✧ Entre Mundos ✧ [Hiro Hamada x Tú]

C a p. 13 🌠

❤️ Narras tú ❤️

Habían pasado unos tres días aproximadamente. Y mi cabeza seguía dando vueltas y vueltas.

Desde que el tal Peter había aparecido, las cosas habían... ¿Mejorado? No lo sé. Peter, en aquél tiempo, había querido acercarse mucho a nosotros. Solía ayudar a Hiro en muchos proyectos, a mi también solía ayudarme en lo que necesitara o no... Y, se había vuelto un mesero más en el café de Tía Cass.
Hiro y yo seguíamos sospechando de él... Demasiado. Era aquél chico que mencionó Pitch en aquél sueño... Su nombre tenía cinco letras, y su apariencia era bastante... Amigable. Pero, las apariencias engañan.

Baymax: ______, llevas más de una hora ahí sentada. A tu cuerpo le vendría bien hacer algo de ejercicio. Eres joven y debes mantenerte en forma --. La voz de Baymax me sacó de mis pensamientos.

Estaba sentada en la que ahora era mi cama, y estaba mirando hacia el techo. Miré a Baymax con detenimiento, y una leve sonrisa se dibujó en mis labios. Me daban ganas de abrazarlo a cada rato.

Baymax: Peter dijo que quiere hablar contigo. Por eso me mandó a buscarte --. Volvió a hablar, con su robótico tono de voz.

Solté un bufido, terminando por levantarme de aquella cama. ¿Y ahora qué quería?. Maldición.
Bajé las escaleras, llegando al primer piso, donde se encontraban Shetakki y Kaito. Seguí bajando las escaleras hasta llegar a la planta baja, donde logré ver al instante a aquél muchacho de ojos verdes.

Al verme, rápidamente se me acercó. Me tomó de la mano, algo que me sorprendió bastante. Estando de ese modo, caminó con rapidez hasta llegar a la salida, y ambos salimos afuera. Me había arrastrado casi por todo el café.

Peter: ______, Tengo algo muy importante que decirte --. Habló al fin, con preocupación. Se le notaba en el tono de sus palabras y en su mirada.
Le miré con atención, soltando su mano y cruzándome de brazos al instante.

-- ¿Qué sucede? --

Peter: Es... Nunca jamás. El país de Nunca jamás... Está en problemas. Y, me dijeron que tú podrías ayudarme a salvarlo --.

Fue entonces cuando las palabras de Pitch resonaron en mi cabeza. "Querrá llevarte a..."
Ahora lo comprendía bien. Quería llevarme al País de Nunca jamás... Y, si me llevaba allí, San Fransokyo estaría desprotegido, y Pitch podría hacer cualquier cosa.
Todo esto debía de ser una trampa... Y Peter era un aliado de él. De seguro aquél monstruo quería jugar con mi cabeza.

-- ¿Me quieres ver la cara de estúpida? Lo siento, pero no iré. Debo de quedarme aquí, en San Fransokyo --. Hablé de forma firme, mirándole a los ojos.

Se notó demasiado que a Peter le entristeció mi respuesta. La expresión de su rostro cambió a una más triste y mucho más preocupada.

Peter: Te lo ruego... Ese lugar es lo único que tengo... ¡No puede ser destruido! ¡Tú eres la elegida, la salvadora...! --

-- Lo siento --. Hablé rápidamente, dejándole con las palabras en la boca. Ambos nos quedamos en silencio, por unos escasos segundos.

Di un suspiro, y volví a entrar al café. No iba a caer, no podía hacerlo... Todos estaban confiando en mi y no podía fallarles. No era solo San Fransokyo... Si no que muchos mundos más.

Caminé hasta el taller de Hiro, abriendo la puerta para poder pasar y luego cerrando esta detrás de mi.

Hiro: ¿Fueron a dar un paseo de la mano? --. Murmuró sin siquiera mirarme. ¿Estaba molesto?.