✧ Entre Mundos ✧ [Hiro Hamada x Tú]

C a p. 31 🌠

♥ Narras tú ♥

Habíamos recibido noticias de los demás Guardianes, quienes estaban en los mundos que habían sido atacados. Todo había vuelto a la paz, pero aún así, habían muchos heridos. Pronto iríamos a ver en que podríamos ayudar.

Cuando Raziel pareció terminar de hablar con el azabache, se alejó de él con los brazos cruzados, y me miró por unos segundos antes de salir del Castillo.
Hiro termino de acercarse hasta nosotros y me abrazó con suavidad, soltando un suspiro de sus labios.
Me quedé con la duda de si el contrario habría tenido oportunidad de venir a verme.. Entiendo que se haya desatado una guerra repentina y difícil de manejar, pero...

-- Estoy bien... Raziel me cuidó, no te preocupes --. Dije al separarme, mirándolo fijamente a los ojos por unos segundos. Él permanecía en silencio, como si supiera que había hecho algo mal y se sentía mal por eso mismo. -- Norte, vamos ya mismo a Arendelle --

Hiro: San Fransokyo fue la ciudad que te acogió cuando recién llegaste; es mi ciudad, la de Shetakki y Kaito, ¿En serio irás a Arendelle? --. Las palabras de Hiro me dejaron sorprendida. Le miré con el ceño fruncido, y cuando Norte estuvo por hablar, le interrumpí.

-- Arendelle fue el mundo más afectado. Hay más heridos y necesitan ayuda... Y, ¿No era que San Fransokyo tenía a "Los Grandes Héroes"? --

Hiro: Hay mucha gente en San Fransokyo que se sentiría aliviada al verte --

-- Pues iré después de ir a Arendelle. No me harás cambiar de opinión, Hiro --

Hiro: Si San Fransokyo estuviera igual de afectado que Arendelle, ¿Irías primero? --

-- ¿Cúal es tu problema? --. Expresé en un tono más de enojo y confusión. No podía comprender que le pasaba a Hiro. No era que estaba diciéndole que no iría, si no que, iría después, maldición. Suspiré de forma pesada, mientras le hacía una pequeña seña con la mano a Norte para que nos fuéramos.
Utilizamos una esfera para transportarnos a la entrada de Arendelle. Caminamos rápidamente, adentrádonos en la ciudad. Casas hecha pedazos, personas heridas, fuego por algunas zonas... Realmente era un caos. Hicieron tanto daño, pensando que ganarían esta vez.

Unos guardias del Castillo nos llevaron hasta el lugar ya mencionado, para que pudiéramos hablar con la Reina Anna. Seguramente Elsa también debía de estar aquí, a no ser que el lugar donde reside la Tribu del Sol, también hubiera sido atacado.

Anna: Lleven a todos al gran salón, en especial a los más heridos... Oh, _____, que bueno verte --. Expresó la joven mientras Norte y yo nos acercábamos.

-- Hola, me alegra saber que estás bien; apenas me enteré de lo que pasó aquí, supe que tenía que venir. Dime en que puedo ayudarte, lo que sea --

Anna: Gracias por eso, en verdad necesitamos ayuda... Hace un momento que llegó un joven llamado Raziel con medicamentos del quinto mundo. Son mágicos, así que estoy segura de que nos vendrán bien. El gran salón está por allá, allá están los heridos. Mientras iré a buscar a Elsa. Y nuevamente, gracias por tu ayuda --. Anna me sonrió con cierta tristeza, y lo comprendía. Ver a su pueblo en ese estado debía de ser muy feo.

Norte fue a buscar más heridos por el pueblo, mientras que yo fui hacia el gran salón, donde apenas entré; pude observar a muchos compañeros de Raziel ayudando a los heridos.
Era bueno que ningún otro mundo hubiera sido atacado, si no, las condiciones serían peores, y nos resultaría más difícil ayudarnos entre sí.

Me acerqué a una menor que lloraba; tenía uno de sus brazitos bastante lastimado. Le hablé un poco para que se calmara, y así después poder curarla. Lei, el amigo de Raziel, se me acercó y me entregó un frasco que contenía una sustancia extraña, pero al ser un medicamento que contenía magia, quizás a eso se debía su textura. Aún así, se veía como una cremita.