y quizás con mucha suerte este no lo colgara por haberle ocultado tal información.

-Ok señor Wayne creo que no se encuentra en sus cinco sentidos y aunque sé que soy un espécimen que todos quisieran tener lamento decirle que no puedo aceptar su propuesta, mi esposo debe estar esperándome en casa, así que lo llevare a su mansión dado que en el estado en el que está no sería bueno dejarlo aquí solo -acotó el piloto, observando que el balcón donde estaba su amado esposo no parecía seguro y obviamente no lo seria porque se encontraba a veinte pisos de altura, no quería ni imaginar que sucedería su Bruce se acercara demasiado al borde y perdiera el equilibrio, en verdad que no quería ni imaginarlo, había sido toda una suerte verlo mientras iba rumbo a la mansión.

Linterna tomo la cintura del joven magnate y paso el brazo del mismo por sobre sus hombros para así poder llevarlo mejor.

-Qué suerte tiene su esposo, se lleva un chico no solo guapo si no que fiel y caballeroso... ¿sabe? Me recuerda a Hal, quizás no sea tan caballeroso pero sí que es guapo, tiene un cuerpo magnifico, una mirada con una chispa de vida en ellos que si te les quedas viendo mucho te hipnotizan y un cabello tan suave al tacto, tiene un gran corazón y sobre todo es una persona en la que siempre se puede confiar... -Bruce se quedó callado, pensando en su esposo al cual no había visto en una semana sintiendo en su garganta un nudo, uno que le costó tragar- ... dígame ¿Cómo es su esposo? -pregunto tratando de cambiar la atención de su acompañante, este lo miro y procedió a responder con una gran sonrisa en los labios.

-Es un poco huraño, muy serio y a veces algo escalofriante, le gusta mantener su espacio y no me mal interprete, no es frió ni de esos que no demuestren sus sentimientos, por el contrario, es un hombre generoso, siempre ayudando a los demás, pensando en todos antes que en el mismo, tiene su peculiar forma de demostrar todo el amor que siente por su familia y por mí, hay pequeños detalles que valen más que todo el dinero del mundo, oh y no olvidemos su físico, es alto, con un cuerpo muy bien proporcionado y muy guapo, tiene el cabello oscuro y unos hermosos ojos que hacen que mi día cobre vida cada que puedo perderme en ellos, su pie es blanca, casi como porcelana, es un hombre con un pasado triste pero que hace todo por tener un presente y un futuro mejor sin duda el mejor padre y el mejor esposo que puedo pedir.

Antes de que Bruce pudiera seguir hablando con el Linterna sintió como sus pies nuevamente tocaban el suelo dándose cuenta que se encontraba en el balcón de su habitación. Iba a agradecer la atención y compañía brinda pero antes de que pudiera decir algo el joven castaño volvió a hablar.

-Lo triste de ser un Linterna Verde es que siempre tenemos que salir al espacio, vigilar que todo esté bien, que nada amenace el sector, mantener la paz y eso conlleva a que muchas veces ocultemos quienes somos para proteger a nuestros seres amados.

-Eso es comprensible, tener ese poder y deber trae consigo muchos sacrificios, imagino su familia no lo sabe ¿verdad? -pregunto el millonario, el alcohol en su sistema empezaba a salir y no es como que hubiera estado muy borracho.

-Así es, pero creo que es momento de decirles la verdad, no merecen que les oculte algo tan importante aunque no sé si lo entiendan o si quiera puedan perdonarme el hecho de haberles mentido -comentó cabizbajo y algo triste pensando en esa posibilidad.

-Creo que lo entenderé Hal, se cuánto nos amas a los niños y a mí, sé que todo lo que haces siempre es para cuidarnos y no puedo estar más orgulloso de ti ni más feliz de saber que me tienes la confianza para al fin contarme este secreto

Hal alzo la vista demasiado rápido, no creía lo que oía, Bruce, su Bruce sabía que era el, procedió a retirarse el antifaz y verlo directo a los ojos.

- ¿de verdad no estás enojado? -cuestiono sintiendo como sus ojos se humedecían.

-Claro que no, bueno, quizás sí, solo un poco, pero más que eso estoy aliviado de saber que me tienes la confianza para contarme esto -respondió mientras se acercaba a su esposo y colocaba una mano sobre su mejilla, apoyando su frente con la del castaño y este a su vez dejaba las manos en la cadera de su esposo mientras lo atraía más para poder besarle y perderse en los labios que tanto ansiaba besar.

-Tendrás que llevarme a conocer el espacio como compensación -dijo el de iris azules al terminar el beso -eso y reponer todas las noches que no has pasado en cama conmigo -levanto su aristocrática ceja, insinuando algo más.

-Jajaja claro que si Bruce, claro que te llevaré -abrazo más fuerte a su pareja -¿Qué me ha delatado? - pregunto con un lindo puchero, la curiosidad era grande.
Bruce rió suave y sensualmente a la altura del lóbulo derecho de Hal -Tus manos, tus manos te han delatado, justo cuando me tomaste para iniciar el vuelo, podría distinguirlas en cualquier parte del mundo, aparte tenia sospechas desde hace algún tiempo y no creas que estaba lo suficientemente ebrio para no reconocerte al tenerte tan cerca, solo quería asegurarme que fueras tú, por eso la invitación, aunque ahora que se quién eres señor Linterna Verde ¿le apetece hacerme compañía mientras mi esposo regresa? - comento alejándose un poco de cuerpo del castaño, sonriendo con esa sonrisa avasalladora que enamoro a Hal mientras su mano se paseaba sobre los pectorales y abdominales muy bien marcados por el traje.

-Será un honor señor Wayne -sonrió el piloto al momento que ingresaban a la habitación que compartían, misma donde la pasión de ambos llenaba cada rincón del lugar...
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espero les guste, un universo donde Bruce es solo Bruce y no Batman

Drabble publicado para el #mesbatlantern en facebook

crédito al autor de la imagen que fue la que me inspiro a este pequeño corto

PD. les debo el autor y el link

Drabbles - BatLanternDonde viven las historias. Descúbrelo ahora