C a p. 24 🌟

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♥ Narras tú ♥

Los minutos habían estado pasando con normalidad, mientras nosotros aún seguíamos entretenidos en ese juego. Por suerte, juntos habíamos logrado alejar los sentimientos negativos y ahora, teníamos las vibras bastante altas.

Hiro: Ah... Aaaah... ¡Te gané! ¡Ja! --. Exclamó victorioso, levantándose del sofá y levantando leve los brazitos. Dado momento habíamos empezado a empatar en las partidas, pero en las últimas volví a conseguir la victoria; a eso se debía la alegría del mayor.

-- Bah, sólo es un tonto jueguito... --. Me excusé, cruzándome de brazos, dejando el mando sobre la mesita que se encontraba frente a nosotros por un momento.

Hiro: Ah~ ¿Se enojó la nena? --. Cuestionó en un tono de burla, imitando mis acciones para después girarse hacia mi. Lentamente se empezó a colocar encima mía, provocando que empezara a inclinarme hacia atrás. -- ¿Está tímida la nena?~ --

-- Hiro... Aléjate ya, que me pones nerviosa.. --. Rápidamente tomé uno de los cojines del sofá, y cubrí mi rostro con este. Tenía sus brazos apoyados a los costados de mi torso, y su cuerpo estaba casi completamente entre mis piernas, ¿Cómo no esperaba que me pusiera nerviosa? Nunca había tenido tanta cercanía con un chico. El corazón se me empezó a acelerar; y la coqueta risa del azabache sólo empeoró la situación.

Hiro: Quiero mi beso... --. Intentó verme a los ojos asomándose por los costados del cojín, pero se lo impedí en todo momento. Maldita sea Hamada. -- Por favor, cariño... --. Aquél apodo fue suficiente para que me derritiera. Parecía que Hiro ya estaba descubriendo como tratarme cuando quería obtener algo.

-- Quítate y te lo doy --

Hiro: Te conozco, si me quito te vas a escapar --. Terminé quitando el cojín, el único objeto que nos estaba distanciando en ese momento; si es que podía cortarse todavía más esa poca distancia. Dejé mis manos en sus mejillas, y antes de dejarle decir algo más, me acerqué a sus labios para unirlos con los míos; en un beso tierno y delicado.
No lo hice durar mucho, ya que no tenía intensiones de que llegara a escuchar los rápidos latidos de mi corazón. Podría llegar a molestarme con eso en algún otro momento.

Hiro: Mm... Muy corto --

-- Ya déjate de molestar, enano --. Respondí, alejándole con una de mis manos. Él río, mirándome con esa brillante mirada. Me levanté del sofá y caminé hacia la cocina mientras le escuchaba hablar.

Hiro: ¿Yo? ¿Y tú qué? --. Regresé rápidamente, tomé un cojín y se lo aventé en el rostro; llevándome otras risas de su parte. -- Te recuerdo que crecí en estos últimos meses, mi cielo --

-- Ajá... --. Volví a la cocina, lugar donde estaba Tía Cass preparando la cena. Se nos había hecho un poco tarde, pero tampoco era algo grave. -- Tía Cass, déjame ayudarte --

Cass: Está bien, cielo... --. Se hizo a un lado, para que pudiera empezar a ayudarle con la comida. -- Quiero darte las gracias... Hacía tiempo que no oía reír así a Hiro. Él está feliz contigo, y, en verdad que te quiere --. Hablaba, moviéndose de vez en cuando por la cocina para tomar uno que otro utensilio o especia.

Sonreí por lo que dijo. Saber que hacía feliz a Hiro, tanto como él a mi, me alegraba mucho. Quizás lo repetía seguido, pero... Aún no podía creerme que no estaba soñando.

-- Yo también le quiero, mucho... Sonará loco, pero lo quiero desde antes de conocernos --. Se me escapó, y cuando me percaté de eso, me quedé inmóvil mirando lo que tenía entre las manos y con los ojos ligeramente más abiertos. La pendejes nunca se me iba.

Cass: Creo que ya entiendo de qué hablas --. Me sonrío, y siguió en lo suyo. Suspiré sin más, empezando a pensar en algún otro tema de conversación para olvidar ese. -- En un minuto todo estaría listo, así que, ¿Podrías ordenar la mesa, por favor? --. Asentí con la cabeza, y obedecí a su pedido; buscando el mantel.

✧ Entre Mundos ✧ [Hiro Hamada x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora